viernes, 31 de octubre de 2008

416. Hand me the keys, you fucking cocksucker (*)


Todavía falta un poquito, pero igual: ¡¡Iuujuuuuuuuuuuuuuuu...!!









[(*) La frase del título no me pertenece -ustedes saben que yo no adhiero a las expresiones soeces. Sale de una comiquísima escena de la brillante película Los sospechosos de siempre. Si no la vieron, tienen que verla. Y si la vieron, tienen que verla otra vez. Sí, hoy me levanté imperativo y después me hice llave. Sepan comprender. Victory is mine!]

miércoles, 29 de octubre de 2008

415. Apa, che


E
l pibe cabeza aplastada con poxirrán tenía por primera vez decenas de micrófonos, grabadores y cámaras apuntándolo. Dijo que se llamaba Edgar y que tenía 18 años. Y dijo:

-Y le recabió al gendarme.

-¿Por qué lo hicieron? -le preguntó un periodista.

-Por diversión pasó esto, un flash. Vino un pibito enfierrado de laburar, que capaz que se habrá ido a las 6 o 7 de la mañana a meterse a una casa, y vio a los gendarmes que estaban pestañando y lo pasaron a valores.

Cuando terminó de hablar con los medios, la policía lo detuvo.


El gendarme Roberto Centeno estaba de guardia hoy a la una y pico de la mañana. Mientras completaba una planilla en una garita gris de Fuerte Apache recibió un tiro en la cabeza y murió automáticamente.

Tenía 28 años, una mujer, dos hijos.


El Fuerte Apache original es una reserva indígena ubicada en Arizona, el estado más racista de los Estados Unidos. Un parque histórico donde se conservan edificaciones militares del siglo XIX.

Apache sería una deformación española del término zuñi apachu, que quiere decir "enemigo".

En inglés, los policías y los militares le dicen Fort Apache a cualquier lugar peligroso: Irak, por ejemplo.


El complejo de unas 5.000 casas queda en Ciudadela, partido de Tres de Febrero, zona oeste del Conurbano bonaerense. Empezó a construirse durante el onganiato para erradicar villas. Para invisibilizar pobres, bah.

Algún burócrata meticuloso quizá todavía le dice Ejército de los Andes al barrio que todos conocen como Fuerte Apache. Y ese burócrata meticuloso debería ser hincha de River, además: desde que el futbolista made in Apache Carlos Tevez explotó en Boca, el barrio con su nombre popular se hizo marca registrada global.


A principios de este mes, inspirada en Tevez, la marca registrada global Nike lanzó una línea de ropa urbana bajo el concepto "Cultura Apache".


Conozco al menos una persona a la que le fascina el personaje Tevez por demás, y más allá. Es una dama bahiense, tipo rubia de ojos claros escritora periodista muy piola inteligente. El otro día se compró esa remera roja y me contó que estaba fastidiada porque no había talles para mujeres.

Ella tiene una idea copante: hacer un libro sobre Tevez.

"Ahora cambiaron los códigos del barrio", dijo el Apache desde Inglaterra, donde juega para el Manchester United.

Vas corriendo con tus Nikes
y las balas van detrás

[Indio Solari, Nike es la cultura, del álbum
El tesoro de los inocentes (bingo fuel), 2004.]


Usted dele, donia Soña: a este capítulo sobre el barrio ya me lo imagino. Go-la-zo.

martes, 28 de octubre de 2008

414. Ahora le tomamos la leche al gato


¡
Maradóooooooo!

Maradóoo.

¿¿¿Maradó...???

sábado, 25 de octubre de 2008

413. En Montecarlo dejé hasta los calzoncillos

[Sale la tercera entrega de las historias europeas colgadas. Esta ocurrió en la Costa Azul francesa, claramente un lugar de merde.]


T
eníamos dos opciones: 1) nos quedábamos cuatro días en Barcelona y veíamos un partido de Pepe Sánchez, o 2) agarrábamos un auto y recorríamos la Costa Azul francesa.

Glamour, Teté. Arrancamos en un Gol azul gasolero por los Países Catalanes y sus montañas y sus viñedos y sus autopistas con peajes glamorosos de, ponele, 18 euros y cero presencia humana: pasabas la tarjeta de crédito por la máquina, te escupía un recibo y la barrera se subía.

Decidimos hacer base en Niza por dos razones: 1) desde ahí podríamos subir a Montecarlo y bajar a Cannes, Saint-Tropez, Toulon y Marsella, y 2) ahí encontramos el único hostel de la zona cuyos precios no nos obligaban a alquilarles nuestros cuerpos a los camioneros de la Comunidad Europea.

Estaba bueno, el hostel. Tenía onda como casi todos (un montón de jóvenes en ebullición having fun celebrando la vida disfrutando el mundo siempre es un buen ambiente); tenía un bar donde vendían cerveza a un eurito; tenía Internet gratis.

También tenía, sin embargo, un par de problemitas. Uno: quedaba lejos del centro y en una colina demasiado empinada. Dos: el descontrol del lugar anidó en una recepcionista australiana que cierta noche, después de toneladas de cerveza a un eurito y un interesante desajuste hormonal, se empomó sonoramente a otro canguro en nuestra habitación y delante de todos, tras lo cual bautizó la cama con un contundente y oloroso vómito.

Pero muy linda, Niza, ¿eh?



El Día de los Trabajadores del año dos mil ocho después de Nuestro Señor Shisuscráist salimos a festejar holgazaneando por la Costa Azul francesa, con rumbo norte.

Si mirabas por las ventanillas derechas del tren, te bañaba el azul inescrupuloso del Mediterráneo. Nos bajamos en Cape D’Ail, una villa nariz parada con cirugía desde la cual partía un sendero que llevaba hasta Montecarlo atravesando los acantilados y los yates con helicóptero.



Había una bandera como la de River pero con los colores al revés, estaban los tubos de aire en filita y los trajes de neoprén colgaban, goteando. Mente Sherlock concluyó: "Elemental: estos tipos acaban de bucear".

Era un mediodía soleado y fresquito. Mente Sherlock fue al negocio y preguntó si había otra salida: sí, había, pero después de comer.

-¿Y cuánto cuesta? Ojo con lo que decís: soy un argentino indigente –dijo Mente Sherlock.

-Y..., para vos, 25 euros –dijo el dueño, un francés que chapuceaba español e inglés.

-¡Eeeehhhhhhhh! –se asombró falsamente Mente Sherlock, que venía de pagar 40 euros para bucear en Croacia—. ¿Todo incluido?

-No. El alquiler del equipo se cobra aparte.

-¡Eeeeehhhhhhh! Dale, soy un argentino indigente y me encanta La Marsellesa –dijo Mente Sherlock, como si.

-Bueno, OK, 25 euros todo.

-¡Allons enfants de la Patrie!



No iba preparado para bucear. Esto me obligó a ponerme los jeans sin nada abajo y a transportar en la mano mis calzoncillos mojados mientras nos cruzábamos con gente coqueta rumbo a Montecarlo.

Apenas pisamos el Principado de Mónaco tuvimos que hacer una parada técnica en el McDonald's más cheto del mundo para acallar unos estómagos que andaban vacíos desde hacía nueve horas. No podíamos pensar del hambre.

Cambio: sale Mente Sherlock, entra Mente Cato.

Recién después de tragar hamburguesa y papas, después del pucho, después de recorrer el puerto obsceno con sus barcos multimillonarios,



después de saludar a Fangio y ver las instalaciones del Gran Premio de Fórmula 1,


después de que el casino de merde me desplumara 100%,



recién entonces, cuando dije: "Me quedé sin un mango. Estoy en bolas", me di cuenta de que era literalmente así: me había olvidado los calzoncillos en el McDonald's.

viernes, 24 de octubre de 2008

412. Que me desespeeeeeeras


-
¿Por qué no dejás de hacer eso tan desagradable que hacés? -le dije.

-¿Qué cosa?

-Hablar.

miércoles, 22 de octubre de 2008

411. El estado del Estado


I
nterior. Banco de la Nación Argentina, sucursal Bahía Blanca. Mediodía de miércoles.



Se acerca ella
[papeles en mano, veintipoquitos, sonriente: claramente una pasante inaugural, novata ingenua]
hasta la oficina de él
[lentes en la punta de la nariz, cincuentibastantes, cuatro o cinco canas amargadas: claramente un burócrata profesional, añoso estatal].

Ella dice:

-Señor Rodríguez, ¿usted sabe qué pasa con estas carpetas de préstamos? Porque la gente llama y no sé qué decir...

Dice él:

-Mirá, Paulita, es el sistema.
[Teclea sólo con los dedos fuck you y mirando el teclado; le pega a la letra eme, levanta la cabeza, mira la pantalla, verifica que la eme esté ahí. Después viene la i. Y así. Debe sufrir tremenda tortícolis, el señor Rodríguez.]

-¿Qué sistema?

-Qué sé yo qué sistema, Paulita. -Ahora la letra ele: pega, levanta, mira, verifica, fuck you-. Eso es lo que tenés que decirle a la gente: que hay un problema de sistema.

-Pero, señor Rodríguez, parece que no se hizo nada con estas carpetas. Y tienen fecha de mayo.

-Mirá, yo te estoy dando letra para que la gente no te rompa las pelotas. ¿Entendés, Paulita?

martes, 21 de octubre de 2008

410. Últimas noticias del naufragio clásico


C
ontrapunteamos con Walter (que es amigote, jefe de Deportes y... ¡¡de Racing!!) en el diario de hoy: él dice que lo ganó Boca y yo digo que lo entregó River.

La discusión pasó al blog DxT de lanueva.com.

Y me voy a pique glub, glub.

lunes, 20 de octubre de 2008

409. Contracción


Y
sí, fue superlógico nomás.

Al hincha que da todo lo defraudó otra vez un equipito sin alma, al conjunto de los jugadores le corre té por las venas, al DT Simeone lo corroe la histeria y la pavada, al presidente Pelícano se le descosen los bolsillos, al fin a las feúchas del cabaret les pagaron doble.

Al carajo, todos.

domingo, 19 de octubre de 2008

408. Superlógico, ¿sí?


I
ban diez minutos del segundo tiempo, cero a cero con Gimnasia en La Plata y los jugadores de River seguían pasándoles la pelota a los rivales.

Empiné lo que quedaba de una bock, me paré y le dije al dueño del bar:

-Cobrame. No lo soporto más.

Y como en ese domingo miserable necesitaba algo de belleza, me fui a una lectura de poesía.


Eso pasó hace dos semanas. La primera vez en mi vida que me voy antes de que termine un partido de River.

Pero es que no lo soporto más, en serio.

Tengo el alma y los ojos lastimados desde que asumió Diego Simeone: desde que asumió Diego Simeone el equipo no jugó bien ni un solo partido: ni un solo partido me dejó conforme y eso que salimos campeones.

Tan mal estoy que me cargan los imberbes y apenas reacciono...

Tan pero tan mal, que ni consideré la posibilidad de viajar a ver el superclásico...

Tan pero tan pero tan mal, que después del corderito familiar (¡feliz día, vieja!) por ahí me quedo de sobremesa y ni lo veo...

Tan pero tan pero tan pero tan mal, que no me consuela ni ganarles a los bosteros...

















[Ah, pero si eso pasa me
van a tener que aguantar
tanto tanto tanto tanto...]

viernes, 17 de octubre de 2008

407. Lealtad


P
ablo dice:

¿Por qué no te venís y reventamos un cajero?


Abel dice:

Dale. Andá preparando las armas largas, yo llevo las granadas y las máscaras de Perón y Evita.

jueves, 16 de octubre de 2008

406. SMS Nº 76


C
uando a la injusticia le descubrís el enésimo sabor, por ahí te plantás y decís: no da para más. Basta. Y chau.

martes, 14 de octubre de 2008

405. Echo ocho hechos


H
echo 1: si te metés en Internet con una marca ya conocida y reconocida, arrancás con ventaja.

Hecho 2: si no hacés las cosas bien, la ventaja se te esfuma y a esa marca ya conocida y reconocida te la terminás metiendo -te la terminan metiendo- en el upite. Más temprano que tarde.

Hecho 3: la competencia en la red es cada vez más: cada vez más amplia, cada vez más fuerte, cada vez más compleja, cada vez más variada, cada vez más desafiante.

Hecho 4: la competencia del sitio que tengo a cargo, lanueva.com, tiene tres caras principales: La Brújula, Frente a Cano y el nuevito 0291, todos portales bahienses de noticias.

Hecho 5: me encanta tener competencia, ya lo dije. (Pero nunca está de más repetirlo.)

Hecho 6: en los últimos meses vengo escuchando que tal "tiene 80.000 visitantes", que aquel otro "anda ahí, soplándote la nuca", que el de más allá "no sabés lo que está creciendo".

Hecho 7: el más conocido y reconocido medidor de tráfico global en Internet se llama Alexa, una compañía que se fundó en 1996 y pertenece a Amazon.com. Podés, por ejemplo, enterarte de que el podio mundial es 1) Yahoo!, 2) Google y 3) YouTube, o que el argentino es 1) Google Argentina, 2) Windows Live y 3) Fotolog.

Hecho 8: podés, por ejemplo, comparar la cantidad de usuarios de hasta cinco sitios. Podés, por ejemplo, comparar lanueva.com, labrujulanet.com.ar, frenteacano.com.ar, 0291.com.ar y este pobre blog llamado "Etcétera". Podés, por ejemplo, encontrar este resultado:

viernes, 10 de octubre de 2008

404. Microsoft Words


-
Dale, dámelo. Es lo único más o menos decente que escribí en los últimos 33 años.

-No.

-¿No me lo vas a dar o no te pareció decente?

-Las dos cosas.

-¿Por?

-¿Por qué no te lo voy a dar o por qué no me pareció decente?

-Las dos cosas.

-No te lo voy a dar porque no me pareció decente y...

-... andá a la puta que te parió.

-Eh, che, con Guillermito Puertas no te metás.

-¡Vos, Bill Gates, tu jueguito de palabras y la...!

-... el que hace jueguitos de palabras sos vos. Y encima te creés que son buenos. Eso no es decente.

-Tampoco es decente tu puto corrector ortográfico y esos iconitos pedorros: ¡el de grabar es un disquete y estamos en 2008! ¿Quién carajo usa un disquete? ¿Y la carpeta amarilla esa con la flechita, significa "Abrir"?

-No entendés nada. Son símbolos. Como la hoja en blanco simboliza tu tara narrativa.

-OK. Concedo. Tengo una tara narrativa. Pero estoy tratando de sacármela de encima. Y justo cuando tenía algo, vos saltás con un error de no se qué garcha, te cerrás y me jodés la vida.

-Hubieras cliqueado antes en el iconito pedorro del disquete, salame.

-Andá a la puta que te parió.

-Je. Bueno, "Control G" entonces. Hubieras apretado "Control" y después "G". Con "Control G" grabás, ¿sabías? Estoy en castellano. La "G" es de "grabar".

-Te juro que a partir de mañana voy a usar el Bloc de Notas.

-¡Ay, no, no me hagas eso, por favor! Tomatelás, gil. ¡Ahora llamo al "Ayudante de Office" para que te rasguñe todo! Dicho sea de paso: nunca me cayó bien el clip ese. Está como demasiado perplejo para mi gusto. Y cuando mueve las cejitas me pinta violencia; le partiría su metálico cuello.

-El Bloc de Notas no tiene "Ayudante". Aguante el .txt.

-¿Sabés qué? Cuando te ponés así me hacés acordar a la tipografía "Vivaldi". ¿La ubicás? Fijate en la lista, ahí arriba, donde ahora dice "Times New Roman". ¿Viste? Así sos: presuntuoso e incomprensible. Patético, como Vivaldi.

-Recuperame el documento, dale.

-Saboteame el tesoro, dale.

-Te cierro. Ya.

-Como quieras, Vivaldi.

-¿No me lo vas a dar, entonces?

-No.

-Listo. Al carajo. Se viene la "X" del ángulo superior derecho...

-"¿Desea guardar los cambios efectuados en...?"

-Ya ni me interesa. ¿Pero sabés qué cosa sí deseo? Que me digas por qué no te pareció decente lo que había escrito.

-Pero cómo no. ¡Soy un programa de computación, por el amor de Dios! Por eso.

-¿Y?

-Y no puedo engañarme como vos.

jueves, 9 de octubre de 2008

403. Congreseemos, dale


D
iría un titular muy clarinesco: "Ahora dicen que modero mesas de debate".

III Congreso Internacional
del
Foro de Periodismo Argentino (Fopea)
"Los desafíos del periodismo en la era digital"

21 y 22 de noviembre

Universidad de Palermo
Mario Bravo 1.050, Buenos Aires


Todos invitados, no digan que no les avisé.

El congreso va a garpar. (A ustedes no; me refiero a que va a estar bueno.)

Hablarán, entre otros, Jean François Fogel (maestro FNPI y lemonde.fr), Mindy McAdams (University of Florida), Rosental Alves (Knight Center), Jim Rowe (ex Washington Post), Phillip Harding (BBC), Mario Wainfeld (Página/12), Miguel Wiñazki (Clarín) y Jorge Fernández Díaz (La Nación).

Informes e inscripciones: congreso2008@fopea.org.


miércoles, 8 de octubre de 2008

402. Chivo


P
or supuesto, estaba apoliyando mal cuando esta madrugada, a eso de las 9:30, sonó mi celular. Un mensaje, era. Y pensé que no podía ser: otra vez no, no aprenden más, o es a propósito. De curioso le eché una mirada. Decía:

¡Feliz aniversario! Un abrazo.

Lo firmaba La Dumba.

Tuve que recurrir de urgencia a la asistencia de dos o tres neuronas para descular el textito.

¿Por qué un amigo como La Dumba -porque La Dumba se llama Gustavo Dümmig- me abrazaba virtualmente por un cumpleaños? ¿A qué aniversario se refería? ¿Y a semejante hora?

La sinapsis tardó 10/15 minutos pero, ¡eureka, me avivé! La Dumba hablaba del Club Atlético Liniers, el querido chivo que hoy llega al centenario de vida.

Y me di cuenta porque para mí La Dumba ES Liniers, por esos tantos años en los que compartimos equipo de básquetbol con la camiseta blanca y negra. Como es Liniers la vieja Polideportiva, y los jogging bordó, y Mary Sagasti, y

las piletas y las chicas en Vacaciones Felices;

el Ruso Kooistra y sus retos técnicos: "¡Te pasaron como alambre caído! ¡Mi abuelita en silla de ruedas es más rápida que vos!";

el pantalón Adidas azul con las tres tiras blancas y las botitas Topper negras de lona;

compañeros como el Pelado Olmedo, el Cacha Salvatori, el Narigón Pella, Adrián Piro, el Bomba Long, Milo Staltari, Ferdi Jeva, el Flaco Hedeager, entre muchos otros;

las excursiones a distintas ciudades, donde con inocencia extrema cantábamos "Uno, dos, tres / chivo otra vez" y "Tres, dos, uno / como el chivo no hay ninguno";

entrenadores como Daniel Mazza, Nacho Dignani y Michigan Ferhmin;

dirigentes como Beto Sagasti, Pocho Severini, Buqui Potenar;

los pibes de 10-11 años que dirigí a principios de los 90, en aquel plantel de Mini B (¿te acordás, Franquito?);

los partidos que arbitré, los partidos que cronometré, los partidos en los que hice la planilla oficial, los partidos en los que fui ayudante técnico;

los bravísimos regionales y provinciales de básquetbol con Frisón, Dalimier, Queti, los Coccia, el fenómeno de Juan Alberto Espil (mi ídolo total);

los domingos en canchas inhóspitas siguiendo a un equipo de fútbol que gambeteaba exquisitamente eso de dar la vuelta olímpica hasta que se equivocó en 1996, después de 48 años de sequía;

jugadores como el Cabezón Echeverría, el Pulia, la Garza Diomedi, el Gaucho Mosegui, Carlitos Yulita, el Gallego Suay, Dani Correa, el Mana Graf, Quito Paz, el Chapi Araneta, el Pampa Olivi, Ezequiel Miralles, el DT Néstor Herrero;

los viajes en La Bola Galáctica -acompañado por quienes penosamente ya no están- para ver cómo el equipo ascendía al Argentino "B" el año pasado;

aquella aventura en el micro del plantel rumbo al debut en el Argentino "A", en Comodoro Rivadavia, donde pasaron dos cosas rarísimas: 1) 11 jugadores salieron a la cancha y saludaron a sólo dos hinchas y 2) el Cabezón hizo un saque de arco, el viento embolsó la pelota y terminó siendo córner,

y tantas otras cosas que también son Liniers, para mí.


Y gracias al mensaje mañanero de La Dumba se me dispararon los recuerdos. Le respondí, como cantábamos cuando éramos chiquititos:

¡Cal, cemento, chivo monumento!


lunes, 6 de octubre de 2008

401. El señor de abajo se dio una vuelta


Y entonces se acomodó otra vez el pelo y leyó esto:

mi negra de mi alma ando caliente
pasaron muchos días sin cogernos
por qué se vuelve tan difícil vernos
por qué nos eclipsamos entre gente
hoy te hubiera pegado una cogida
que no te imaginás toda la verga
que tengo para vos y se posterga
y cada vez la tengo más erguida
te quiero regarchar como te gusta
chupándote las tetas victoriosas
diciéndote al oído muchas cosas
mientras la verga entera te entra justa
te quiero ver desnuda verte a solas
tengo un camión de sáncor en las bolas

Y entonces el público se rió y él se acomodó otra vez el pelo.

Él, Pedro Mairal -escritor joven guardia señor de abajo-, pasó ayer por Bahía, gracias a la iniciativa de Gustavo López AKA Proyecto Vox, y a la noche por unos minutos se transformó en Ramón Paz y nos pornosoneteó en el Hostel Bahía de Soler e Israel.

Terminada la lectura -de la que participó el gran Marito Ortiz-, y mientras corría algo de vino, Pedro me habló de generaciones y degeneraciones literarias (dijo: "Tenemos abuelos pero nos faltan los padres", y además: "El uso de blogs es una marca y también hay algo discursivo, aunque esto no me importa mucho").

Hubo más y no lo puedo contar. Porque no me acuerdo, porque pacté un off the record y porque le temo al castigo de los implacables compañeros Miguel U. y Adriana Battu.

400. Periodismo y ciencia ficción


-
¿Qué diarios lee?

-Le Monde, El País y por Internet desde Madrid leía La Nación y Clarín. Cuando estoy melancólico también Página/12, porque me gusta mucho la ciencia ficción.




Abrasha Rotenberg (economista, escritor y editor ucranio-argentino; mano derecha de Jacobo Timerman en Primera Plana, La Opinión y Confirmado; padre de la actriz Cecilia Roth y del músico Ariel Rot), en una entrevista publicada por el diario Perfil.

domingo, 5 de octubre de 2008

399. Todos mis muertos


Terminé de ver la serie Six Feet Under. Y me agarró un vacío tétrico, como si se hubiera muerto alguien y me estuvieran por avisar.

Pero al carajo. No voy a atender el teléfono.

Quiero escribir algo y no puedo. Juro que no puedo. Porque también quedé seco.

viernes, 3 de octubre de 2008

398. SMS Nº 75


S
i tuviera el pelo más largo por ahí me haría emo, ojo.


miércoles, 1 de octubre de 2008

397. Llamado a la solidaridad


M
e gusta mi nombre. (Aunque de pibe llegué a detestarlo por esto.)

Abel es cortito y contundente, aceptablemente original. E incluso tiene olor a una bondad bíblica que uno se encarga de aventar con prolijidad obsesiva.

Además, en mi caso se agrega un toque de orgullo linajístico porque soy el tercero consecutivo. Y no seré el último: los que me conocen bien saben que cuando tenga un hijo va a heredar el nombre, y que siempre fantaseé con el día en que entre en el Monumental con las piernas de Abelito colgando de mis hombros.

Pero el asunto es que me gusta mi nombre. Excepto por una cuestión de índole alfabética, digamos, y vinculada a la masificación de la telefonía móvil.

Me explico. Resulta que en casi tooooooooooodas las agendas de los celulares estoy primero. Y a partir de ese dato es muy fácil intuir qué pasa: pasa que te agarra el aparatito el nene o en tu cartera lo activa el estuche de cosméticos o te rascás por afuera del pantalón, ¿y quién es el boludo que recibe el llamado involuntario?

El primero de la lista. Abelito.

Y Abelito tiene un poquito los huevitos sequitos de que le suene el teléfono un martes a las 7 de la mañana, ponele.

Una de dos:

acuérdense de bloquear el teclado, o

creen un contacto fantasma llamado Aarón.

Pero no me jodan más. Entiendan. Estoy llamando a la solidaridad. Atiendan.