miércoles, 13 de marzo de 2013

805. Habemus cambium


El ambiente andaba movidito. Un poco sorprendido, algo nervioso: como cuando el sábado a la mañana temprano te tocan el timbre los testigos de Jehová y vos estabas durmiendo.

El gran Mario García, un experto en repensar medios desde hace más de tres décadas, vino a tocarnos el timbre en La Nueva Provincia y nos estaba despertando y entonces mi celular ardió y me paré y le dije: "Mario, el Papa es argentino", y me fui de la reunión para editar la ENORME noticia en lanueva.com.

Cuando más o menos la euforia se diluyó, puse en Twitter que había tenido "una razón de fuerza mayor periodística" para interrumpir a Mario.

Él me contestó que fue "un gran momento que no hemos de olvidar pronto", y yo le dije que "ni el peor guionista de Hollywood se habría animado a pensar lo que pasó hoy".

Porque, en serio: el tipo estaba sacudiéndonos una modorra atávica, retando a quienes en pleno 2013 todavía pretenden cobijarse con el papel mientras desdeñan lo digital, y justo un teléfono celular (que para los dañinos dinosaurios es un instrumento del demonio -con perdón de Francisco I-) avisaba que el nuevo CEO de dios era un argentino...

Soy agnóstico, pero igual voy a interpretar todo esto que sucedió el 13 de marzo de 2013 como una señal divina.

Porque además en la matutina de la Quiniela nacional salió a la cabeza el 8.235, número de socio de San Lorenzo que tiene el flamante papa Jorge Bergoglio.

Porque en el sorteo nocturno quedó primero el 40, que según los sueños es "El cura".

Y porque esta noche la lotería de la provincia de Buenos Aires cantó el 88, que es "El Papa".

INCREÍBLE. Entreguémonos al cambio, por el amor de Jesús...


(Extra: Mario hizo una narración sobre este día inolvidable en su blog.)