viernes, 29 de febrero de 2008

260. Woke up this morning...

(Desde Oxford)


Perdón, ¿no?, pero hoy a la mañana me levanté con ganas de conseguir un arma.



Qué le voy a hacer: extraño andar sopranizado...

jueves, 28 de febrero de 2008

259. Aquí me ando, más turbado que nunca

(Desde Oxford)


El próximo miércoles 12 de marzo a las 12: ese es el día y ese es el horario para la presentación ante el público oxoniense de mi trabajo final en el Reuters Institute for the Study of Journalism. Me lo acaban de confirmar.

Ayer le puse título a la charla: Fight for your Life: Newspapers and Digital Storytelling. O "Peleá por tu vida: los diarios y la narrativa digital".

Lo único que me atrevo a anticipar (porque es lo único que decidí y ¿lo único que tengo claro?) es que voy a empezar con un video cortito de Los Simpsons.

Después puede pasar cualquier cosa.


Más turbado me tiene la entrega del trabajo final, esas 10.000 palabras en inglés que resisten mi invitación a vivir en un documento de Word y mientras tanto me saludan con un pito catalán desde una lejanía improbable.

Ya entrevisté a unas 40 personas.

Ya mandé unos 250 correos electrónicos.

Ya leí unos 45 libros y unos 120 artículos y ensayos.

Ya he pasado demasiadas horas frente a la pantallita.


(Ya estoy bastante podrido.
A veces los ojos no hacen pie en las letras.
Y por momentos me siento quemado-quemado:
hablando de andar "más turbado", por ejemplo,
el otro día me llamó un compañero
para ir a tomar una birra y le dije que
hmmmm, bué, no, mejor no:
"It gives me masturbation", le dije, literalmente.
Me dijo: "WHAAAAAAAAAT!!!???".
Me llevó un rato largo explicarle
que me daba paja salir...)

miércoles, 27 de febrero de 2008

258. Nubarrones

(Desde Oxford)


Nada, pero nada de nada, les puede salir bien con semejantes bancos de nubes. Pero ellos no lo saben.

[Mientras cruzaba los Parques Universitarios esta tarde,
camino a la biblioteca de Ciencias Sociales.]

257. SMS N° 53

(Desde Oxford)


No lo soñéeeeeee, iéeeeeeeeee: anoche, tipo 1 de hoy, iba corriendo a la deriva en este rally inhumano para terminar a tiempo la presentación de mi trabajo final, los ojos ciegos bien abiertos y arruinados frente a la pantalla, cuando se me movió el piso, temblaron las paredes, la laptop sufrió un breve ataque de epilepsia. Lo primero que pensé fue "Tengo que parar un poco, ya imagino cosas", lo segundo: "¿Qué carajo fue, una mudanza a esta hora o el indio que vive arriba metió una vaca en la habitación?", lo tercero: "¡¡Volvió el chino gigante tirapedos, y volvió con todoooo, reloaded!!", lo cuarto: "Mejor me voy a dormir; estoy destrozado". Ahora me entero de que hubo un sismo, el más fuerte de los últimos 20 años en Inglaterra.

martes, 26 de febrero de 2008

256. SMS N° 52

(Desde Oxford)

Cuando en septiembre dejé la Argentina para venir acá se estaban yendo los fríos, pero todavía estaban. Cuando llegué acá los fríos ya estaban. Y cuando vuelva en mayo van a estar ahí esperándome. OK, me gusta más el invierno que el verano; sin embargo, tres seguidos es demasiado. Una vez allá, el primer finde que pueda agarro el auto y me rajo, no sé, a Salta. Quiero caminar en ojotas y sentir el calentamiento global un rato.

domingo, 24 de febrero de 2008

255. Flor de charla

(Desde Oxford)


Trato de no hablar por radio. No es que no me guste: de hecho, hice radio antes de empezar a escribir en el diario.

Lo último fue a principios de los 90. El programa se denominaba Pasá al otro lado. La cortina obvia, Break on through (to the other side) de los Doors. El conductor principal era un chabón al que le perdí el rastro; se llamaba (se llama... supongo, espero) Alejandro Torresi y en mi escuálida memoria se aparece talentoso y nervioso, flaco, alto, pálido; sabía bocha de música y a mis 15-16 años sus comentarios rebeldes siempre me sonaban muy, extremadamente piolas. Creo que el programa iba los sábados a la medianoche, después de uno titulado Jabones flotadores. Salía por FM Latina, un sucucho 100% aguante-Fidel-el Che-la revolución-muera el capitalismo salvaje, a cuyo director no le tembló el pulso opresor para poner mi culo proletario en la calle porque no le gustó algo que dije. Me encantaría recordar su nombre y qué dije, pero no hay caso.

El caso es que trato de no hablar por radio porque detesto su tiranía del bache cero: eso de hablar todo el tiempo -no importa qué ni cómo- sólo para gambetear los silencios. Me gusta pensar un poquito antes de hablar, aunque no me salga.

Pero a Florencia no le pude decir que no.


La conocí en 2002, durante el Mundial de Básquetbol en Indianápolis. Florencia Cordero. Ella trabajaba para un diario marplatense y yo había arrastrado a Pablo porque estaba convencido de que la selección nacional haría historia de la grossa.

Al final, fuimos tres de los poquitísimos periodistas argentinos (¿10?, ¿12?) testigos directos y emocionados.

[Con el cuerpo técnico, en el aeropuerto, luego de la hazaña.]


Después del Mundial nos vimos muy de vez en cuando, siempre en una cancha de básquetbol y siempre con alguna anécdota de aquella experiencia tremenda en bandeja.

Hace unos días Florencia me encontró en Facebook. Mensajito va, mensajito viene, comentó que tenía un programa en Radio Brisas de Mar del Plata. Un programa llamado Un lugar en el mundo, donde cada domingo -¡de 7 a 9 de la mañana!- charla con argentinos que están fuera del país.

-¿Dale?

-OK, dale. Pero POR FAVOR llamame un toque antes, así me despierto.

Y eso acaba de pasar. Hablamos 25 minutos, sin baches porque total quién puede pensar a las 9 de un domingo, medio dormido conté qué ando haciendo acá, ni me di cuenta de que estaba al aire, probablemente tampoco resulté demasiado interesante, dije que mi lugar en el mundo fue-es-será Bahía Blanca y ella me regaló al final un tema de The Cure.

Menos mal que no pude decirte que no, Flor. Fue un placer.

sábado, 23 de febrero de 2008

254. Te echo uno

(Desde Oxford)


[Pensar que si vos tenés un Mini Cooper
y se te ocurre tunearlo nacionalistamente
y le pintás la bandera argentina en el techo,
te dirán: "Pero hay que ser grasa, ¿eh?".]

miércoles, 20 de febrero de 2008

253. Buscar Mux monstruos berenjenas exonario + "sexo anal videos gratis"

(Desde Oxford)


Incluso antes de festejar el primer añito (sucederá el 24 de abril, y cada persona que deje su comentario se llevará un preservativo), Etcétera ya superó las 20.000 visitas. Cuesta creer.

Sobre todo, cuesta creer que tanta gente tenga tiempo para desecharlo así como así en este espacio plagado de personales vómitos y minúsculas historias y apuntes profesionales que no estoy seguro de que sean interesantes para mí...

Igual, nobleza gaucha obliga, recibo un toco de tráfico basura. Pero basura-basura, ¿eh? Como aquel presunto depravado que cayó acá luego de buscar en Google la siguiente frase profunda: "rompiéndole el culo virgen a mi hermana".

Ayer y hoy han sido dos días particularmente bizarros en ese sentido. Ejemplos:

1) "rubia clio negro"
(¿Ni siquiera le tomaste la patente? ¿Y qué esperabas encontrar: el teléfono de la rubia, o la patente?)

2) "por qué tenemos que comer para vivir"
(Porque si no te morís, gil.)

3) "andrew graham yooll espía inglés"
(Eeehhhhh, pobre Andresito, periodista dista del espionajejejejejejejeje...)

4) "precio del jamón envasado en uk"
(Un huevo, te aviso. Y encima no es gran cosa. Mejor comprate uno de Parma, o de San Daniele, o un serrano español.)

5) "putitas hot viedma"
(¿Otra vez perdiste el teléfono de tu hermana?)


Hay un bahiense que se especializa en estas cuestiones. Se llama Jorge Mux, se declara "amateur profesional" y se dedica a enseñar filosofía. No lo conozco, pero puedo decir que tiene al menos tres cosas: 1) talento para escribir relatos, 2) ideas originales y 3) sentido del humor.

Y si no me creés, date una vuelta por cualquiera de los tres blogs que mantiene: Monstruos y berenjenas (en clave literaria; hay textos logradísimos, como "Hoy comienza la aventura"), Exonario (un diccionario desopilantemente útil... salvo que seas un zagunfio total) y ¿Qué estás buscando?.

En este último, Mux y un tal The Bug (¿será por "virus" o por "bicho"?) toman las frases exactas de la gente que consultó al dios Google y desembarcó sin querer queriendo en alguno de sus blogs, y se ponen a especular sobre ellas. O sea: lo que yo hice más arriba, sólo que con gracia en serio. Una muestra:

"sexo anal videos gratis carajo"

-Empecé por las buenas. Busqué "chicas guapas en tanga", y me mandaste a un sitio de moda lleno de viejas en malla enteriza.

Puse, entonces, "mujeres jóvenes con poca ropa", y me mandaste a un sitio de enfermedades femeninas llena de fotos en las que ellas muestran sus operaciones.

Traté de ser más específico y más grosero. "Chicas copulando", "Mujeres jóvenes adultas en el calor de una relación". Me llevaste a sitios de cocina, a uno de cine mudo, a engorrosos textos sobre la condición humana y a exposiciones de variedades de café.

Fui más explícito. "Sexo. Lo que yo quiero es sexo. Del bueno. Con perversiones de todo tipo. Sexo". Me llevaste a la página de Educación Sexual de la Secretaría de Cultura de la Nación. Y al sitio de los Sabuesos Entrenados en Xilofón Oblongo (S.E.X.O.).

Fui más al grano todavía. "Sexo anal videos gratis", y me llevaste a páginas pagas de discreto erotismo, en las que se me pedían muchos euros para ver la foto de una teta.

Ahora ya sé cómo hay que tratarte. ¿Me vas a hacer caso, carajo? Porque si no, mi próxima búsqueda va a ser "Google, metete el sexo anal gratis en el culo".






Periodismo de anticipación: la flagrante cantidad de virtuales jeropas webeando sin cesar me obliga a predecir que en los próximos días Etcétera recibirá decenas de visitas extra, gracias a palabras clave como "sexo", "anal", "culo", "videos", "gratis", "virgen",
"teta", "hermana", "putitas", "hot". Vas a verga.

lunes, 18 de febrero de 2008

252. De vacas nuevas y viejos novillos

(Desde Oxford)


Me fui a la cama tipo 2, medio frustrado porque no pudimos resolver mucho sobre el viaje across Europe con Andrés. Pero a las 8:30, arriba. Me iba a sumar a los nuevos fellows para visitar los cuarteles de Reuters en Londres.

En el camino me arrepentí.

Primero, porque ya estuve ahí. Segundo, porque lo llamé a Nico y me contó que el pequeño estaba en la guardería y que Sophie andaba enfermucha. Tercero, porque me amonestó la conciencia (sí, tengo una): los tiempos me están apretando demasiado; en menos de un mes, el 12 de marzo, debo dar la presentación final en público sobre mi proyecto de investigación y básicamente me siento in the oven with potatoes.

Así que me excusé y enfilé otra vez a la laberíntica, inexcusable biblioteca Bodleiana en la helada mañanita oxoniense.

Pasé unas cuantas horas hojeando unos brolis pesadísimos y batallando con la máquina fotocopiadora.

Lo único que me alentaba era la idea de que apenas terminara, ¡aaaahh...!, iría sin escalas a mi segundo hogar, el divino Rose and Crown, y me premiaría con una combinación a la que me hice adicto: una pinta de cerveza Old Hooky (made in Oxfordshire) y un vaso de pistachos.


[El amigo John Kelly, columnista del Washington Post, publicó en su blog algo sobre los pubs de Oxford. Y me dedicó un párrafo: "El Rose and Crown -dice- se ha transformado en el bar no oficial de los Reuters fellows. El compañero argentino Abel trata de que la dueña lo adopte. Más allá de eso, yo creo que él quiere reencarnar en un apoyavasos así puede pasarse la eternidad en el Rose and Crown contemplando el líquido ámbar de sus sueños".

Gracias, Juan.

No obstante, me siento en la obligación moral (?) de aclarar un par de cosas: 1) si Debbie me adoptara, ella y Andrew quebrarían, 2) no creo en la reencarnación, 3) si creyera, jamás elegiría ser un apoyavasos: no nací para sólo contemplar, che y 4) aunque adoro la Old Hooky, y la voy a extrañar, sigo prefiriendo el Cabernet Sauvignon.]

domingo, 17 de febrero de 2008

251. Grosso de culo

(Desde Woodstock)


Dicen que hay gente que nace predestinada, con estrella.

(Los que no aceptan explicaciones metafísico-astrales prefieren la variable anatómico-azarosa: "Nacen con culo", dicen.)

Winston Leonard Spencer Churchill nació en 1874 en este pintoresco pueblito de casi tres mil habitantes ubicado 13 kilómetros al noroeste de Oxford. Woodstock es famoso por esto, y porque le dio nombre al lugar del estado de Nueva York donde en 1969 se iba a hacer el festival homónimo, que en realidad se hizo en una granja cercana, en Bethel.

Y Winston nació acá:


Se llama Palacio Blenheim, es una de las casas más grandes de Inglaterra y fue un regalo de la reina Ana para John Churchill, el primer duque de Marlborough, en agradecimiento por su liderazgo de las tropas de la Gran Alianza en el impresionante y decisivo triunfo contra los franceses y bávaros en 1704, en Blindheim, a orillas del Danubio alemán, como parte de la Guerra de Sucesión Española tras la muerte de Carlos II.

También conocida como "La segunda batalla de Höchstädt", la victoria impidió que Luis XIV, el Rey Sol, copara toda Europa. Y John la consiguió con cuatro mil tipos menos y con la estrategia de lo inesperado: una carga total al centro de la formación enemiga.


Ciento setenta años más tarde, el sietemesino Winston lloró por primera vez en este rancho que Unesco declaró "patrimonio de la humanidad" en 1987 y que sigue siendo bien de familia: actualmente vive ahí el 11° duque de Marlborough, un viejito simpático que maneja una 4x4 y que desde una pantalla de plasma te agradece la visita y que hayas pagado 16,50 libras para ayudar a mantenerlo. A mantener al palacio, se supone.

Diría que me dio un poco de lástima haberme colado como me colé usando una puerta de la capilla, si es que fuera cierto.

(Bueno, che, es que no tengo un mango. Ni ganas de aportar para que un viejito noble se compre otra 4x4, por más simpático que sea.)

Total, adentro había un museo interactivo y en caso de que me agarraran tenía de qué disfrazarme:


Winston era un alumno flojo (sólo zafaba en Historia y en Geografía) y además se portaba mal. Pero según los curadores de la muestra, que claramente no creen en el culo ni en el esfuerzo mayúsculo de la formación, tenía "un destino": imitar a su antepasado John en eso de comandar gente para que se mate por ganar y salvar al mundo de lo peor.

Yo me quedo con el gordo pelado cara de atorrantón orador fascinante escriba Premio Nobel.

El que pensó y/o dijo cosas como estas:

"No podría ni querría aprender nada donde no estén involucrados mi interés, mi razón o mi imaginación".

"El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo".

"La caída de Perón es la mejor noticia que recibí después del triunfo en la guerra".

"Personalmente siempre estoy dispuesto a aprender, pero no siempre me gusta que me den lecciones".

"A menudo me tuve que comer mis palabras y descubrí que eran una dieta equilibrada".

"La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes."

"No tengo nada para ofrecer excepto
sangre, trabajo duro, lágrimas y sudor.
(Esta línea se la afanó a Roosevelt.)
Me preguntan: ¿Cuál es nuestra política?
Diré que es hacerle la guerra
a una tiranía monstruosa.
Me preguntan: ¿Cuál es nuestro objetivo?
Puedo responder en una palabra: victoria.
Victoria a cualquier costo,
victoria pese a cualquier terror,
victoria sin importar qué tan largo
y duro sea el camino: porque
sin victoria, no hay supervivencia."


Y ya que don Winston nació con... estrella:

"Al que habla mal de mí a mis espaldas, lo contempla mi culo".

viernes, 15 de febrero de 2008

250. Pisoteos musicales

(Desde Oxford)

[Stomp en el New Theatre de Oxford, anoche.]


Todo muy lindo, los pibes le sacan ritmos coherentes a cualquier pavada y además son graciosos. Pero a mí no me gustaría tener a ninguno de ellos como vecino.

jueves, 14 de febrero de 2008

249. Aromaterapia en Noruega

(Desde Oxford)

Para Maru, Fer y Leandro,
porque sé que lo hubieran
disfrutado tanto como yo.


Latigazos como dolores hermosos y no es masoquismo: es un toque de felicidad, que no es lo mismo.

Entonces me castigan en fila, ordenadamente, a propósito, El fin del mundo porque no pude recordar cómo ser todo lo que vos querías y la Canción de amor que mata distancias y tiempos y palabras y esas Fotos tuyas que vi tanto, odié tanto, quise tanto.

No sé en qué momento Donald me vio y disparó su cámara. Donald no sabe por qué yo lloraba. (Boys do cry.)


Estar ahí, ¡¡en Noruega!!, con un amigo al que no veía hacía mucho, y después de 20 años de deseos sentir a The Cure en vivo, va al top ten de vida debidamente vivida. Derecho, e inamovible.

Robert Smith (alma, voz, guitarras), Simon Gallup (bajo), Porl Thompson (guitarras) y Jason Cooper (batería) tocaron el lunes 11 de febrero de 2008 en el Spektrum de Oslo.

Tres horas.

Tres horas, cuando tienen tres décadas de carrera y podrían no hacer nada o cumplir con 75 minutos por contrato y punto, como hacen algunas banditas de hoy.

Tres horas, cuando los noruegos son casi tan fríos como sus inviernos.

Tres horas, tres bises, 36 temas:

* Set principal
1. Plainsong.
2. Fascination Street.
3. alt.end.
4. The Walk.
5. The End of the World.
6. Lovesong.
7. Pictures of You.
8. Lullaby.
9. From the Edge of the Deep Green Sea.
10. Please Project.
11. Push.
12. A Letter to Elise.
13. Friday I'm in Love.
14. In Between Days.
15. Just Like Heaven.
16. A Boy I Never Knew.
17. Shake Dog Shake.
18. Never Enough.
19. Wrong Number.
20. One Hundred Years.
21. Disintegration.

* Bis 1
22. At Night.
23. M.
24. Play for Today.
25. A Forest.

* Bis 2
26. Let's Go to Bed.
27. Freak Show.
28. Close to Me.
29. Why Can't I Be You?

* Bis 3
30. Three Imaginary Boys.
31. Fire in Cairo.
32. Boys Don't Cry.
33. Jumping Someone Else's Train.
34. Grinding Halt.
35. 10:15 Saturday Night.
36. Killing an Arab.


Soy de los que asumen como principio, como frase-base, que la vida es una GRAN mierda. La conciencia de la muerte me parece una maldición inhumana, una broma divina. Y de ahí para arriba, para abajo, para los costados, todo se reduce a un combate permanente con la gran mierda para robarle alguna maravilla y tapar un rato el olor feo.


Payaso. A vos te hablo, Robert: payaso triste, desconsolado, sin amiguitos, quejoso, melancólico, desgarrado/r, nostálgico de tiempos peores, payaso encantadoramente triste.

Gracias.

martes, 12 de febrero de 2008

248. Curadísimo

(Desde Oslo)

[The Cure en vivo, estadio Oslo Spektrum, Noruega,
lunes 11 de febrero de 2008, 20:53.
Ya saben que la belleza me deja
sin palabras por un tiempo.]


domingo, 10 de febrero de 2008

247. SMS N° 51

(Desde Hokksund)

Por fin, después de más de un año, me encontré con Donald. Fue en la estación central de Oslo, ayer, en un mediodía soleado y fresco. Recorrimos la capital unas horas y a la noche nos juntamos con otros dos argentinos, Federico (también bahiense) y Alejandro (porteño), muy piolas. Tomamos unos tragos y fuimos a seguirla a una fiesta en el departamento de una vikinga enorme. [Corchetes piadosos.] Hoy vinimos a la casa de Donald, en este pueblo nevado de unos ocho mil habitantes que queda a una hora de Oslo. Pasamos toda la tarde en estado alfa mirando el segundo capítulo de Lost, alguno de The Office y otros de Héroes. Acabo de ver la victoria de River por un canal israelí (?). Y me voy a torrar porque me derrumbo lastimosamente: mañana The Cure sanará todo.

viernes, 8 de febrero de 2008

246. Ser o no Cerdeña (3)

(Desde Oxford)



Dicho sea de paso, todavía no sé y no entiendo por qué en castellano es Cerdeña, con ce, si el original es Sardigna o Sardinna y en italiano es Sardegna y el gentilicio es sardo (y no cerdo, que sería más coherente con la incoherencia) y no hay que olvidarse de las sardinas y la sardonia es una planta cuyo jugo aplicado en la cara produce una mueca que da risa y de ahí viene lo de la risa sardónica y me acuerdo de una compañera en la Escuela 4 -buena, alta, silenciosa: mi compañera- que se apellidaba Sardi.

El regalito consistió en diez días en una isla paradisíaca en serio: "paradisíaco" es un adjetivo bastardeado, manoseado, pero a mi cabeza no se le ocurre otro más ajustado. Sólo pensar en ese agua con manchones verdes, turquesas, azules, celestes...

Por algo yo, que nací sin el gen asiático y jamás pude comprender cómo hay gente que se preocupa más por fotografiar un momento que por vivirlo, me volví con 213 fotos en el celular.

Casi todo pueblo dominador en la Historia la quiso y la tuvo: Cerdeña fue fenicia, cartaginesa, romana, bizantina, árabe, aragonesa. Son 24.000 kilómetros cuadrados en el Mediterráneo, o sea como diez Bahía Blanca o como un décimo de la provincia de Buenos Aires.

Me la recorrí bastante: al auto le hice más de 1.500 kilómetros en una semana y pasé por una treintena de ciudades, poblados, playas, golfos e islas. Aunque me quedé en tres sitios: Cagliari, la capital sureña; el archipiélago norteño de La Maddalena y Alghero, el enclave catalán del noroeste.


Después de ese atardecer

y noche cagliaritani, con una pizza notable mitad provola affumicata mitad sarda finita quemadita llenita de mozzarella escuchando a Los Beatles en un bar con paredes del siglo XIII, el domingo temprano caminé por el centro histórico y llegué al puerto, donde me encontré con un sinvergüenza

y con un entrelazado feo y con olor a viejo.

Iba para la cancha del Cagliari, que se llama Stadio Sant'Elia y queda cruzando un río y de un lado tiene el mar

y del otro, la montaña.

Me clavé un gelato di chocolato y pompelmo rosa y me agencié unos pistachos. Ya adentro, charlé un rato con un par de carabinieri (lejos, los policías con más onda del mundo: la pilcha se las diseña Armani...)

y antes del partido entre el local y el Napoli enganché al Bati Larrivey -desde que llegó no le hace un gol ni al golfo- y al Pocho Lavezzi -ya ídolo donde Maradona es dios.

En Cagliari odian a los napolitanos. El equipo no tiene clásico en el Calcio ni tampoco mucha esperanza de salvarse del descenso: hasta ese día llevaban dos victorias en 20 partidos, últimos cómodos.

Encima Napoli, haciendo la conservadora que parece regla en el fútbol italiano, pegó una contra de pedo y se puso 1-0. Ah, la que se venía... Los sardos no están mal pero acostumbráos, como Inodoro: empezaron a putear al presidente del club, a los jugadores, al cielo, a los santos, a la virgen. Hasta que...

El árbitro adicionó cuatro minutos. A los 47 llegó el empate carambolesco. Y a los 49, el delirio. 2-1 épico, descontrolado, venial, inolvidable.

Los pibes que tenía a mi alrededor me abrazaban, me decían que yo era la suerte, qué odio Napoli, se colgaban de las barandas, saltaban sobre las sillas, les daban gracias a los jugadores, al cielo, a los santos, a la virgen: a todos, menos al presidente.


Me insistieron tanto en que yo era la suerte (me pagaron tantas cervezas) que por las dudas fui al bingo.

En el bingo había un cuarto de cuarta para fumadores. En el cuarto, unos veinte fumadores y entre ellos, una mujer de 40 y pico con su hijo de siete.

-Lo traigo para que aprenda los números -me dijo, sin sacar la vista del cartón aunque todavía no empezaba la vuelta.

-¿Y si el chico te sale jugador?

-Y... ¡¡saldrá a la mamma!!

Me miró como si yo fuera napolitano. Me senté lejos de ella y empecé a cartonear.

Y nada.

De nada.

Pero nada, ¿eh?

Siempre me quedaban dos o tres números.

Ni siquiera una línea, que en Italia se dice cinquina (pronúnciese "chincuina").

La sala cerraba a las ocho y se iba vaciando. Anunciaron la anteúltima jugada. Tres cartones por tres euros. Ma' sí.

El 70. Cantá el 70, la puta que te parió. 70, 70, 70.

-Settanta: sette, zero.

-¡¡Chincuina, CARAJO!!

La pegué. Cartón N° 2.308: 13, 26, 42, 58 y 70. Línea correcta, ¿alguna línea más?, la jugada queda cerrada con una línea correcta. Tomá. Me trajeron la banderita y todo. Total premio: 2,28 euros. Andá a cagar.

El 25. Dale, qué te cuesta, decí 25. No, 23 no, hija de puta. 25. ¿Qué parte de "25" no entendés, eh? Dale, perra. Ventichincue.

-Venticinque.

-¡¡Bingo!! ¡¡Bingo, LA PUTA QUE TE PARIÓ!! ¡¡BINGO!!

No sé por qué, mi grito hizo cagar de risa a la gente. (Menos la mamá fumadora-jugadora.) Cartón N° 2.306: 7, 8, 18, 19, 20, 25, 29, 34, 45, 57, 65, 69, 76, 79, 84. La jugada queda cerrada con un bingo correcto. Sí, el mío, pagame. 18 euros con 20 centavos. Porca miseria.

Pero quién me quita la bingueada.

miércoles, 6 de febrero de 2008

245. Oslo digo en serio

(Desde Oxford)

El sonidito del SMS entrante a las 9 y pico de la mañana interrumpió mi repaso de En busca del tiempo perdido. O quizá estaba durmiendo.

Andá sacando pasajes,
ya conseguí las entradas!!
Y si todo va bien tenemos fiesta
en Oslo el sábado a la noche!!
Kiuman.


Kiuman es mi amigo Donald, vecino escandinavo y a esta altura claramente vikinguizado. No lo veo desde hace más de un año, porque esta vez cuando él volvió a Bahía para las fiestas yo andaba acá rodeado de asiáticos navideños y luego haciendo la Escocia con My friend Yao.

Habíamos hablado de juntarnos apenas volviera: allá en Noruega o en otro punto europeo, daba lo mismo. Un par de semanas atrás le dije que justo en Oslo el 11 de febrero tocaba The Cure, la única banda vigente que me saca y todavía no pude ver en vivo. "Fijate -le dije-: si pegás entradas, mando como loco."


Alabadas sean las aerolíneas de bajo costo.

Londres (Stansted)-Oslo (Torp), vuelo 34, sábado 9 de febrero, 6:30.

Y encima todo fue bien y hay fiesta.

Pórtense bien, rubias de costumbres elásticas.

martes, 5 de febrero de 2008

244. Ser o no Cerdeña (2)

(Desde Oxford)


Arrivederci, Cerdeña.


Molto piacere. Grazie mille.

sábado, 2 de febrero de 2008

243. SMS N° 50

(Desde Alghero)

Perdón por tanto silencio: podría echarle la culpa a la belleza, pero paso. Resulta que en esta isla es difícil conseguir un sitio de Internet porque todo el mundo tiene (hasta en el celular). Y cuando encontrás uno, la hora cuesta... cinco euros, mínimo. Capisci? Tutto bene. Bacio.