miércoles, 30 de enero de 2008

242. SMS N° 49

(Desde La Maddalena)

[Isla La Maddalena, Cerdeña, Italia.
La belleza te puede dejar sin palabras.]

sábado, 26 de enero de 2008

241. Ser o no Cerdeña (1)

(Desde Cagliari)

El avión despegó a las 6:15. Dormí un poco en el bondi de Oxford a Londres, otro poco en el bondi a Stansted, otro poco en el aeropuerto, otro poco en el aire. Cuando llegué a Alghero (en el noroeste de Cerdeña) no entendía nada, pero igual me subí al Seicento de alquiler, blanco, querible y más inestable que Darfur.

Normalmente, el viaje a Cagliari (la capital sarda, que está en el sur) demanda unas tres horas. Eso, si tomás la autopista 131 que parte la isla a la mitad. También podés optar por las rutas costeras: tardás más, sí, aunque te regalan paisajes de acantilados y aguas celestes, verdes o turquesas.


Me costó uno y medio encontrar el "cama y desayuno" (bed and breakfast) que había reservado por Internet: queda en una colina del centro histórico capitalino, sobre un callejón que para mí va cambiando de lugar conforme te le vas acercando.

El espresso que me convidó Roberto, el anfitrión, me despertó menos que el relato parcial de sus correrías. Resumo: el tipo anda despidiéndose de los 40, habla cuatro idiomas, cuando laburaba en un hotel de Cagliari hace 17 años se hizo amigote del inmENZO Francescoli, cuando era joven y más impulsivo y dormía con el pijama rojo del comunismo se mandó a Nicaragua porque creyó que era su deber colaborar con el órgano de propaganda del Frente Sandinista de Liberación Nacional y combatir a Anastasio Somoza.

-Ah, los buenos viejos tiempos -dice, en perfecto español peninsular-. No abandono los principios ideológicos, pero uno evoluciona.

Dice que ahora le exige al Estado que garantice a todos educación y salud, "si no para qué está el Estado", dice, mientras deja a un costado la biografía del ajedrecista Bobby Fischer: "Murió hace diez días y aunque haya sido un nazi hijo de puta lo admiré muchísimo. Y todavía estoy elaborando el luto. Así se dice, ¿no?".


Yendo para el lado del puerto, bajando la colina, se aparece de golpe el Bastione Saint Remy.

Si te les animás a los 141 escalones (los conté; me agoté) se descubre una panorámica ciudadana de unos 300 grados:







Justo frente a la fuente del puerto,

pasa una procesión de 50 cristianos que le cantan alabanzas a la Virgen María y en sentido contrario se viene otra del grupo que reclama la independencia de Cerdeña. Cuando te sentás en un bar a clavarte un chegusán en serio y una birra, observás que

las minas se recontraproducen,

los tipos se dan vuelta para radiografiarles el culo y piropean,

todos te miran a los ojos y gritan y gesticulan,

los mozos tratan de cagarte con los precios,

y pensás qué parecidos somos a los tanos, y casi, casi, te sentís como en casa.

240. SMS N° 48

(Desde Oxford)


Y llegó el momento de disfrutar de un regalito, de un recreo paradisíaco: en unas horas vuelo de Londres a Alghero, un pueblo italiano con toques catalanes que queda al noroeste de Cerdeña. Va con auto y todo la cosa, así que pienso recorrerme la isla de arriba abajo. Abriendo bien los ojos para que la belleza impiadosa los lastime generosamente.

viernes, 25 de enero de 2008

239. Escocia: infinitivos definitivos (1)

(Desde Oxford)


Como el programa de Reuters en la Universidad de Oxford arrancó otra vez tan pronto My friend Yao y yo volvimos de Escocia, se me fue quedando atrás el relato de esos días tlemendos. Va sin conjugaciones. Parte 1:


Londres, 1 de enero de 2008

* Sentir ganas de matar al chino...

... porque le repito y le repito que está en la parada de bondis equivocada para ir al aeropuerto Stansted y no entiende y encima porfía.

... porque hasta que lo encuentro, perdemos dos micros: el de las 19 y uno de las 19:30. El próximo es a las 20 y no nos dan los tiempos: el vuelo es a las 21:50 y 40 minutos antes cierran el check-in.

... porque paro un taxi y me dice que cuesta 140 libras.

... porque la otra compañía de colectivos tiene una salida a las 19:50 y llegaríamos sólo cinco minutos tarde.


* Jugar la última carta y decirle al chofer que apriete el acelerador un poco, por favor, sea buenito.

-No hay nada que pueda hacer: depende del tráfico -dice.

-Es feriado, mister. Si pierdo el vuelo no voy a poder festejar Año Nuevo con mi hermanita.

-Ajá.


* Llenarle la cabeza en el viaje, darle una pastilla de menta, tener ganas de sacarle el volante. Hago fuerza, con mi pie aprieto un acelerador invisible, relojeo la hora. Llamo a Nico y a Sophie, para ver si se puede hacer algo online o por teléfono: NO. My friend Yao ya no sabe cómo disculparse. Me da pena, pero todavía lo quiero matar.


* Llegar al aeropuerto a las 21:07, tres minutos antes de que bajen la persiana.

-Gracias. Usted es un buen hombre -le digo al chofer del bondi, mientras salgo corriendo y arrastro a My friend Yao en español-: ¡¡¡Dale, chino y la puta que te parió!!!


* Encontrar la ventanilla del check-in a velocidad supersónica y ver que hay una chica a punto de irse. Le grito ¡Pará! como loco, un policía me mira-se sorprende-me empieza a perseguir, entrego mi pasaporte con la lengua afuera y son las 21:09.

-Perdón, oficial. Feliz Año Nuevo.


* Pasar el puesto de seguridad y abrazar a My friend Yao. "Sí, amigo, we made it!!!", y él con su sonrisa china y pese a su comunismo:

-Gracias a Dios. Ahora, por esto, voy a ir a la iglesia a agradecerle todas las semanas hasta que vuelva a mi país.


Así empezó todo.

jueves, 24 de enero de 2008

238. SMS N° 47

(Desde Oxford)

Acabo de hablar con La Tipa, que hoy cumple 81. Me dijo que andaba bien de salud, pero que se estaba achicharrando del calor y que tenía problemas de agua y que por eso no había cocinado -eligió comprar asado en la rotisería-, y me preguntó cómo andaba. Le dije que tomara mucho líquido, que yo acá me estaba cagando bastante de frío, que extrañaba su arte culinario y que no se preocupara, que estaba comiendo bien. Después, vaya uno a saber por qué, me preguntó si el chino gigante y pedorro seguía en la habitación de al lado y le dije que no, que luego de las fiestas volvió el yanqui pelotudo y buchón. Se rió mucho: al final ella me hizo un regalo a mí.

miércoles, 23 de enero de 2008

237. Presentation (2)

(Desde Oxford)

Me levanté a las 8 (!), tomé un café, me pegué una ducha, leí el libreto por segunda vez, me cambié (me puse la remera de Bahía que me diseñó el Gnomísimo: una toma satelital de la ciudad y la ría, con las coordenadas), agarré el pen drive con el archivo Presentación.ppt, fui a Green College, me fumé un Parliament, bajé a la sala de conferencias, puse de fondo a Carlos Gardel y durante una hora traté de que tuviera sentido una charla titulada "Argentina (Bahía Blanca) [y los medios]", con el respaldo del pizarrón y de las siguientes diapositivas:

1. Portada.
2. Foto de mi compañero del Washington Post John Kelly.
3. Imagen satelital del mundo.
4. Imagen satelital de Sudamérica.
5. Imagen satelital de la Argentina.
6. Imagen satelital de la provincia de Buenos Aires.
7. Imagen satelital de Bahía Blanca.
8. Imagen satelital de Bahía Blanca.
9. Imagen satelital de Bahía Blanca.
10. Imagen satelital de Bahía Blanca.
11. Datos de Bahía: población y ubicación geográfica.
12. Panorámica de Bahía de noche desde el mirador de Palihue (la vista que más me gusta de la ciudad).
13. Foto nocturna de la Municipalidad.
14. El Teatro Municipal.
15. El Puerto.
16. Manu Ginóbili por dos: festejando el tercer anillo con los Spurs y con la Selección campeona en Atenas 2004.
17. Oveja Hernández y el Coco Basile.
18. César Milstein.
19. Ezequiel Martínez Estrada.
20. Mapa político de la Argentina, con totales de superficie y costa ("Incluyendo, por supuesto, nuestras Malvinas", dije).
21. Foto del Aconcagua.
22. Aérea del obelisco porteño.
23. El glaciar Perito Moreno.
24. Las cataratas del Iguazú.
25. Puesta del sol en Monte Hermoso.
26. Maradona personificado como un dios.
27. Maradona levantando la Copa del Mundo en Méjico 86 con la celeste y blanca.
28. El Che Guevara.
29. Jorge Luis Borges.
30. El mate y el dulce de leche.
31. Los gauchos.
32. El tango.
33. El vino.
34. Carne argentina 1: once modelos hermosas con la camiseta nacional formadas como equipo de fútbol.
35. Carne argentina 2: las vacas.
36. Asado al asador.
37. Asado a la parrilla.
38. Datos del país: población, fecha de la Independencia, porcentaje de alfabetización y grupos étnicos.
39. Mayas y aztecas.
40. Incas.
41. Un barco.
42. La representación del infierno dantesco.
43. Foto borrosa de los periódicos más importantes del país.
44. Una luciérnaga.
45. Tapa y circulación de Clarín.
46. Tapa y circulación de La Nación.
47. Distribución de ambos diarios.
48. Tapa y circulación de La Voz del Interior de Córdoba.
49. Tapa y circulación de La Gaceta de Tucumán.
50. Tapa y circulación de La Capital de Rosario.
51. Tapa y circulación de El Día de La Plata.
52. Tapa y circulación de Los Andes de Mendoza.
53. Tapa y circulación del Río Negro de Río Negro y Neuquén.
54. Tapa y circulación de La Nueva Provincia de Bahía Blanca.
55. Foto de mi compañero del Washington Post John Kelly.
56. Mensaje final: Muchas gracias en español.

lunes, 21 de enero de 2008

236. Presentation (1)

(Desde Oxford)


The Reuters Institute
for the Study of Journalism


Weekly Digest
21 January–28 January

* Wednesday 23 January, 10.00am,
Green College Lecture Theatre:

The informal Fellows’ Presentations begin this week with Abel Escudero Zadrayec, Editor,
newspaper
La Nueva Provincia, Argentina.







(Uffff... Estoy en eso, che, no me presionen. Ya es suficiente con que lo programaran a la mañana. ¿Cómo era que se hacía un Power Point...?)

domingo, 20 de enero de 2008

235. Lo que me bañé no tiene nombre

(Desde Oxford)

No juzgues a Bristol como una ciudad pedorra sólo porque cuando la visitaste este sábado justo el servicio meteorológico advirtió sobre posibles inundaciones...

... y no paró de llover un puto segundo, y Bere Stortoni, que vivió ahí mientras jugó al rugby, te dio una mano con un mensaje de texto:

Andá a la uni, al museo y dps a Clifton Village a tomar café, bar MBargo maneja un argentino, Marcos, y en Avon Gorge ves puente colgante. Abrazo.

... y fuiste a la Universidad de Bristol y estaba cerrada al público justo ese día...

... y en el Bristol's City Museum te secaste un poco viendo dinosaurios pero cuando quisiste entrar en la atracción principal, la muestra itinerante Love de la National Gallery, te dijeron que justo la habían clausurado debido a la humedad...

... y el Clifton Village era una pileta de natación y en el bar MBargo te avisaron que Marcos estaba en la Argentina y pediste un café y justo estaban limpiando las máquinas y pediste una cerveza y justo estaban limpiando las choperas...

... y caminando empapado justo pasó un bondi que te duchó (como si fuera necesario)...

... y trepando una colina de Avon Gorge -porque no podés usar el camino que usa la gente normal- le agregaste una considerable cantidad de barro a las zapatillas y justo no tenías otro par porque total qué podía pasarte.

En serio, no juzgues a Bristol como una ciudad pedorra sólo por todo eso. No seas injusto. Fijate qué lindo puente colgante tiene:

Irónicamente, mojado dejé Bristol para bañarme en Bath, que está 21 kilómetros al sudeste y es una ciudad de 80.000 habitantes cuyo nombre lo dice todo: los romanos, que se las sabían todas, aprovecharon un manantial termal y entre los años 60 y 70 DC empezaron a mandarse ahí un spa glorioso en honor a la diosa Minerva (la Sulis de los celtas, previos dominadores de la zona).


El municipio de Bath maneja la cosa desde que abrió al público en 1897. Más de un millón de personas pasan cada año. La entrada cuesta 10,50 libras (nueve si sos estudiante como yo) y recontravale.

Aunque no puedas usar ese agua que sale de la tierra a unos 45 grados, sí tenés acceso a los restos del impresionante complejo original, incluidos el templo, el chorro sagrado (sic) y el caldarium, donde los romanos, capos, usaban ladrillos huecos para calentar los pisos: la versión beta de los actuales sistemas de calefacción central.


Según se supo gracias a las excavaciones modernas, hace 2.000 años los tipos no podían relajarse del todo porque, mientras estaban en eso, los afanaban. La reacción de la víctima tomaba la forma de una maldición. Por ejemplo:

Docimedis perdió dos guantes. Él desea que quien se los robó pierda su cabeza y sus ojos.

O esta otra, de despecho romántico:

Ojalá que quien me robó a Vilbia se transforme en algo tan líquido como el agua. Quien me la robó, o ella misma.

Para que la maldición tuviera efecto debían hacerle una ofrenda a Minerva. Por eso cuando descubrieron el baño circular, donde se daban la zambullida fría para terminar el tratamiento, encontraron como 13.000 monedas.

El tema ahora es mucho más prosaico, por no decir pelotudo: un cartel te sugiere que tires algo para ayudar a bancar los trabajos arqueológicos, y que aproveches para pedir un deseo.

Nadando en esa fortuna anda mi penique para que River salga campeón.




¿Dije que no podías usar el agua caliente que sale de la tierra? Mentí.

Pasando el shop (SIEMPRE hay un shop listo para satisfacer las compulsiones consumistas de giles como yo, que me agencié un mapa del Imperio Romano por cinco libras), antes de la salida, está esto:


Por 50 centavos, te dan un vaso lleno de la "famosa y cristalina agua" conocida como El chorro del rey: un líquido tibio y con gusto a óxido. Un soberano meo, bah.


En vivo y en directo desde la corteza terrestre, más o menos 1.200.000 litros de aguas termales suben cada día a Bath, que gusta promocionarse como la única fuente natural del Reino Unido.

Y no iban a andar desperdiciando: también por iniciativa de las autoridades locales, el 7 de agosto de 2006 se inauguró Thermae, un spa a todo ojetus, ojetae que costó 90 millones de dólares.

Capaz que me lo iba a perder, sí.

Pagué las 22 libras por una sesión de dos horas que incluyó:

1) Pileta climatizada y jacuzzi en el subsuelo vidriado.



2) Cuatro saunas circulares distintos, aromaterapia y masajes de pies.



3) Piscina termal al aire libre en la terraza del complejo, con las mejores vistas de la ciudad.



(Y no hice watsu, ni los masajes indios para la cabeza, ni la terapia de rejuvenecimiento con piedras calientes, ni el tratamiento facial: nada de eso, porque las tengo bien puestas... y porque no tengo un mango.)

viernes, 18 de enero de 2008

234. Felipe

(Desde Oxford)
A ver si te hacés cargo, Felipe. Sí, no me mires así. Hacete cargo. O sea: todo bien con la camisetita divina que te compró tu papá y que tan bien te queda, pero este año hay que ganar algo. Y hacete cargo, Feli. Porque quizá no sea sólo una frase estúpida eso de que los bebés vienen con un pan bajo el brazo, Feli. A ver si nos entendemos: vos te llamás ¡Felipe!, y encima viniste hace poco. Tenemos que salir campeones. Así que cuando vuelva, en mayo, el tío Abel va a estar ahí, en la Almirante Brown baja, con vos y con tu papá, para dar la vuelta.



[Felipe es el primer hijo de la pareja que forman mis amigos Fernando Borré y Valeria Pattacini.]

jueves, 17 de enero de 2008

233. Correo para un campeón olímpico

(Desde Oxford)

Fecha: Thu, 17 Jan 2008 18:10:58 -0300 (ART)
De: Abel Escudero Zadrayec
A: Pepe Sánchez
Asunto: Por fin

Hola Pepe:

No sabés, hacía MIL que tenía ganas de verte jugar. De hecho, para los primeros días de enero había pensado darme una vuelta por Barcelona con un periodista chino que está conmigo acá en Oxford, pero el chabón tenía que sacar visa y entonces nos fuimos a Escocia, y a cambio vimos a Bere Stortoni con los Glasgow Warriors.

Hoy no aguanté más y me registré en euroleague.tv, pagué los 4,45 euros y me vi el clásico contra el Real Madrid.

Carajo, Pepe, estaba en mi habitación, solo, morfándome unas papafritas y tomándome una birra, siguiendo la paliza que les pegaban en el primer cuarto y justo entraste y los devolviste al juego y yo gritando frente a la computadora como loco... Un enfermo.

El pase de faja que le colaste a Vázquez, ¡¡madre de Diossssssssssssssssssssss!! Mágico, deberían ponerlo en YouTube YA.

Decime que estabas cansado en el tercero; si no, no entiendo por qué te sacó Ivanovic.

Lakovic no paró de mandarse cagadas; ni pudo aguantar el partido tres minutos... Igual, con tantos problemas para asegurar el rebote defensivo no se puede, ¿no? ¡Qué desastre los grandotes, viejo! ¡Ni un puto bloqueo como la gente!

El triple ese que clavaste a falta de dos minutos y pico me dejó casi disfónico. Y se me terminó de esfumar la voz puteando a algunos de tus compañeros, que no defendían a nadie... y a Marconato por la tapa que se comió de cagón después del pase profundo que le metiste cuando quedaban 35 segundos... y al boludo de Basile por la falta antideportiva al pedo con 22 segundos por delante...

Sabés que simpatizo por el Barça y quería quitarle el invicto al Madrid en su casa. Quedé calentito.

Y bueno, quería contártelo. Hace bocha que no nos hablamos, así que aprovecho para comentarte que acá todo bien: una experiencia del recontracarajo, con colegas muy talentosos de todo el mundo.

No seas vago y tirame unas líneas sobre cómo va la vida ahí. Ah, y no abandono la idea de visitarte, siempre y cuando me prometas que nos vamos a ir a timonear en el velero por el Mediterráneo, jejejejeje.

Abrazo grande.

AEZ.

miércoles, 16 de enero de 2008

232. To those who are hot, I salute you

(Desde Oxford)

[Parques Universitarios, Oxford, hoy a las 15:36:
unos minutitos antes de anochecer y
con cinco grados de temperatura.]

martes, 15 de enero de 2008

231. Stratford y Shakespeare: todo un bardo

(Desde Oxford)

Stratford-upon-Avon sería otro pintoresco pueblito inglés de unos 25.000 habitantes sin mucho para hacer si no fuera porque ahí nació, en 1564, William Shakespeare. Esa casualidad biográfica le da un ingreso por turismo impresionante gracias a los tres millones de personas que lo visitan cada año.

Tres millones de personas que lo visitan cada año para encontrar apenas un puñado de rastros verdaderos sobre la vida del bardísimo y una tonelada de suposiciones e hipótesis con distinto grado de indecencia.

Una industria sin chimeneas ni vergüenza humeantes.

Ni siquiera se sabe cuándo parieron a WS: se tomaron la licencia de fijar el 23 de abril (tres días antes de su bautismo, del que sí hay registro) porque es la fiesta de San Jorge, el patrono nacional, y porque queda muy bien que coincida con la fecha de su muerte en 1616.


La Fundación Lugar de Nacimiento de Shakespeare (sic) se formó en 1847 cuando adquirió la casa donde aparentemente nació el escritor. Desde entonces, siempre "en beneficio de la Nación", compró otras cuatro propiedades relacionadas con WS y ahora te cobra unos 100 pesos para recorrerlas.

E ir a Stratford y no hacerlo es como pasear por París sin ver la Torre Eiffel, como dar una vuelta por Roma y no pasar por el Coliseo, como visitar Buenos Aires obviando el Monumental: no existe, me dijeron.

Aunque te engañen. Dale que me gusta. Total es educadamente, con buenos modales.

Apenas entrás en el Centro de Visitantes, o sea apenas pagás, te encontrás con el origen de WS: una recreación ilustrada con objetos de hace medio milenio y una serie de textos plagados de may have been, possibly, might, probably, likely, almost certain, maybe.

Ejemplo 1: el papá de WS, John, podría haber sido fabricante de guantes, aunque algunas fuentes sostienen que posiblemente fue carnicero y existen indicios de que se habría dedicado al comercio de maíz, o tal vez de lana.

Ejemplo 2: sabés que no sobrevivió un solo manuscrito de WS y entonces le preguntás a uno de los curadores-curanderos cómo se sabe si Shakespeare escribió 38 de las más maravillosas obras y 154 de los mejores sonetos de la historia y te dice que nadie discutió la autoría hasta el siglo XVIII.

-OK. Pero -chicaneás- no hay evidencias.

-La discusión no tiene sentido.

-¿Por?

-Porque todas las pistas y las investigaciones más serias apuntan a que Shakespeare es el autor.

Ejemplo 3:

El único dato oficial que respalda la posibilidad de que WS efectivamente haya nacido en la casa de Henley Street (foto) es que su padre John la había comprado tres años antes. Pero suele suceder que quien da a luz es una mujer y quizá Mary Arden justo en esos días de 1564 se había peleado con John porque no le bancaba sus antojos de frutillas y decidió irse a parir a la granja de su familia.

Conclusión: fui uno de los 500.000 boludos que cada año pagan por ver. Y no lo volveré a hacer, esa es la cuestión.


Lo que sí vale la pena (y la plata) de Stratford es la Royal Shakespeare Company, el célebre grupo de teatro.

Ya había visto uno de sus trabajos en Londres, una versión de La gaviota de Chéjov en la que actuó sir Ian McKellen -¡¡chicos, chicos: el Gandalf de El señor de los anillos!!- y que no reporté porque al otro día me las tomé a pasar el cumpleaños en Croacia.

Esta vez, el sábado a la noche, compré entrada a 20 libras para ver Noughts and crosses (literalmente, "ceros y cruces" aunque en argentino sería "tatetí"), la adaptación de una novela que escribió Malorie Blackman inspirada en Romeo y Julieta.

Básicamente, se trata de una muy buena historia de amor/alegoría política que incluye tensión racial -acá los poderosos son los negros-, terrorismo e injusticia.

Duró casi tres horas y salí reconfortado, con decisivo hambre y otras dos certezas: 1) el gran público del mundo pronto conocerá a alguno de los dos jóvenes protagonistas, Ony Uhiara y Richard Madden: dejaron jirones de sus pieles en el escenario con actuaciones potentísimas y 2) tengo que ir al teatro más seguido.

domingo, 13 de enero de 2008

230. Beatles en Re mayor

(Desde Oxford)


Empecé a escuchar a Los Beatles antes de nacer. Y todo por culpa de mi viejo, un fanático sano y tierno: cuando explotó el fenómeno en la Argentina el tipo era un adolescente sin un mango y apenas llegaba a comprarse los simples y los elepés. Pero no tenía dónde oírlos, así que los iba acumulando: preciosos, silenciosos, dolorosos. El día que por fin pudo agenciarse un tocadiscos estuvo como 24 horas pasando una y otra vez canciones cuyas letras mucho no entendía y moviendo la cabeza Yeah, yeah, yeah. (Apostaría a que ese fue uno de los días más felices de su vida.)

Me contagió, cómo no.

Bueh... tampoco me quedó otra. Entre otras razones, porque Los Beatles son una banda del carajo y porque creo que mi viejo, si hubiera sido por él, me habría bautizado John Paul George Ringo y porque yo, como primogénito supuestamente bien parido, no lo podía decepcionar aunque el turro me hiciera cortar el pelo tipo casco.


Aún me acuerdo de aquel acto de fin de año en la Escuela N° 4. Estoy casi seguro de que fue en quinto grado. 1984.

Se me ocurrió hacer un número de imitación de Los Beatles. Yo sería, por supuesto, Paul McCartney. Me faltaban tres. Y no fue fácil encontrarlos, por dos motivos: 1) ninguno de nosotros a los 10 tenía vocación actoral o ganas de pasar vergüenza frente a toda la comunidad escolar y 2) me parecía de vital importancia que la altura y el color de pelo de cada elegido se correspondiera con los del Beatle que iba a representar.

Sin embargo, los fui convenciendo con un arte contundente que se denomina capacidad de persuasión. (Mis amigos, que carecen de sensibilidad artística y les sobra sentido común, dicen que soy un rompehuevos inhumano.)

Así, la formación se completó con Germán Sánchez -gran compadre cuando éramos pibes; lástima que nos perdimos el rastro- como Ringo Starr; Octavio Araneta -el futbolista ex Liniers- como John Lennon y Mauro Campaña -el basquetbolista formado en Napostá y ahora en El Nacional- como George Harrison.

Nuestras mamás nos ayudaron a hacer guitarras de telgopor... Hasta ensayamos, créanme... Poníamos play en el grabador (entonces era plash, no plei) y hacíamos playback y copiábamos los pasitos... Yo no sabía inglés pero sí me sabía las canciones de oído y me sabía los nombres de cada una y me sabía **exactamente** quién la cantaba y cuándo empezaba y cuándo terminaba... ¡¡¡La puta madre, incluso hacíamos la reverencia al final de cada tema...!!!

Todavía no entiendo qué salió mal; cómo puede ser que ninguno de los cuatro esté nadando en plata gracias a una prolífica carrera musical.

Qué injusta es la vida.


En mi adolescencia me cambió el gusto. Nada que ver con aquel papelón infantil. Y no es que abandoné a Los Beatles -conservo varios cedés y el Sargento Pimienta me parece sublime-, sino que descubrí a los Doors y me abrieron la cabeza para otro lado, en una identificación total y sin fecha de vencimiento.

De hecho, juzgué 100% imperdonable que en la tremenda colección de vinilos de mi viejo apenas estuviera, casi sin uso, perdido, The Soft Parade, y en cambio hubiera espacio para todos los putos discos de los impasables Bee Gees.

Como sea, en 2002, cuando pisé Londres por primera vez, una de las cosas que quise hacer sí o sí fue ir hasta Abbey Road y sacarme la originalísima foto cruzando por el paso de cebra. Pero lo que más me gustó fue meterme en un teléfono público, llamar a Bahía y decir: "Hola, viejo. ¿A que no sabés dónde estoy?", y escuchar su emoción de beatlemaníaco de ley.


Si me levanté el viernes ¡¡¡a las 6 de la mañana!!! y me tomé un bondi de 27 libras y seis horas a Liverpool para escuchar UN TEMA de Ringo Starr (pedorro y cantado flojamente) fue porque hacía rato que quería conocer la ciudad pero más por la herencia musical.


Por eso, lo primero en lo que pensé cuando el veterano jockey apareció en la terraza del St George's Hall (esa luz en la foto) fue discar el número de mi viejo. Una pena que no me pudiera comunicar.

Y otra pena que el espectáculo que abrió el año de Liverpool como Capital Europea de la Cultura cerrara así, frente a unas 25.000 personas, después de 45 minutos tan escasos como vibrantes, con puntos altísimos en la introducción con los fuegos artificiales y en la grúa que depositó un contenedor repleto de artistas locales y en las memorables actuaciones de los acróbatas aéreos jugueteando sobre la pantalla gigante.


En el hotel esa noche me crucé de casualidad con dos pibes argentinos, Lucas Balaclav y Juan Manuel Valdés, ambos de 20 años. Habían ido al show y ahora estaban sin plan. Entonces, como si fuera un tío piola, los arrastré al Cavern Club, la famosa cueva en un subsuelo céntrico donde Los Beatles debutaron el 21 de marzo de 1961 y donde tocaron 292 veces.

Entrada a una libra, cerveza a 2,60 y una banda californiana en el escenario principal (que luce igual que el original pero no es el mismo).


Entre tanto cover tenía que llegar uno de Los Beatles, y cuando eso pasó cacé el celular, subí las escaleras para encontrar señal y marqué: 00, 54, 291... Quería repetir el Hola, viejo. ¿A que no sabés dónde estoy?, pero nada.

En fin.


Volvíamos caminando por Parliament Street y Juan Manuel detectó que de un edificio salía música conocida: sonaba Milonga del marinero y el capitán, de Los Rodríguez. La persiana americana estaba rota y vi gente de fiesta. "Cantemos el estribillo a ver qué pasa", les dije a los pibes.

Los tres tiramos alarido de cancha por la rubia loca que bailaba sola hasta el amanecer. Y los de adentro escucharon, se asomaron, preguntaron de dónde éramos y con acento español empezaron a gritarnos ¡Eh, boludo!, ¡eh pelotudo!, ¡eh, la concha de tu madre!

No daba para otra que seguir rumbo al hotel.

Sin embargo, cuando llegamos a la esquina oímos que nos llamaba una mujer. Era una canaria completamente borracha, una rubia loca que no iba a bailar sola hasta el amanecer. La fiesta era en la casa que compartía con otro isleño.

-¿Son buena gente? -nos preguntó.

-Por supuesto -le dije-. Miranos las caras.

-Pues entonces vengan, vamos.

En un living mediano había como 35 cadáveres de vino blanco, de vino tinto, de cerveza, de ron... y unos restos de picada. Y había una inglesa y más españoles, todos en estado lamentable.

Nos quedamos sólo un rato porque nosotros somos gente ubicadita.


Al otro día, temprano y como si nada, arrancamos al Albert Dock, una zona muy Puerto Madero donde está la colección llamada Beatles Story. Por diez libras te sumergís en el pasado detallado: cómo se gestó y desarrolló la banda, en un relato interactivo que incluye apabullante memorabilia dispuesta en salas ambientadas de acuerdo con cada etapa.

La vencida, a la salida: tenían que haber escuchado la voz de mi viejo cuando le dije que estaba en Liverpool, en un museo de Los Beatles, mientras de fondo se colaba If I Needed Someone.

Le conté que había visto a Ringo, que le pregunté si iba a ir a la Argentina (no le dije que me pareció una sombra); le dije que había estado en el Cavern y que sabía cuánto le gustaría a él estar en mi lugar.

-No importa -me dijo-. Vos sos una extensión mía.

Me dejó sin palabras, me la re puso...

Así que ahora yo le pongo estas palabras. Que representan un poco un relato, un poco un recuerdo, un poco un reconocimiento.

viernes, 11 de enero de 2008

229. A Ringo se le cayeron algunos anillos

(Desde Liverpool)
En menos de tres horas, exactamente a las 20:08 hora local, a la izquierda de la pantalla gigante (o sea en el techo del St George's Hall), va a tocar Ringo Starr en la noche de apertura de Liverpool como Capital Europea de la Cultura 2008, un acontecimiento que seguirán -según los optimistas organizadores- alrededor de 300 millones de personas en el mundo.

Hace tres minutos terminó la conferencia de prensa. Me senté en la primera fila y me pasó por al lado en su camino al pequeño escenario.

Ringo me pareció un viejo jockey, petiso y flaquito consumido. Ocultos parcialmente sus ojos por unos lentes de vidrios esfumados, la campera de cuero quizá un talle más grande, apenas dos anillos en la mano izquierda: casi, casi, una sombra.

Pero una sombra con un toque de onda. (Aunque sea porque sigue siendo un Beatle.) Alcancé a preguntarle si pensaba visitar la Argentina. Me miró, serio, y secamente dijo:

-No, no tengo ningún plan para visitar la Argentina. No te lo tomes como algo personal.

-Ahora me lo tomo como algo personal -le dije. Creo que sonrió un poco.


Justo mientras escribía las líneas de arriba, en el Centro de Medios, escuché que un par de colegas británicos recordaba alegremente ese pasaje de la rueda de prensa. Y les pregunté qué lectura hacían, por qué el tipo fue tan cortante.

-Oh, es sólo el humor de Liverpool -me contestaron-. A nosotros nos dio pena que no te dijera nada más.

En realidad, me interesaba saber si cobraría por la actuación de hoy y por el resto de sus apariciones, ya que él mismo remarcó que lo hacía "para apoyar a mi ciudad". Preferí tirarle lo de la Argentina porque si decía que sí...

Lo charlé con una chica de la BBC que estaba al lado mío.

-No sé si cobra -dijo, algo indignada-. Pero debería decir que lo que más le interesa es vender su CD.


Cuando terminó la conferencia lo encaré a Phil Redmond, el subdirector de la Compañía Cultural de Liverpool, organizadora del programa festivo.

-Ringo no nos cobra lo que usualmente cobra por un show -dijo-. Aunque definitivamente no lo hace gratis.

-¿Y cómo eso se llama "apoyo"?

-Bueno, es un acuerdo que conviene a las dos partes: a nosotros nos da publicidad que él esté acá y él aprovechó y tuvo la gran idea de sacar un nuevo disco.

-¿Quién recibirá la plata por las ventas?

-Toda él, por supuesto.

-Como si la necesitara.

-Hmmm, no luce como alguien que necesite la plata.


Se me vino a la cabeza un tema de Los Beatles que justo canta Ringo:


Con una pequeña ayuda de mis amigos.


228. SMS N° 46

(Desde Oxford)

Sale viaje relámpago: esta noche, en el estreno de Liverpool como Capital Europea de la Cultura 2008, toca gratis Ringo Starr. Como el miércoles fue el día cero de los nuevos Reuters fellows (tres egipcios, una japonesa, una coreano-norteamericana y una búlgara) y ahora no tenemos actividades hasta el lunes, hace dos minutos saqué pasaje en bondi. A la vuelta aprovecho y paro en Stratford-upon-Avon, donde nació Shakespeare, y me veo una obra de la Royal Company. To beef or not to beef.

jueves, 10 de enero de 2008

227. Las paradas del viaje (4)

(Desde Oxford)


Uh, me iba a poner a contar algo del viaje a Escocia que acabamos de hacer con My friend Yao cuando me di cuenta de que me quedaba pendiente una parada del recorrido cumpleañero por Eslovenia, Croacia e Italia.

Excusa: ocurrió el año pasado.

Realidad: es una deuda (se la anuncié al lector Juan Cruz).

Premisa: ordenémonos antes de que nos morfen los piojos.

4.
Los escritores más renombrados no fueron/son boludos para elegir dónde inspirarse. Qué sé yo, hasta la buhardilla de Balzac en París tiene onda y una vista del carajo. Repasen biografías y van a ver que relativamente pocos recibieron la visita de la musa en un albergue mugroso sin ventilación. (Pienso en excepciones rápidas; pienso en Kafka y en su escritorio burocrático -aunque era en Praga, pienso: ¡Praga!, y no, sin ofender, Coronel Dorrego- y pienso en Borges y en Adrogué -pero pienso que la genialidad y sobre todo la ceguera te deben conducir al estado en el que un paisaje te importa un pito.)

Tal vez debería seguirla por el lado de la belleza natural como fuente inspiradora y entonces caería en que también una mina te la puede dar y agregaría que seguro, pero segurísimo, la Beatrice que Dante vio una sola vez en su vida y que en la Divina comedia lo lleva de la manito al cielo era un avión a chorro, una diosa, una bestia total: no queda otra.

Tal vez.

Pero no es lo que pensé cuando vi las dos estatuas de Joyce, una en Pula y otra en Trieste. Pensé: "Che, Jaimito, no fuiste ningún boludo para elegir, ¿eh?".

[En Pula, tomándose un cafecito.]

[En Trieste, cruzando el puente.]


Ojo, de ninguna manera quiero postular que un gran paisaje le puede dictar un Ulises a cualquier marmota. Me mandás a mí seis meses a una casa frente al Mediterráneo con todos los gastos pagos y posiblemente no me salga ni una frase más o menos decente (aunque la pasaría de bien...).

Y sigo rameando, lo cual me lleva derechito a esta foto:


Enmarcados por esas ramas (¿enramados, sería?) aparecen el Adriático y un castillo en un acantilado. Y es apenas una de las postales que te llevás cuando te vas de Trieste a Duino y desde ahí desandás un camino estrecho, costero, impagable, divino hasta Sistiana.

¿Y cómo se llama la obra?

Se llama "El sendero de Rilke", porque por ahí se extasió circa 1911-12 uno de los poetas más relevantes del siglo XX y luego redondeó sus gloriosas Elegías de Duino.


Primero, buscando inspiración en el mar azul (cazá la pose de hiperconcentración), quise reflexionar profundamente. Y me salió: "René, vos tampoco fuiste boludo para elegir". Después, ya desbordado por la energía creativa, me puse a analizar si algún día podría pegar un par de líneas como estas:

Si yo gritara,
¿quién me escucharía ahí arriba
en las órdenes angelicales?

Y si uno de repente
me llevara a su corazón,
yo me desplomaría
no podría sobrevivir
al lado de su
existencia superior.

La belleza es sólo
el primer toque del terror

[Comienzo de la "Elegía 1", en traducción libre y gratuita.]


Y claramente, la conclusión de aquel planteo es que no. Que no podría escribir algo así ni viendo vistas inconcebibles, ni caminando los caminos divinos, ni fumándome un Monte Cristo en la playa, ni abusando de las pastillas de LSD. De ninguna manera.

La realidad de la incapacidad me deprimió. Tanto, que no me quedó otra que ahogar trabajosamente la tristeza en Trieste con tres tropelías para tragar.


[Cabernet Sauvignon de la zona -Friuli-Venezia Giulia-, jamón de San Daniele -para mí, mejor que el famoso parmesano- y mortadela con trufas.]

miércoles, 9 de enero de 2008

226. SMS N° 45

(Desde Oxford)

El chino clavándose un kebab asqueroso de un cordero dudoso hecho por un marroquí quejoso a las 2 de la mañana mientras yo le empujaba la bici por las heladas calles oxonienses: esta es la última imagen del día, después del bondi de Edimburgo a Glasgow (una hora y 20), el tren al aeropuerto (una hora), el avión a Londres (hora y media), el micro a Victoria Station (hora y 25) y otro bondi a Oxford (dos horas). Pero qué pedazo de viaje pelamos. Hay montaña para contar. Ya va, ya va, ahora no me da.

domingo, 6 de enero de 2008

225. SMS N° 44

(Desde Edimburgo)

Estaba sentado sobre una piedra, en el lado oeste del parlamento escocés, fumándome un Parliament, mirando la agonía del sol detrás de la colina que vigila al Palacio de Holyroodhouse, la residencia real, cuando me dije que sí, definitivamente: si pudiera me pasaría la vida viajando.

jueves, 3 de enero de 2008

224. SMS N° 43

(Desde Glasgow)

Casi no llegamos. Stop. Pero estamos con el chino, disfrutando. Stop. Bere y familia, geniales. Stop. Viernes, cancha. Stop. Hoy mucha nieve, demasiada belleza. Stop. Altas fotos. Stop. En cuanto pueda reporto. Stop. Saludos. Stop. Ah, y feliz cumple Walter. Stop.

martes, 1 de enero de 2008

223. SMS N° 42

(Desde Londres)

[Avenida Maida Vale, Londres,
minuto 1 del 1° de enero de 2008.]

Gran año para todos.
Salud y saludos.