542. Las necesidades saludables
Stanley, uno de los hijos del secretario municipal de Salud y concejal electo Guillermo Quevedo, es empleado público y en 2008 recibió una beca de 1.000 pesos de la Cámara de Diputados de la Nación.
-¿Qué? ¿Una beca? -dijo el funcionario cuando se lo consultó. Se mostró realmente sorprendido-. Es la primera noticia que tengo.
Quevedo pidió un tiempito para llamar a su hijo y preguntarle. Pero no lo pudo encontrar.
El chico tiene 24 años y cursa Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Juega al golf (en 1999, según publicó el diario El Popular de Olavarría, lo eligieron para competir en el Torneo Nacional Interfederativo) y también integra un equipo de fútbol llamado "Preguntale a tu hermana", que usa la camiseta blanca del Milán de Italia y participa de un torneo privado de siete contra siete. La inscripción cuesta 350 pesos y por partido se pagan 140 pesos. Según consta en la página del organizador, la última presentación de "Preguntale a tu hermana" fue empate 1-1 con "Skol": el gol lo hizo Stanley Quevedo, la figura de la cancha.
De acuerdo con su padre, Stanley entró en 2007 como administrativo en la Subgerencia de Delegaciones de la Superintendencia de Servicios de Salud, que depende del Ministerio de Salud de la Nación.En el Registro Central de Personal Contratado que elabora la Jefatura de Gabinete figura que Stanley ingresó el 1º de abril de 2009, que tiene dedicación 100% y que el contrato se le termina a fines de este año.
Después de que consiguiera localizar a su hijo, Quevedo explicó:
-Es correcto, tiene una beca. La gestionó la Superintendencia para los estudiantes de la UBA que trabajan ahí.
-¿Pero le parece bien? ¿Éticamente correcto?
-No me parece mal: cualquier estudiante puede pedir una beca. En todo caso, estaría en falta el organismo pero no mi hijo.
-¿Stanley necesitaba esa plata?
-Él no depende económicamente de mí. Vive de lo que genera.
-¿Y cómo consiguió el puesto en la función pública?
-A través del Ministerio de Salud -dijo Quevedo, quien asumió la secretaría municipal de Salud en diciembre de 2007, después de 14 meses como número dos del área.
Su currículum dice que se recibió de médico en 1982 en Buenos Aires y que tiene siete antecedentes de posgrado. En una videoentrevista con lanueva.com no supo responder por qué el bahiense César Milstein había obtenido el premio Nobel de medicina.
En las últimas elecciones Quevedo encabezó la lista oficialista de candidatos a concejales que ganó ajustadamente en Bahía Blanca con poco más del 20% de los votos.
Durante el debate de postulantes que organizó Canal 7 dos semanas antes de los comicios, el funcionario había dicho que cobraba "8.500 pesos por mes" como secretario y alrededor de 2.000 pesos más, "variable", como pediatra.
[Ofrecí este pequeñito aporte al diario pero no le vieron impacto o valor periodístico, digamos. Yo no comparto ese criterio: no es que haya delito acá, aunque sí, creo, un hecho al menos cuestionable. Me parece un poquito obsceno que se destine una beca de Diputados a un empleado público, hijo de un funcionario que gana más de 10.000 pesos por mes. Por más que el chico se banque solo; por más que la beca hubiera sido creada exclusivamente para alumnos de la UBA cuyos apellidos empiecen con Q, usen Facebook, se corten las uñas con regularidad y en el Apertura 2009 hayan convertido tres goles para "Preguntale a tu hermana". Guillermo Quevedo no me cae mal y a Stanley ni lo conozco; de hecho, me dicen que los dos son buenos tipos y no tengo por qué desconfiar. Sólo supongo que habrá algún otro argentino que necesite más la guita de nuestros impuestos.]