lunes, 1 de abril de 2013

806. Un informe de la hostia



"Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Quien coma de este pan vivirá para siempre. El pan que les doy es mi carne, y lo doy para la vida del mundo."

Juan 6, 51




   No pesa casi nada: apenas un cuarto de gramo.

   Si ponés en Google "un cuarto de gramo", para ver qué otras cosas son así de livianas, saltan más de 300.000 resultados que te empujan al mundo de la droga.

   Pero, hostia, es el cuerpo de Él para los cristianos.

   Un cachito redondo y fino de pan ácimo que, debidamente consagrado, se convierte en la Sagrada Forma y se deposita en la boca del creyente en situación de comunión; es decir, quien supo expiar sus pecados mediante la confesión y la penitencia:

   -El cuerpo de Cristo -dice el cura, hostia en mano.

   -Amén. 


[Así arranca "Un informe de la hostia", publicado ayer, domingo de Pascua, en LNP. Sigue acá. La foto es de Pablo Presti.]