miércoles, 31 de diciembre de 2008

451. Quiero decirles una casa


N
o, no quiero. Por ahora no quiero. Así que no voy a repasar cuánto morí el último medio año, apenas volví de Europa y decidí comprar mi primera casa.

Diré brevemente que todo lo que podía salir mal, salió mal.

(Murphy y la puta madre que te parió.)

Hasta ayer.

Porque ayer, la casa que siempre había alucinado -antigua, grandota, cerca de la estación de trenes, primer piso, escalera de mármol, vitral enorme, pisos de pino tea, techos altísimos-, esa casa, inesperadamente, se casó conmigo.



Ya no me dan ganas
de agarrar una maza
y partirte la fachada
hermosa
al medio.















[El mejor 2009 para quienes se lo merezcan.]

lunes, 29 de diciembre de 2008

450. Cadaqués que respirás (¿ves?)

[Llega la cuarta entrega de las historias europeas colgadas. Esta sucedió en un pueblito catalán donde los tuertos son muy reyes.]


-
¿Vas para la Costa Azul francesa? ¿En auto? Uh, boludo, qué bueno... -me dice el porteño que atiende el hostel en Barcelona-. De pasada, en la Costa Brava española, fijate si podés entrar en Cadaqués. Es un lugar hermoso, vas a ver. Pero es demasiado blanco. Si te toca un día de sol, llevá lentes porque te deja ciego.


Che, porteño, y no me decís nada sobre Dalí. Qué obsceno. Cómo no me vas a decir que Dalí vivió y laburó en Cadaqués, que para él era el pueblo más lindo del mundo. Con lo que me gusta Dalí, hermano. ¿No te conté cómo lloré frente a la colección de dibujos que hizo para ilustrar La divina comedia? Como guía turístico sos un desastre. Tan ciego te dejó. ¡Ahí Dalí pintó La madonna de Port Lligat! Menos mal que la palabra Cadaqués hacía eco en algún rincón de mi cruel memoria y fui igual.



El camino montañoso es bella y peligrosamente interminable. Cadaqués está allá abajo: esas manchas como nubes entre multitud verde selva y azul mediterráneo.


Sí que hay sol. Sí que es todo muy blanco. Sí que te ciega.

-Hubo una disposición, hace muchos años, para echarles cal a las viviendas a fin de combatir la malaria -me dice (incluso con las comas) don Atilio, un hombre que nació en Cadaqués hace 76 años y desde la puerta de su casa mira la vida, parece, arriba de un banquito.

-Tranquilo, el pueblo, ¿no? Ideal para escribir y pintar...

-¿Tranquilo? Je, je, je. ¡Es ABURRIDO! -me dice (incluso con los signos y el énfasis)-. Aquí no pasa nada de nada. ¡Ni un cine, hombre! Y debe de ser el pueblo donde hay más escritores que no escriben y pintores que no pintan.


Si será exagerado, usted, don Atilio. ¿Y Dalí y Miró y Picasso y García Lorca y D'Ors? ¿Vinieron a pescar, nomás? ¿O es que ya nadie puede pintar y escribir en Cadaqués porque los fantasmas te cagan la cabeza y te dejan ciego? Voy para la Casa Museo Salvador Dalí y vienen dos francesas: "Está cerrada", me dicen. Carajo: a la madrugada tengo volar de acá. "Si querés te contamos cómo es y te mostramos unas fotos", me dicen. Merci. Merde.



Callecita. Mínima. Zigzagueante. Empedrada. En subida. Cof cof.


A los 13 oí la leyenda urbana sobre los Parliament: esos cigarrillos me iban a dejar ciego. Eso decían. Pero yo los fumo desde hace 20 años y ni lentes uso. ¿Serán entonces las paredes blancas blancas blancas de Cadaqués? O el vino. ¿Veo bien el cartel? ¿Es él? ¿Cortes unisex en la peluquería "Burrito Ortega"?

martes, 23 de diciembre de 2008

449. Papá Noel existe (o el periodismo salvavidas)


A
bel:

Hoy cuando me sentía tan sola y triste, para despejar mi mente entré a navegar en internet y encontré su nota del 18 de diciembre de 2005 a la señora Natty Petrosino y en un momento dado me pregunté ¿de qué me quejo? Aunque Dios me puso muchas piedras en el camino y estoy cansada de sufrir, pienso que no he llegado al fondo del pozo, todavía tengo el amor de mi hijo menor, y todavía creo en Dios.

Dicen que "Dios aprieta pero no ahorca"; por momentos me sentí ahorcada, cuando falleció mi marido, cuando siento que no puedo sacar a mi hijo adelante y tantas otras cosas tristes, dolorosas, pero leyendo su nota me doy cuenta de que lo mío es insignificante al lado de lo que vive esa gente.

Una nota de hace 3 años justo hoy evitó que me suicide. Gracias por eso.














[Recibí este correo anónimo hoy. Cuando leí la última frase quedé boquiabierto. La piel de gallina. Paralizado. Me costó creerlo. Ni en el deseo profesional más soberbio se me ocurrió jamás que un artículo podría tener semejante efecto. ¡Que salvara una vida, la puta madre! Es el mejor regalo; gracias Papá Noel. No sé qué decir. Sigo impactadísimo. Y como completo, enamorado del periodismo, diría que feliz.]

lunes, 22 de diciembre de 2008

448. Resacoso


1.


Yo NO tengo unas All Star de lona.



2.

-Esperá, esperá un toque.

-Noooo, boluda, ¿esperá qué? Ya fue.

-No me podés decir eso.

-¡Ya lo dije!

-No sos gracioso.

-Vos sí. A veces. Cuando no sos tan triste.



3.

Esa noche fue la más puta. Se portó como nunca con su marido en la cama; hizo todo lo que (supuestamente) a él le gustaba tanto. Hizo todo lo que ella siempre había querido hacer, bah.

Al otro día, apenas salió de la oficina, él entró por primera vez en un cabaret y se gastó 250 pesos.



4.

-Te quiero como si no te conociera, mirá.



5.

Ella dice ponele que no tengas otra. Ella dice mucho "ponele". Ponele que te presto atención, le digo. Ella dice que soy un boludo, que no se hacen chistes en estos casos. (Y tiene razón. Con las dos cosas que dice.) Ella dice que en estos casos hay que tener la decencia y los ovarios de escuchar. Ella dice que hay que tener ovarios y yo no le hago ningún chiste: por decencia y para reducir el nivel de boludez en sangre. Ella dice cosas que no tengo ganas de escuchar pero escucho. Ella dice, finalmente, no tengo ningún motivo para vivir, ponele, mientras se acaricia la panza muy embarazada.



6.

"Cuando se despertó esa mañana, después de un sueño inquietante, Gregorio Samsa se descubrió en la cama convertido en un horrible insecto."

Según el inglés Kingsley Amis (novelista, poeta, crítico, profesor y gran escabiador, además de padre del escritor Martin Amis) esa frase de Kafka al comienzo de La metamorfosis es la mejor representación literaria de la resaca.

Entre sus decenas de libros, Kingsley escribió tres sobre la bebida. "Cuando esa inefable combinación de depresión, tristeza, ansiedad, desprecio hacia vos mismo, sentido del fracaso y miedo por el futuro te empieza a asaltar, convencete de que lo que tenés es una resaca -dijo-. No sufriste una lesión cerebral, no sos tan malo en tu trabajo, tu familia y tus amigos no forman parte de una conspiración casi silenciosa sobre lo mierda que sos, no es que por fin ahora ves la vida como realmente es."

viernes, 19 de diciembre de 2008

447. SMS Nº 80


Q
ue conste: me parece esencialmente injusto que en este país se carguen a otra generación.

jueves, 18 de diciembre de 2008

446. La villa es un carnaval


E
n cada tiempo muerto (antes llamado "minuto", aunque fueran 50 segundos), la mujer se ponía de pie para aplaudir y alentar al equipo. Como casi todos. Sólo que después ella extendía sus brazos con las palmas de las manos abiertas hacia los jugadores, elevaba su mirada al techo, cerraba los ojos con fuerza, murmuraba una plegaria irreconocible, volvía a enfocarse en el banco de suplentes y movía los diez dedos como si transmitiera energía.

Finalizada la ceremonia, saltaba y gritaba:

-¡¡A eeestos putos les tenemos que ganaaaaar!!



Villa Mitre, el flamante campeón del torneo de básquetbol, es el único equipo bahiense que sería local en serio en una instancia profesional.

Conozco a casi todos los pibes que de hinchas pasaron a ser dirigentes del tricolor: son pibes con ganas de hacer y que hacen. Van al frente como trompada, arrastrados por el cariño a la camiseta pero sin ser unas pasionales cabezas de termo.

Ojalá se les dé.

martes, 16 de diciembre de 2008

445. El arte de conducir


L
ista de palabras clave:

identidad
formación
apertura
experimentación
estrategia
mito
miedo
conflicto
revolución
evolución
paradigma
participación
grietas
límites
responsabilidad
herramientas
narrativa
acercamiento
apariencias
certezas
anonimato
construcción
ayuda.


Más o menos a partir de ese tótem ensaladesco traté de hilar una charla sobre el cruce entre arte y tecnología desde el periodismo, durante el ciclo denominado "Las ruinas de Bahía Blanca" (*) en el Museo de Bellas Artes.

Y cuando volvíamos recién al diario, con Matías No-sé-decir-"no" Matarazzo (quien por supuesto se animó a enfocar el asunto desde la literatura) escuchamos bombos, petardos y un grito:

-¡¡Caaa-mioooo-neros, carajo!! ¡¡Caaa-mioooo-neros, carajo!!



La realidad es a veces obscenamente irónica, pienso.







(*) "[...] a juzgar por las ruinas de Bahía Blanca, que tuve curiosidad de explorar, no se ha perdido mucho." Jorge Luis Borges, "Utopía de un hombre que está cansado", en El libro de arena, Emecé, Buenos Aires, 1975.

domingo, 14 de diciembre de 2008

444. Cumplí para adentro


D
etesto mi cumpleaños y siempre me meto para adentro.

Meto dentro de la mochila un libro, una botellita de agua y dos de cerveza artesanal, unos fasos, unos pesos, una libreta, una birome, y camino bajo el sol limado de las tres de la tarde subiendo por Las Heras hasta las vías del tren para encarrilarme hacia el Parque de Mayo escuchando Sumo y felizmente veo cosas.


Veo un pibe que me quiere vender una pulserita para ayudar a su papá, aparentemente herido en un accidente, y le digo que no uso, perdón, y el pibe dice bueno, ¿quiere colaborar?, y yo perdón, pero no puedo colaborar conmigo, que se mejore tu papá, y el pibe sale corriendo y parece si no feliz al menos entusiasta.

Veo tipos que estrenan guantes o chomba o palos o amante o cuernos y le pegan re fuerte a la pelotita y se ríen igual y parecen si no felices al menos engañados.

Veo como diez chicos morados bañándose en el agua contaminada del Maldonado bajo el puente y parecen si no felices al menos despreocupados.

Veo el auto con ventanillas bajas y a él y a ella en sus 60 y en sus reposeras tomando mate y mátenme el día en que haga algo así, aunque ellos parecen si no felices al menos serenos.

Veo que John Cheever describe a una mina así: "Se notaba que había sido muy hermosa y probablemente nunca perderá la autoridad que de joven le había conferido esa certeza", y parece si no feliz al menos eficaz.

Veo que es inminente el bajón y me compro un cubanito clásico y otro relleno con helado de chocolate y sigo los saltos de tres recientes ex bebés en una cama elástica lastimosa y parecen si no felices al menos inconscientes.

Veo unos amigos que terminan de jugarse un fulbito y toman cerveza y prenden el fuego a las seis de la tarde y parecen si no felices al menos acompañados.

Veo que estoy echado en un banco de cemento al lado de la laguna y en mi cabeza suenan los Doors y también esas imágenes que ahora escribo de corrido en una libreta de ProRhinite regalo de una francesa en Cadaqués y con una birome de Hellefoss AS que me dio Donald en Hokksund y parezco si no feliz al menos menos infeliz.

sábado, 13 de diciembre de 2008

443. Annosus


34.






















[In your face, Jebús.]

viernes, 12 de diciembre de 2008

442. This house is a circus


L
a camioneta amarillenta recorre la ciudad. Desde el megáfono, una voz aguardentosa tira coordenadas: "19 de Mayo entre Zelarrayán y Estomba. Detrás de La Nueva Provincia".

Que hayan instalado un circo frente al diario debe representar un mensaje de una sutileza abrumadora.

[Así se ve desde el ventanal de mi oficina,
que da a calle Rodríguez.]




We tend to see that as a perk, though.



miércoles, 10 de diciembre de 2008

441. En estos días en que no puedo ni conmigo mismo quiero volver a los cuatro años y al jardín


H
oy volví al jardín. Sí. Después de 30 años. Volví a mi jardín: el 902 "Gabriela Mistral" de calle Corrientes al 300.


Pasé mi vida en el barrio y pasé mil veces por esa puerta de rejas: incluso un día, de pibito, me paré en mi triciclo para pasar las rejas y entrar en el jardín cerrado porque lo extrañaba y el triciclo se movió y las rejas pasaron por mi brazo izquierdo y quedé colgando y como tenía una polera de esas que no se rompían ni con un misil tardé en darme cuenta de que el brazo izquierdo estaba agujereado y en casa dije Me pica, má y en el hospital me pusieron unos puntos y acabo de arremangarme para ver cuántos y conté cinco medio borroneados, ya.


Hoy volví al jardín porque en el puntocom del diario pensamos un especial navideño en video y no se nos ocurrió nada mejor que poner a un montón de ternuritas -bestias indescifrables- contando cándidamente qué le piden a Papá Noel.

-Ojo con lo que preguntan -advirtió la directora, Fabiola-. Acá hay muchos chiquitos que saben la verdad de la milanga, eh. Yo creo que en dos o tres años se vienen al jardín con la laptop.


Primera parada: los más grandes, los de cinco años. Entramos con el Cefe en la salita naranja.

-Son díscolos, estos -me avisó la seño-. No sabés. No hay forma de que se concentren más de un ratito en una actividad.

-¿Y no pasa con todos? -le pregunté.

-Bueno, sí. Bastante. Pero estos tienen problemas de conducta. Muchos están medicados.

-A la mierda.


Tampoco fue para tanto. O sea: hacían competencia de alaridos, pero todo bien cuando les pedimos que se sentaran en una sillita, de a uno, todos van a salir en la tele, ¿a ver? ¿cómo te llamás?, ¿y qué le pedís a Papá Noel?

-Nada -dijo la chiquita, que había levantado la mano para contestar y contó que se llamaba Martina.

-¡Eh! ¿Cómo "nada"?

-...

-Bueno. ¿Y a los Reyes?

-Nada.

-¿Y por qué nada?

Martina miró la cámara y entrelazó los dedos. Los compañeritos se le reían con crueldad inocente. Y ella en silencio. Y yo no sabía qué carajo decir, cómo remontarla.

-Bueno, lo que sea. Decí que Papá Noel te traiga lo que sea.

-Lo que sea -dijo Martina.

-¡Bieeeeeeeen! -dije, estúpidamente. Por supuesto, usé ese tonito pavo con el que se les habla a los chicos por defecto: por defecto de los adultos-. ¿A ver? ¿Quién sigue?


Segunda parada: los más chiquitos, los de tres años. Salita verde. Estaban tomando la leche en tazas amarillas de plástico y con galletitas surtidas. Todos querían las de chocolate, como debe ser.


-¡Hola, chicooooos! ¡Buenas tardes! -saludé. De nuevo el tonito defectuoso-. ¿Saben una cosa? Yo también vine a esta salita verde...

Solo dos o tres pibitos sacaron la cara de la taza para mirarme. Y una pelirroja se rió. Me pareció un gesto solidario: para que no me sintiera TAN estúpido.

Pensé que lidiar con pendejos es más difícil que encararse a la más linda del boliche. Pensé en una novia que tuve; una maestra jardinera divina y primeriza a la que le hice todos los chistes posibles al respecto, a la que taladré bastante con eso de la responsabilidad por ser la primera educadora formal, a la que no le dije suficientes veces que su entrega total en un jardín asperísimo de Fuerte Apache me resultaba conmovedora.


Tercera parada: el recreo en el patio. Recordé que ese patio para mí era el mundo, literalmente. Porque llegaba hasta las vías del tren y atravesarlo representaba una exploración inigualable. Prefería eso antes que el arenero, lo cual (se sabe) es mucho decir.


-¿Cómo te llamás?

-Tomás.

-¿Y qué le vas a pedir a Papá Noel?

-Un chupín.

-¡Ja, ja, ja! ¡Un chupín! -lo gastó una piba, balde en mano.

-Es que soy flogger -dijo Tomás, lo más tranquilo.



Tres amigos se abrazaron y me pidieron que les sacara una foto. Me hicieron acordar a mis compañeros del jardín como Pipi Galmarini, Andrés Souto, la Dumba Dümmig. Y ya que estamos: a la primera seño de la que me enamoré, los fucking toc-toc hechos con palos de escoba, la Gorda Felman y su piano, los bichos canasto que me mostraba el abuelo en los árboles de Las Heras al 400, la bocina del tren mientras cantábamos Estamos invitados a tomar el té.

-¡Qué linda foto, chicos! Miren, miren... -dije, mostrándoles la imagen mínima en la pantalla del celular. Y otra vez el tonito estúpido.

Me iba, intuyendo de manera muy perspicaz que no es lo mío tener onda con los pibes, cuando vi que uno abrazaba al Cefe y me sentí muy solo.

-¿Qué, lo conocés?

-No.

-¿Y por qué te abrazó?

-Qué sé yo. Me dijo ¡Abrazoooooo! y se me tiró encima. Me habrá visto cara de Barney.


Jardín 902

domingo, 7 de diciembre de 2008

440. Check list

(Desde Buenos Aires)


-Charlar con Perantuono de la vida, cara a cara, horas, como hacía demasiados meses no pasaba. (Incluso con reminiscencias apocalípticas de 2001; tajos emocionales del tipo No, no tenemos arreglo y ESTO tampoco.)

-Pasar toda la tarde en una quinta de Pilar comiendo asado, metiendo líquido, oliendo a pasto.

-Tomar el 21 en General Paz, ir a Vélez, penar otra derrota de River, dejar la garganta furiosa.

-Desayunar pantagruélicamente leyendo El País y con Bob Dylan estrujándote.

-Hacer más o menos unas hamburguesas en la parrilla de una terraza sintonizando con la placidez dominguera de rioba porteño.

-Pensar en cuántos bueyes se han perdido, qué lo parió, al ver al Gordo Lanata en el Maipo.

-Seguir a Funes (Funes sabe lo que hace) y concurrir página en blanco al reviente organizado por un PhD francés en un barsucho sin nombre.

-Aceptar que cumplir años acontece: entonces que se vengan los 34, y a darles la bienvenida íntima. Con calma zen y sin que nadie se dé cuenta.

viernes, 5 de diciembre de 2008

439. SMS Nº 79


N
ecesito airear la cabeza. O volármela. O mejor: que me la corten.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

438. Mala praxis


L
a camioneta policial se estaciona frente al hospital. Se baja un policía y fumando espera junto a la puerta. Enseguida llega una mujer con un bebé en brazos y un chico de la mano. La mujer le da un beso en la boca al policía y le dice hola mi amor cómo estás, el nene dice hola pá, el bebé berrea balanceando los puños cerrados. Los cuatro se suben a la camioneta policial: el policía en el asiento del conductor, su familia en los de atrás. Divididos por una reja.


El radiólogo del hospital cruza la calle y entra en el bar. Saluda al dueño y le pide lo de siempre. Se pone a ver el partido y putea. Toma una cerveza y putea. Se le caen unas gotas en el uniforme azul y putea. Toma otra cerveza y putea. No grita el gol y putea. Se acaba el juego y putea. Putea y paga las cervezas. Saluda al dueño y se va puteando. El radiólogo del bar cruza la calle y entra en el hospital.


Veo las dos escenas un domingo de estos, tomando cerveza y puteando. Y pensando en que el policía que usa la camioneta policial de remís le pide a su familia que se siente donde van los delincuentes para no tener quilombo si lo enganchan. Y pensando en que el radiólogo del hospital y del bar se debe agujerear el estómago con pastillas de menta para que no le sientan el aliento. Y pensando en que habría que denunciar por mal desempeño de sus funciones a los jugadores de River.

lunes, 1 de diciembre de 2008

437. La manito, el muñón, la masa y el músculo


1.

Cómo, me querés explicar. Cómo puede ser. Cómo se genera esto: así de rápido, así de sofocante, así de perturbador. Cómo se degenera en esto. Cómo... Cómo, si sólo querías que te diera una maaaaaanito, una caricia vil parecida al ánimo pasajero. Cómo, decime vos. Cómo en 15 minutos se produce un infanticidio tierno y en los 15 siguientes un monumento a Eros que dura horas y horas en un Chevallier cama total.


2.
Gustavo salió a dar una vuelta, solo, una madrugada de veranísimo pegajoso. Igual su gaydar funcionaba: "Esta plaza está llena de putos", pensó. Caminó para atravesarla lo más rápido posible. Pasó al lado de uno croto, viejo, nauseabundo. Gustavo detectó deseo sexual en la mirada del croto y le dio asco. Pero a los pocos metros se dio vuelta. El croto lo seguía mirando atentamente. Gustavo miró atentamente y vio que al croto le faltaba una mano. "El puto más feo del mundo", pensó. Cuando llegó al hotel me contó la escena y dijo que hubiera querido decirle al croto: "¡Metete el muñón!". Tardé una hora en dormirme.


3.
Entré en un quiosco de la terminal de micros cordobesa para comprar cigarrillos. El dueño atendía a un policía y antes que yo estaba un pibe de unos siete años con pantaloncito corto, musculosa y una máscara negra con ribetes dorados. A la altura de la frente decía "La Masa".

-¡Uy, La Masa! ¡Qué mieeeedoo! -sobreactué.

El pibe me miró, muy serio. Con su mano derecha y bastante esfuerzo se quitó la máscara adherida a la piel sudorosa y me dijo:

-No, señor. Soy un nene.


4.
La chica del asiento de al lado se sacó los zapatos, se acurrucó y se puso a leer un libro gordo. Recién cuando nos bajamos en Río Cuarto porque se había roto el aire acondicionado y ella esperaba leyendo en un banco vi que el libro gordo era La ilíada.

-"Canta, oh diosa, la cólera del pélida Aquiles" -le dije.

-¿Qué?

-Nada. Que así empieza el libro.

-Ah. ¿A ver?

Fue al principio, constató, sonrió.

-Héctor era el grosso -le dije-. Aquiles no. Pasa que Hollywood. Eso pasa. Si viste la película Troya te quedás con una imagen...

-Brad Pitt.

domingo, 30 de noviembre de 2008

436. Irse



Y de qué te quejás, mi sol,

(por qué)

si yo también

me voy

de a poco

cada día.





[Escuchando Leonard Cohen
en el bondi de Córdoba a Bahía,

26 de noviembre de 2008.
Foto: Gustavo Pereyra.]

viernes, 28 de noviembre de 2008

435. Llenamos la canasta


E
ran las diez de la noche, anoche, cuando me sonó el celular. Mensajito:

Aguante La Tromba, carajo...
Ya larga, ¡¡ya larga el vicio!!

Era Funes = el escritor Lucas Oliveira = el Vendaval de Mataderos = el Encuadernador del Agite = el chabón-que-le-pone-onda-como-loco a quien Molina y yo le hicimos conocer el básquetbol en vivo y en directo desde la Catedral bahiense y se enfermó, se hizo hincha de Estudiantes, se copó con el vértigo de Leonardo La Bella y lo bautizó La Tromba. (Ahora que lo pienso, un encuentro entre Funes y La Bella sería demasiado: sería, pienso, una convención de Demonios de Tazmania.)

Hace unos días me crucé a Funes en Facebook y me preguntó cuándo empezaba el torneo Súper 8, porque quería ver al albo. Y estaba en la tribuna, anoche, cuando mensajeó. Le contesté:

¡No te puedo creer que
mandaste a Obras! ¡Qué grosso!
Sale crónica, supongo.

Funes: Obvio. Venía Molina pero no pudo y ¡traje a mi novia, que se prende en todas! Sale si ganamos, creo. Vemos. ¡Vamos el albo!

Yo: ¡Jajajaja! Genial. Fijate en Regatas, Montecchia, el base, es de Bahía y fue campeón olímpico con Pepe y Manu en Atenas 2004. Y el 4, Kammerichs, también es campeón olímpico. ¡Pero al lado de La Tromba no existen!

* * *

[Arranca el partido en el parqué del infierno. Juan Carlos Meschini dice que no se puede respirar. Abundan las pelotas perdidas.]

Funes: Está parejo. Mucho calor. Les transpiran las manos a todos.

* * *

[Marcelo Richotti manda a La Bella a la cancha.]

Yo: ¡Va La Tromba! Ese tiene ventosas, todo bien.

Funes: ¡Cómo le cambia la cara al equipo, papá!

Yo: ¡Mirá el pase que puso! ¡Magia pura!

* * *

[Entretiempo. La mascota Foxy trata de volcarla saltando por encima del árbitro de fútbol Héctor La Coneja Baldassi. Dos veces, trata. No puede.]

Yo: ¡Qué calor debe tener el chabón del disfraz! Se desmaya en breve, eh.

[Funes me llama. Está excitadísimo, hiperconectado; está como lo vi cada vez que lo vi: como siempre, bah. Le digo que ahí en la cancha están el Oveja Hernández, DT de la selección de básquetbol, y Rodrigo Palacio, bahienses los dos. Me dice qué loco, me estoy cocinando, aguante el albo, se puede. ¿Se puede?, me pregunta. Le digo que Estudiantes se recuperó de un parcial 0-14, ojo, pero no puede dormir porque Regatas tiene más jerarquía.]

* * *

[Estudiantes se sostiene en ofensiva gracias al norteamericano Monroe, que mete su tercer triple.]

Funes: ¡Qué grande el negro Munro!
Yo: Pero es de Burzaco y roba estéreos y cuida abuelos en el tiempo libre.

* * *

[El revulsivo La Bella vuelve a la cancha. En el tramo anterior le había metido demasiado ritmo.]

Yo: ¡Ahora con La Tromba se recupera o le sacan 20!
Funes: Yo confío en el enano...

* * *

[A Estudiantes se le va de las manos, no reacciona.]

Yo: ¿Dónde estás, así te busco en la tele?
Funes: Estoy justo justo detrás de las cámaras.
Yo: ¿Te estás ocultando de la Federal? Ahí seguro que no te engancho.

* * *

[Arranque del último cuarto: Regatas 55, Estudiantes 45.]

Funes: Se complicó che...
Yo: Necesita ponerse en juego en los primeros 3-4 minutos, cortar la diferencia. Si no, chau. Regatas está muy duro en defensa.
Funes: Presionan la salida. Ahí la clave. Metieron todos caballos para aguantar.

* * *

[Regatas aprovecha la siesta alba y saca máxima de 15 puntos. Quedan siete minutos.]

Funes: Encima se vino la tormenta.

* * *

[Estudiantes tira la presión en toda la cancha.]

Yo: Va por el último tiro, por la hazaña.
Funes: En tres minutos 10 puntos, ¿no? Una hazaña. El equipo de las hazañas...

* * *

[La Bella y Pedro Franco juntos en la cancha: a correr la Baldassi.]

Funes: ¿Dos bases? Hasta la manija.
Yo: ¡Total! Tendría que entrar Nelson.

* * *

[La diferencia no baja de diez y quedan menos de dos minutos. Fue.]

Yo: Partido liquidado.
Funes: Sep... Valió la pena venir a alentar.

* * *

[Final: Regatas 71, Estudiantes 59. Adiós al Súper 8.]

Funes: ¡Bien igual, Tromba!
Yo: Pero esta derrota no modifica tu amor por el albo, ¿no?
Funes: ¡Qué tarado! ¡Obvio que no! ¡Cada día lo quiero más!
Yo: ¡Jajajaja, grosso! Ya lo vas a ver ganar. ¡Y ya vas viendo que el básquet es el deporte más maravilloso que hay!

* * *

Estaba por irme a la cama para completar Los estantes vacíos y justo mensajea Molina:

Ahí me contó Funes.
Perdió el albo.

Yo: Sí. Funes es mufa.

jueves, 27 de noviembre de 2008

434. 3 + 3


E
n tres días porteños...


... moderé la mesa "Transiciones entre papel y digital" en el Tercer Congreso Anual del Foro de Periodismo Argentino (Fopea).

Participaron Julio Perotti, de La Voz del Interior de Córdoba; Federico Türpe, de La Gaceta de Tucumán, y Darío D'Atri, de Clarín.

Como dije en la presentación, para mí fue al mismo tiempo un honor y un aprendizaje compartir ese panel porque en el diario todavía no dimos ni un mísero pasito para integrar las redacciones.

[Habla Darío D'Atri, de clarin.com, y yo lo sigo como puedo
con los ojos rojos. (Y qué querés, fue a la mañana.)
Foto: Andrés D'Alessandro.]



... recibí una tonelada de estímulos cerebrales con las diferentes actividades del congreso, y también con las charlas entre colegas y amigos -inolvidable vómito cruzado con Ariel Torres, por ejemplo-, y además con la nebulosa actividad etílico-cultural que se mandó Funes el sábado a la noche, una vez que el Buda Concubino, el Escocés Rampante, el Türpedo Melconián y yo cruzamos el misterioso portón negro.

[Después de su lectura, Funes hasta se cortó el pelo...]


[Un Escocés y un Buda: atrapados en las sombras del delirio.]


... tomé ales en Recoleta mirando con el Buda el papelón argentino de la Davis, y como no quedamos saciados (ni de cervezas ni de papelones) le mandé un mensajito a Molina y fuimos tres de los ¿25.000?, ¿30.000? sufridores que vieron a esa banda en el Monumental, pero al menos les di un abrazo a los pibes de siempre -los entrañables amigos del tablón- y me clavé dos helados de limón y uno de sandía (?) bajo un sol cretino para bajar la calentura.



En tres días cordobeses...


... nos deleitamos con el Cefe en el taller de entrenamiento para periodistas digitales que dio Mindy McAdams en el campus de la Universidad Blas Pascal. Organizó impecablemente el capo de Andrés D'Alessandro, flamante director ejecutivo de Fopea.

El curso -muy intensivo- incluyó blogueo y tratamiento de audio y video. "Enriquecedor", diría, si fuera un docente de nombre Enrique que matea en un perfeccionamiento.

Mindy, una grossa total, se llevó unos regalitos que le hicimos pero, digámoslo, jamás se olvidará de la carne argentina.

[A Mindy también le encantó el mate. Allá ella...]


[Una delicia cursar en el campus de la UBP. Me contaron que
al principio fue una estancia y luego un geriátrico de monjas.
Ahora forma parte de una institución que tiene
unos 8.000 alumnos (5.000 a distancia y 3.000 presenciales
que pagan 500 mangos por mes).]




... comí cabrito, me cagué de calor húmedo, conocí más gente de caaaaabeza y coraaaaazón grandes, visité La Voz del Interior, vi a una piba en corpiños encantada de que le tiraran bosta de vaca en la cabeza y colgué disfrutando de una exposición zarpada en el Holiday Inn.

[Pasás la puerta automática del hotel y te recibe esta cosa.]


[El impresionante edificio de La Voz, circa fines de los 90.]


[Recibite, nomás, y te van a dejar en bolas oliendo feísimo.]


... hablé de la vida con A en el sauna, constaté de nuevo que la mayoría de las cordobesas merece un busto al busto grande, no pude dormir ni 15 minutitos en aquella cama redonda y acabé pensando en metafísica, muy La puta que vale la pena estar vivo a veces.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

433. Humor cordooooobés

(Desde Córdoba)


Yo, el Chalo,
soy un guaso tan puto
que escribí este mensaje.
Llamame!!!
153-94****





[En un baño del campus de la Universidad Blas Pascal.]

martes, 25 de noviembre de 2008

432. Catfight!

(Desde Córdoba)


Mujer Periodista Militante Feminista: Pero soy moderada, yo.

Mujer Periodista De TV Que De Joven Seguro Se Partía: El feminismo es algo viejo. No tiene ningún sentido.

Mujer Periodista Militante Feminista: ¿Pero cómo podés decir eso, con lo que todavía nos cuesta ganar un espacio al mismo nivel que los hombres?

Mujer Periodista De TV Que De Joven Seguro Se Partía: A mí me pudre ese discurso.

Yo: Las dos al barro. Ya.

lunes, 24 de noviembre de 2008

431. No voy a llevar alfajores

(Desde Córdoba)


Digitalizame.



[La profesora norteamericana Mindy McAdams explica qué laburo tenemos que hacer. El Cefe Pereyra le saca la foto. Yo, atrás. (Como siempre.) Fue esta mañana, en el arranque del taller de periodismo digital organizado por Fopea.]

domingo, 23 de noviembre de 2008

430. SMS Nº 78

(Desde Buenos Aires)

Un pedazo de congreso el de Fopea: agotador pero recontrainteresante. Serás digital o no serás nada. Sí, sí, hay dos o tres genes que hermanan a los periodistas. Van Nistelrooy, insisto en que el dedo de la uña crecida era mejor que la perinola. ¿Alguien me puede informar cómo terminamos con el Buda y el tucumano y el escocés atrás de ese portón negro en una esquina triangular y alucinada de Palermo?

jueves, 20 de noviembre de 2008

429. 100% tilinguería bahiense


-
¿Te sentís realizado como profesional?

-Tengo una casa, mi auto deportivo, soy ciudadano español, mi trabajo fijo, puedo estudiar y realizarme como académico, estoy en una ciudad de ensueño y en un club fabuloso. La verdad que no me puedo quejar.


[Textual del bahiense Maximiliano Ritacco,
que vive en España desde hace ocho años
y es profesor de tenis.]





miércoles, 19 de noviembre de 2008

428. In memóriam


D
urante los últimos 16 años, cada vez que llegaba diciembre me iba hasta la sección Deportes y le decía a Osvaldo De Rosa:

-Gracias a vos entré en el diario. ¿Gracias?

Él se reía y se agarraba la cabeza como diciendo Qué cagada me mandé y por ahí me decía:

-Fui un irresponsable. No me puedo sacar la culpa de encima.


No me olvido más. El 6 de diciembre de 1991 fue. Un viernes.

El día anterior había presentado un textito (seguro flojísimo): un par de líneas que incluían el resultado de un partido de básquetbol por el Provincial de clubes.

Y el 6 de diciembre de 1991 salió publicado en La Nueva Provincia y Osvaldo me invitó a colaborar permanentemente.

Yo tenía 16 años. Estaba terminando cuarto en la Escuela Normal. Y como suelo decir: no tenía puta idea de periodismo; apenas había leído bastante de pibe y podía escribir sin errores de ortografía.

O sea que descubrí mi vocación ejerciendo la profesión. Una de las poquísimas actividades en las que he podido ser constante. El mejor oficio del mundo -con su perdón, maestro Gabo.


Y todo gracias a vos, Osvaldo.

Gracias a la irresponsabilidad que tanta culpa te daba.

Está por llegar diciembre otra vez y va a ser una llegada triste porque vos no vas a estar acá para reírte y agarrarte la cabeza.

Hasta siempre. Y gracias, Osvaldo.







[El recuerdo de Maximiliano Palou, en el "Blog colectivo" de lanueva.com.]

martes, 18 de noviembre de 2008

427. Religión, ficción, imaginación


"
En un mundo donde millones de personas creen que su deidad concibió un hijo mortal con una humana virgen, es asombrosa la poca imaginación que muestra la mayoría de la gente."







Una de las Grandes Verdades de la Humanidad, a cargo del personaje Green Taylor Simms en la novela Rant, de Chuck Palahniuk (Sudamericana, Buenos Aires, 2008, página 265).









[¿Y esto? Ojo: yo investigaría a fondo cómo se contagió ese perro. Y ya que estamos, también ciertos accidentes de tránsito. No sea cosa que Rant esté haciendo choquejuergas porteñas...]

lunes, 17 de noviembre de 2008

426. Autocrítica


N
o me gusta el automovilismo. No lo entiendo. Por ahí no me gusta porque no lo entiendo.

Excepto manejar, no sé nada de autos ni me importa.

El primer auto que tuve -un 3CV blanco, saltarín y vandálico apodado El Merengue- se me fundió porque yo ni enterado estaba de que de vez en cuando le tenía que poner agua. Ni sé por dónde se le pone agua a un auto.

Por eso me sublevan los que sienten el auto como si fuera una extensión del pito. ¡Madre mía, hay tipos a los que se les para cuando un caño de escape los deja sordos! ¿Y los que se gastan el doble de lo que vale el auto para tunearlo? Que se vayan todos al carajo, caminando.



No entiendo el automovilismo en tanto deporte. No entiendo, por ejemplo, qué tiene de atractivo dar 329 vueltas por el mismo circuito.

Pensaba en eso cuando el sábado entré en el autódromo de Aldea Romana y vi un montón de gomas apiladas.

-¡Mierda que se gastan! -le dije a Diego Gandini, un compañero especialista en fierros.

-¿Por?

-Porque están todas lisas.

-Son así, Abel -me dijo Diego, sin decirme "idiota" porque es un caballero y porque ya no hacía falta-. Las que tienen dibujo se usan sólo cuando llueve.


Fui porque un pibe de Bahía salió campeón en la Clase 2 del Turismo Nacional (sic; nadie me supo explicar qué tiene de "turismo") y entonces en el puntocom del diario vamos a hacer un especial multimedia.

Mi única experiencia anterior con el automovilismo había sucedido varios años antes, cuando me mandé a una carrera de Midget -categoría que en Bahía explota. En la largada nomás se estrelló en mi jeta un contundente cacho de barro.

-Esto es indigno -dije, y me retiré auto(cuac)máticamente.


Esta vez aproveché la credencial y estuve en boxes, charlé con muchos fierreros evangelizadores, quedé impresionado y básicamente asqueado por el ruido que hacen esos bichos, se me incrustraron en las retinas los culos de las promotoras, me divirtieron los palos y los trompos.

Y no me gustó. Y sigo sin entender.

Pero estoy seguro de que el problema soy yo, ¿eh?

sábado, 15 de noviembre de 2008

425. SMS Nº 77


P
aráaaaa, pará. Pará un poco. Me parece bárbaro que babees del entusiasmo. Pero no alcanza. Hay que tener pericia. Hay que saber, ¿me entendés? Una cosa es la pericia y otra el entusiasmo.

viernes, 14 de noviembre de 2008

424. Franquito


E
sta madrugada, cuando terminamos la tercera pinta de ale y nos despedimos, mientras atravesaba el calor y la avenida Alem pensé que Franquito no es más Franquito.

O sea: SIEMPRE será Franquito en algún ámbito y en alguna memoria, como yo sigo siendo Abelito y vos seguirás siendo algo-ito o algo-ita.

Lo que quiero decir es que Franquito no es más aquel pibe de 10-11 años y corte de pelo tazonado que llevaba la base de los Mini B de Liniers circa 1991 y al que yo desde el banco procuraba enfermar lo justo y necesario para que él saliera a la cancha a desayunarse los intestinos de los rivales.

Ahora Franquito es un chabón de 28, un graduado en Ciencias Políticas que te cita Weber de una, te sacude planteos muy piolas y te dice, por ejemplo, que en 2001 él era un ingenuo: que por eso estaba tomándose una cerveza muy tranquilo mientras el país se hacía mierda, se cargaba otra generación, se desvanecía un futuro imperfecto -pero futuro al fin.

Entonces: Franquito no es más Franquito y está muy bien, cero decepción; todo lo contrario.

Por fin una baldosa floja que no te deja puteando.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

423. Distintos polvos


1.
La última mudanza de mi vida.

(Se supone. Se espera. Se ruega.)


2. Me muero de ganas de darle un abrazo y un beso gigantes a mi hermana Giselle, que está en Buenos Aires y hoy festeja los 29 años.

Pero bueno. Anoche, pocos segundos después de las 12, le mandé un mensajito de texto. Hace cinco minutos le escribí en su pared de Facebook. Y ahora, ya que estamos, la saludo desde el blog: ¡feliz cumple, pibita veterinaria!


(Puta, lo que es la tecnología.)


3. Tengo un amigote que labura en el telo más conocido de Bahía.

No, no hay cámaras.

Sí, van muchos famosos locales.

No, no se pueden revelar nombres.

Sí, se aceptan fiestitas.

No, no podés entrar con una vaca o con un burro.

Sí, te hacen descuento por uso frecuente.

No, no te dejan más de una hora y media ni los viernes ni los sábados.

Sí, todas las habitaciones tienen tele y aire acondicionado y algunas (las que valen entre 110 y 130 mangos) incluyen jacuzzi y en las más caras tenés juguetitos y un champán de cortesía.

No, no va más gente cuando llueve.

-Yo también pensaba lo mismo antes de entrar a trabajar -me dijo el Negro-. Pero no. A la gente le da por coger mucho cuando está pesado. No sabés: cuando está nublado, caluroso, agobiante, el telo revienta. Ni idea por qué.


(Ya hizo 35º6, hoy. Pero ni una nube, hay. Pero...)

lunes, 10 de noviembre de 2008

422. Gran finde ilustrado

[A Funes algo le causa gracia, Molina trata de hablar, Fausto hipnotiza al micrófono antes de estallar, Budassi espera turno, Sagasti se hidrata.]



Fausto no paraba de berrear y entonces su papá, Ignacio Molina, pidió que alguien por favor abdujera al bebé. De otra manera no podría seguir leyendo.

Un día Molina tenía que venir al viento de su natal Bahía a presentar el libro de relatos Los estantes vacíos (Entropía) y ocurrió este sábado, en el ambiente colonial de la Casa de la Cultura, durante la Feria de Editoriales Autogestionadas (FEA).

Un día pifió un tiro clave jugando para Napostá contra Bahiense del Norte y lo consoló un rival flaquito y narigón al que le decían Manu. Un día casi se hizo millonario. Un día de 1982 le quedó silueteado el recuerdo más gráfico sobre Malvinas. Un día divagó con Mairal la historia de un adicto a los quioscos. Un día se meó en la cama y huyó.

El maestro de ceremonias que habita en Lucas Oliveira cazó el micrófono y si hubiera ofrecido el elixir de la juventud yo le habría comprado una caja. El tipo vendió a Molina como si en realidad Molina fuera el borgeano Funes.

-Molina se sabe todo su libro de memoria -dijo. Y desafió al público a leer una frase cualquiera de alguna de las 192 páginas de Los estantes vacíos. Molina se concentraba y la continuaba.

(Debe estar literaria y circensemente muy bueno lo que ocurre cuando se junta el Quinteto de la Muerte. Ya voy a ver.)


Si Sonia Budassi no colapsó en un patatús más bien poco copante fue porque entre los pañales de Fausto también viajaron las copias recién horneadas de su libro Los domingos son para dormir (Entropía).

Cuando llegó su momento además lucía relajada porque estaban familiares, Sebastián, otra gente del palo, y porque el escritor bahiense Luis Sagasti había preparado un texto maravilloso para saludar su pluma: una pluma que le mete "formidable ritmo" a una serie de relatos que viene a inaugurar un "costumbrismo de las grietas" y qué cuento del recontracarajo es "Seis menos dos", mamita querida...

-La persona inteligente no es canuta -agradeció Sonia, repitiendo una verdad definitiva que le había tirado un amigo.


Los domingos son mejores cuando en vez de dormir te comés un asado y te tomás un vino con buena gente y charlás de literatura, de periodismo, de la vida.

Anfitriona Sonia, cocinero Funes Oliveira y mesa larga con Gustavo López, Morfes, Molina, Unibaso, entre otros.

Para coronar la bahiensidad lo pinché un poco a Molina y listo, a la cancha. Funes, que le pone onda como loco, se prendió a ver básquetbol por primera vez. Estudiantes-El Nacional, en vivo y en directo desde la catedral.

Yo no tengo simpatías, pero a Molina le cabe el albo, Funes flasheó con el vértigo de La Bella (lo bautizó La Tromba) y entonces el Tano quedó en inferioridad celeste y riendo último. Par-ti-da-zo. Una pena que Molina y Funes se perdieran el final cerrado porque si no se perdían el bondi a Buenos Aires: en lo que a mí respecta, gané experiencia relatando vía mensajitos de texto.

Y gané un gran fin de semana ilustrado, también.

viernes, 7 de noviembre de 2008

421. Que quede grabado


E
l martes la vi pasar, por eso me quedó grabada la placa de mármol tipo mesada gris-negra-blanca. El texto decía, mayúsculamente, sin tildes, sic:

TERMINAL DE OMNIBUS
BAHIA BLANCA

07 DE NOVIEMBRE DE 2008

CRISTINA FERNANDEZ
PRESIDENTA DE LA NACION

DANIEL SCIOLI
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE BS.AS.

CRISTIAN BREITENSTEIN
INTENDENTE MUNICIPAL


La Municipalidad la encargó y la colocó en la entrada principal de la terminal de ómnibus nuevita para inmortalizar las visitas de Cristina y Scioli en la inauguración de una obra que costó casi 30 millones de pesos.

Pero Cristina y Scioli no vinieron.

Sí vinieron el ministro del Interior Florencio Randazzo y el jefe de Gabinete Sergio Massa.


Se bajaron del helicóptero en la cancha de Villa Mitre. Se subieron a una combi. Se bajaron en la terminal de ómnibus nuevita. Se subieron a la vereda.

Se bajaron las cintas y se subieron las sonrisas.

[Imagen: Rodrigo García-LNP.
Uno de los poquitos testigos del acto.]



Sólo para la foto, porque no había público. El descubrimiento de la placa se salió del acto oficial, el acto del palco y el himno y los discursos, el acto que vieron los que se quedaron. Pese a la ausencia de la sonrisa presidencial, pese a que el cielo parecía a punto de reventar.


Perdón, ¿no?, pero mientras todos especulan llorosamente en torno a por qué Cristina nos dejó plantados -que no quería soportar la protesta del campo, que tuvo asuntos de Estado que atender en Olivos-, yo no puedo concentrarme, no puedo seguir trabajando así: no puedo sacarme la pobre placa de la cabeza.

Tan preocupado estoy que averigüé quién hizo el grabado mayúsculo sin tildes que costó 900 mangos y lo llamé:

-¿Se puede corregir?

-Nooooo, qué se va a poder...

-¿Y borrar?

-Tampoco.


Pobre placa.

Fijate vos: resultar una inservible antes de lucir. La novia sube los escalones para entrar en la iglesia y se le raja el vestido. No es justo. ¡Ser una mentirosa indeleble! Qué crueldad. ¡Símbolo del plantón oprobioso! Una barbaridad.

Yo que la Muni le tengo piedad y le doy sepultura cristiana breitenstein. Prometo acompañar las exequias, porque, claro, juntos podemos hacerlo mejor.

jueves, 6 de noviembre de 2008

420. A bailar con la FEA


Casi incendio la casa.

La piedra de la locura.

No hay vergüenza.

Aviso: no soy piromaníaco, creo que todavía no estoy para el neuropsiquiátrico y algo de pudor me queda.

Aquellos tres son nombres originales de proyectos originales que estarán presentes en la -claro- original Feria de Editoriales Autogestionadas (FEA), que arranca mañana y terminará el sábado en la Casa de la Cultura de la Universidad Nacional del Sur, avenida Alem 925.

La idea, según los organizadores -Diego, Gerónimo y Lorena-, es "conformar un espacio de intercambio de experiencias y producciones de emprendimientos editoriales independientes y/o alternativos".

El cronograma

Viernes

A las 10: taller de edición artesanal a cargo de la Editorial Funesiana.

A las 16: presentación del número primavera-verano de Esto no es una revista literaria.

A las 17: mesa de lectura con Álvaro Urrutia, Dante Sepúlveda y Osvaldo Costiglia.

A las 18: presentación de los libros Espora 370, de Fernando Gersini; Bocetos, de Julieta Farfala; Sonetos y otras formalidades, de Tito Arrúa, y Argoth Nº3, una antología de poesía anónima (No Hay Vergüenza Ediciones).

A las 19: presentación del número de noviembre de la revista Sudestada.


Sábado

A las 10: taller de libros populares por la editorial Eloísa Cartonera.

A las 16: presentación del libro Presente gourmet, de Sebastián Olivera (Milena Caserola).

A las 17: presentación de los libros Los estantes vacíos, de Ignacio Molina, y Los domingos son para dormir, de Sonia Budassi (Entropía). [Los dos escritores son bahienses y viven en Buenos Aires. Recomiendo, recomiendo.]

A las 18: presentación del libro Pornostars y un buey solo, de Lord Cheselin (Hemisferio Derecho).

A las 19: actuación del cantante Franco Barberón.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

419. Obameate algo


P
rotesta Ed "Big" Nelson Junior. Y no (sólo) por el calor de la tarde bahiense o porque lanueva.com le interrumpió la siesta.

-Cinco segundos: apenas eso entiendo. Después empieza la traducción y ya no entiendo nada -dice el basquetbolista norteamericano de Estudiantes, figura de la Liga Nacional en la que encabeza la tabla de goleadores con 218 puntos en diez partidos y figura tercero en rebotes con ocho por juego.

Protesta Ed "Big" Nelson Junior porque en el cable únicamente tiene la CNN en español y así no puede seguir en la tele las repercusiones tras la histórica victoria de Barack Obama, el primer presidente negro que tendrán los Estados Unidos.

Protesta pero está contento:

-Mi país necesitaba un cambio -le sale, como si filmara un corto de la campaña demócrata: TANTO repitió la palabrita mister Obama.




[Entrevistamos al yanqui, hoy, con el compañero Cefe: para obamar un poco más el día. Producción rapidita, con fritas. Sigue, video incluido, acá. Tres cosas extra: 1) Mi estimado Grone, ahora quiero ver y sentir el cambio, no me rompas las ilusiones, 2) cuánta razón tenía el Spicy DG -elquesabesabe- y 3) encantadora la cobertura multipluma en vivo y tramo a tramo que hizo TP.]

martes, 4 de noviembre de 2008

418. Election Day


D
esde México. Un argentino que sabe y está laburando en eso, vía correo electrónico:

Gana Obama, fácil.
Me parece.
Puede ser histórica la paliza que le pegue.



Desde los Estados Unidos. Una local y lúcida abogada, vía estado de Facebook:

VOTE; get your free coffee; and hope for history.

Abel dice:
Entonces, ¿vamos a tener el primer presidente negro?

RPK says:
YES! Olé!



Desde Inglaterra. Una británica y preocupada lingüista, vía chat:

I totally spammed you earlier! Ha!

Yo: WTF?

Ella: ??? I dunno... I think I have gremlins in my email...

Yo: or in you ass.

Ella: you goin' all nigger on me? in "you" ass?

Yo: yeah, and go O'Bama, The Black Irish

Ella: Fingers crossed!

Yo: why is that?

Ella: McCain-Palin, train crash!!!!

Yo: OK, but why?

Ella: hmm, where to start... Scary patriotic point of view, possible continuation of crappy internal and international policies, plus did you SEE the amount of money she spent on bad clothes?



lunes, 3 de noviembre de 2008

417. Trabajo práctico: la traición


¿
Vos querés hablar de traición? Hablemos, dale, todo bien. Da para largo, ¿eh? Poneme Disintegration de The Cure y yo le doy. Ni con el cliché tengo problemas. Bah, duele como la mierda hablar de traición pero dale, todo bien. Me la banco.

O sea, a la traición no me la banco. Ni un poco. Nada, ¿eh? Ni olvido ni perdón, como para los milicos genocidas o los terroristas subversivos, ponele. Qué sé yo. Te dije que ni un problema con el cliché. A nivel relaciones humanas no se me ocurre qué puede ser peor que la traición.

Digo: vos querés bien a alguien y le das todo, ¿no? No digo vos-vos, che. Uso la segunda persona porque me sale más cómodo pero si querés hablo en primera. OK. Si quiero a alguien, si lo quiero bien, yo le doy todo. Ojo: no me refiero a cosas materiales (aunque también entran, si es necesario). Me refiero a que si te quiero y vos necesitás un riñón o un huevo, bueno, ahí voy a estar, primero en la fila de los donantes aunque me desmayo cuando me sacan sangre, ¿me entendés?

Tampoco es que entra la humanidad entera en esa categoría. No soy Terencio, no tengo nada que ver con Homo sum: humani nil a me alienum puto. Además, me gustan las nenas. Cuac.

Bueno, me refería al círculo íntimo, a la gente que está más cerca tuyo... Perdón, a la gente que está más cerca mío. Un puñadito. Por eso digo, a falta de mejor definición, "las personas que quiero bien".

Pictures of you, qué temazo. Re da Cure para el bajón, ¿no? Hablar de estos temas es un bajón. Oh hold for the last time, then slip away, quietly...

Te decía: doy todo. Y no espero a cambio lo mismo, que quede claro. Lo que sí espero es que no cruces la línea. Que no traiciones, loco. No me hagas lo que vos sabés perfectamente que yo jamás te haría. Esa es la línea. Si la cruzás, chau. Pero chau en serio. Ni olvido ni perdón: no tengo la grandeza que se requiere para olvidar y perdonar. Soy un talibán, en esto. Porque, decime vos si no, yo creo que si una vez cruzaste la línea, ya está, ya fue, ¿por qué no vas a cruzarla de nuevo? Y qué necesidad tenías de cruzarla, la puta que te parió...

No, no me importa quién sea. Hermano, tío, abuelo, amigo, compañero de laburo, Blancanieves... Da igual. Algunas traiciones son más dolorosas que otras, pero. Ni hablar.

¿Si me pasó muchas veces? Varias, sí. Qué sé yo, más de las que lógicamente podía esperar, teniendo en cuenta ciertas personalidades. Qué sé yo. Demasiadas, te diría. Y sueno como un boludo inflexible, pero como buen boludo estoy convencido de mis convicciones. Mierda, mandé dos palabras seguidas con conv. Convencido, convicciones. Ya que estamos: convexo, conveniente. Con veneno.

Bancame la digresión pelotuda. La necesitaba. También necesito más vino. Cómo me gusta el Cabernet.

Lo que pasa es que prefiero la soledad antes que caretearla, antes que bancar golpes bajísimos y tener alrededor un pequeño ejército de hipócritas entusiastas. No sirvo para eso. Bah, no quiero servir para eso. Elijo no servir para eso. Y no sabés lo bien que duermo.

Te planteo una situación: todos los días -para lavarte los dientes, para afeitarte, para peinarte- te mirás al espejo. Y no podés engañar a ese del reflejo. Espejo-reflejo es una rima que sólo le queda bien a Borges.

Puta que sos morboso, loco. ¿Un ejemplo, querés? Echale alcohol al tajo y después tirá un fosforito, total... Bueno. Te cuento la última. La última traición fue tremenda. De un dolor casi imposible de aguantar y aceptar. Y reparar. Por lo inesperado, sobre todo. Jamás se me hubiera ocurrido. Nunca la vi venir. Una amistad tan profunda... y así, ¡pif!, a la mierda, perdida por abandono. Pif, chau. Así nomás. Yo todavía no lo puedo creer.

¿Me estás cargando? Claro que lo hablé. Cómo no lo voy a hablar. Duramente. Dos veces lo hablé. Haciéndome cargo, incluso, como si. Una vez lo hablé el Día del Amigo, fijate vos qué ironía. La otra como un mes después. Y el tipo, Sí, sí, tenés razón, no sé qué pasó, no sé cómo pasó y luego pif, chau, a la mierda. Desapareció. Nunca más una palabra. Después de TANTO –porque, creeme, fue muchísimo. Ni siquiera fue capaz de decir las cosas en la jeta, de tratar de revertir la situación, de buscar un equilibrio, de acercarse mínimamente en uno de mis momentos más jodidos, de hacerse grande. Nada. Se borró por completo.

No te exagero: fue la decepción más grande de mi vida adulta.

Hace unos días les decía al Tano y a mi vieja, dramatizando un poco, que lo más probable es que termine solo. Es un escenario tremendo, una locura. Pero al menos tiene dos certezas confortables después de tanto dolor y tanta mierda: 1) yo no me voy a traicionar y 2) desde pendejo me acostumbré bastante a mi soledad, no le temo, la quiero bien. Y la soledad no me puede traicionar.

Eso creo.

En eso creo.

¿Muy patético lo que te conté? Daaaleeeeee... ¿Por lo menos te sirve de algo para tu trabajo práctico? ¿Sí? Bueno, me alegro.

¿Si me sirvió a mí? ¡El vino me sirve! Todo bien, loco, pero pará un poquito con tu mambo de psicoanalista. ¿Vos decís que lo necesito? Je, andá a cagar. Bueno, bueno. Te agradezco la onda, ¿eh? Cuando te recibas vemos, boludo. No me jodas ahora.

viernes, 31 de octubre de 2008

416. Hand me the keys, you fucking cocksucker (*)


Todavía falta un poquito, pero igual: ¡¡Iuujuuuuuuuuuuuuuuu...!!









[(*) La frase del título no me pertenece -ustedes saben que yo no adhiero a las expresiones soeces. Sale de una comiquísima escena de la brillante película Los sospechosos de siempre. Si no la vieron, tienen que verla. Y si la vieron, tienen que verla otra vez. Sí, hoy me levanté imperativo y después me hice llave. Sepan comprender. Victory is mine!]

miércoles, 29 de octubre de 2008

415. Apa, che


E
l pibe cabeza aplastada con poxirrán tenía por primera vez decenas de micrófonos, grabadores y cámaras apuntándolo. Dijo que se llamaba Edgar y que tenía 18 años. Y dijo:

-Y le recabió al gendarme.

-¿Por qué lo hicieron? -le preguntó un periodista.

-Por diversión pasó esto, un flash. Vino un pibito enfierrado de laburar, que capaz que se habrá ido a las 6 o 7 de la mañana a meterse a una casa, y vio a los gendarmes que estaban pestañando y lo pasaron a valores.

Cuando terminó de hablar con los medios, la policía lo detuvo.


El gendarme Roberto Centeno estaba de guardia hoy a la una y pico de la mañana. Mientras completaba una planilla en una garita gris de Fuerte Apache recibió un tiro en la cabeza y murió automáticamente.

Tenía 28 años, una mujer, dos hijos.


El Fuerte Apache original es una reserva indígena ubicada en Arizona, el estado más racista de los Estados Unidos. Un parque histórico donde se conservan edificaciones militares del siglo XIX.

Apache sería una deformación española del término zuñi apachu, que quiere decir "enemigo".

En inglés, los policías y los militares le dicen Fort Apache a cualquier lugar peligroso: Irak, por ejemplo.


El complejo de unas 5.000 casas queda en Ciudadela, partido de Tres de Febrero, zona oeste del Conurbano bonaerense. Empezó a construirse durante el onganiato para erradicar villas. Para invisibilizar pobres, bah.

Algún burócrata meticuloso quizá todavía le dice Ejército de los Andes al barrio que todos conocen como Fuerte Apache. Y ese burócrata meticuloso debería ser hincha de River, además: desde que el futbolista made in Apache Carlos Tevez explotó en Boca, el barrio con su nombre popular se hizo marca registrada global.


A principios de este mes, inspirada en Tevez, la marca registrada global Nike lanzó una línea de ropa urbana bajo el concepto "Cultura Apache".


Conozco al menos una persona a la que le fascina el personaje Tevez por demás, y más allá. Es una dama bahiense, tipo rubia de ojos claros escritora periodista muy piola inteligente. El otro día se compró esa remera roja y me contó que estaba fastidiada porque no había talles para mujeres.

Ella tiene una idea copante: hacer un libro sobre Tevez.

"Ahora cambiaron los códigos del barrio", dijo el Apache desde Inglaterra, donde juega para el Manchester United.

Vas corriendo con tus Nikes
y las balas van detrás

[Indio Solari, Nike es la cultura, del álbum
El tesoro de los inocentes (bingo fuel), 2004.]


Usted dele, donia Soña: a este capítulo sobre el barrio ya me lo imagino. Go-la-zo.