martes, 30 de septiembre de 2008

396. Clases de manejo













[Actualización para los que me han pedido referencias: saqué la serie de fotos ayer al mediodía con la camarita 2.0 de mi celular, mientras me fumaba un Parliament en el balcón de La Tipa, segundo piso de Lamadrid al 300, código postal 8.000, ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, República Argentina. En el primer comentario está descripto el proceso, mínimamente. No, graciavó.]

sábado, 27 de septiembre de 2008

395. "T"


También me lamo las heridas
(como un animal)
sólo
que
qué
solo
se siente
tan bien
también.






[Esta es otra razón, vos que preguntabas. Me quedó dando vueltas el tema copantemente y se me escapó esta "T", te cuento.]

viernes, 26 de septiembre de 2008

394. Ah...


E
ntro en Facebook y tengo un mensaje en mi pared. Dice:

"¿Qué tal, Abel? El sábado se repitió la fiesta en la que estuvimos hace un año post recital de Manu Chao, ¿te acordás? Varios preguntaron por vos..."

Lo firma Hernán Campaniello, periodista amigo que vive en París.

Enseguida se me dispara la mente: ah... París, ah... revoleando la camiseta argentina con Manu Chao, ah... esa fiesta imposible en los suburbios, ah... esos personajes sacados (de un cuento excesivo), ah...

Y de golpe mi mente vuelve y me veo acá, en el diario, laburando, y pienso que esta es una de las formas de la depresión súbita. Ah...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

393. La bahiensidad al palo


1.


Que conste: hay por lo menos una pluma bahiense en cuatro de los principales periódicos del país.

* Sonia Budassi, en Perfil.

* Diego Martínez, en Página/12.

* Diego Geddes, en Clarín.

* Oliver Galak, en La Nación.


2.

Entre el sábado y el domingo, los bahienses jugamos (sí, yo también: interrumpí un asado con mis amigos y fui a participar como el año anterior; esta vez hice algo así como 3 de 93 en triples por culpa del vino), jugamos, decía, el "Partido de la ciudad" durante 32 horas seguidas.

La actividad integra la programación de la Fiesta Nacional del Básquetbol, que esta noche tendrá el "Partido solidario" plagado de ex figuras, en homenaje a Jorge Faggiano y Marcelo Richotti. Mañana se hará la "Noche de gala" y la elección de la reina y el próximo fin de semana se disputará el cuadrangular final de la Copa Argentina.




(Ejem.)

lunes, 22 de septiembre de 2008

392. Alerta por hipérbole (8)


E
steban Schmidt se mete de nuevo en (y con) la redacción del diario Crítica de la Argentina y, a partir del chat amargo con sus amigos, abrocha al por mayor en la parte ocho de "El fin del periodismo: primer borrador". (Previously en TP: 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7.)

Sic: "El problema son las personas inteligentes, formadas, que se han entregado y se entregan ante un empresario de caprichos muy básicos que, obviamente, cree no tenerlos, entre otras cosas, porque durante muchos años le celebraron sus barbaridades o las hicieron pasar por estilo de algo más hondo: ¡ah, cómo es Jorge! El problema son las personas que, habiendo recibido buena escolaridad, habiendo tomado leche de chicos, e incluso habiendo pasado por la universidad, no hacen honor a su instrumento, su intelecto, y por comodidad, por vagancia, por pánico, prefieren ser los segundones, actores de reparto de figuras estelares simples que, por serlo, se abrieron paso a los gritos en los peores años de la Argentina, en alguno de sus peores escenarios: la televisión".

viernes, 19 de septiembre de 2008

391. Fumar hace mal


N
o me acuerdo cómo empezó el diálogo con ella. Tal vez empezó como empiezan los diálogos entre fumadores, ahora que tenemos que salir para fumar y en el otro fumador encontrás un compinche para quejarte de la restricción y yo estoy de acuerdo con que no se permita fumar en lugares cerrados de acceso público si esos lugares cerrados de acceso público eligieron adoptar la ordenanza: a mí me da por los huevos que la ordenanza sea tan vigilante, tan absoluta, tan bahiense, y que si tenés un bar no puedas poner un letrero Acá se fuma y que vaya el que quiera y dónde quedó el respeto por la propiedad privada, a quién le gusta mear la Constitución de parado.

Ella se sentó en el escaloncito de la puerta de Pelícano a las 3 de la mañana, se prendió un pucho, juntó las rodillas y se acurrucó como quien tiene frío pero no: tenía pena, eso tenía. Muy flaquita, morocha; pantalón cuadriculado y buzo, exageradamente amplios. No erotizaba ni su pinta de adolescente que ya había vivido mucho.

No me acuerdo cómo empezó el diálogo (Hernán estaba ahí, estuvo un ratito hasta que se asqueó; quizá él sí se acuerde). En un momento ella dijo que estaba para el orto, Así estoy: para el orto, dijo, y le pregunté por qué y dijo:

-Por una hija de puta que lo corre a mi novio. La hija de puta de la mujer de mi novio. Lo corre porque está a punto de parir, la hija de puta. Él quiere estar conmigo y la hija de puta lo corre con el bebé que va a parir. Qué hija de puta, ¿no?

-Bueno, para tu novio es un hijo, ¿no?

-Sí, claro, todo bien, pero la hija de puta para mí que se embarazó a propósito, de hija de puta que es, porque piensa que con un hijo lo va a retener. Y yo también estoy embarazada. De un mes estoy.

-¿Y también es de tu novio?

-Sí, obvio. Pero este es buscado. Yo hace rato que quiero tener un hijo porque ya perdí un embarazo cuando tenía 15. Este es como una revancha.

-¿Ahora cuántos años tenés?

-¿Cuántos me das?

-18.

-19 tengo.

-¿Y qué pasó con el otro embarazo?

-Nada, lo aborté. Yo no quería abortar, ¿eh? Para mí, si abrís las patas para coger tenés que abrir las patas para parir y después tenés que abrir las patas para hacer las cosas de la casa: lavar, cocinar, lo que sea. Eso pienso yo. Mi papá y mi mamá murieron cuando yo tenía dos años y fui adoptada, y el bebé ese era de mi hermanastro y mi hermanastro no quería saber nada con tenerlo.

-¿Te obligó?

-¿A qué? ¿A coger o a abortar? A coger no. Bah, más o menos. Yo nunca lo vi como un hermano, no era mi hermano. Y a abortar sí me obligó, un poco sí.

-¿Cómo?

-Fácil: "Abortá o te recontracago a trompadas". Y yo era rechiquita, tenía 15.

-¿Y ahora te sentís preparada?

-Sí. Bah, qué sé yo. Creo que sí. Yo quiero tener un hijo. Quiero tener un hijo de mi novio. Lo que no me banco es a la hija de puta de la mujer de él. La hija de puta le come la cabeza, no sabés. Y el otro pelotudo le da bola, de lástima, y no se da cuenta de que lo está usando, lo quiere retener a toda costa. Y por eso ando como el orto. Che, gracias por escucharme, chabón. Me voy adentro con mi novio. Yo no debería estar fumando, ¿no?

miércoles, 17 de septiembre de 2008

390. Viento


M
ientras una ráfaga del noroeste a 84 kilómetros por hora abría las puertas del balcón como el saloon de una de cowboys y la corriente de aire hacía que el ventanal de la cocina estallara en 11 pedazos, se moría en Punta Alta un hermano de mi abuela La Tipa.

Mientras La Tipa iba hasta la planta baja para recoger los vidrios que habían caído y yo envolvía en diarios viejos los pedazos más grandes, sonaba el teléfono: una sobrina de La Tipa preguntaba por ella para darle la mala noticia, despacito.

Mientras yo escuchaba la palabra "despacito", La Tipa entraba despacito en el departamento con los vidrios en la mano.

Mientras le pasaba el teléfono con cara triste y le pedía los vidrios, La Tipa se la veía venir y no los soltaba y apretaba los dedos.

Mientras La Tipa se hacía chiquitita para que no la viera llorar, yo la abrazaba y le acariciaba la cabeza y me retorcía de la pena y puteaba al viento.

389. Bienvenida la competencia


M
e cuentan que sale otro periódico en Bahía Blanca. Y que se llama Ático y aparecerá este domingo, gratis; después costará un peso.

Y yo brindo: ojalá se haga bien fuerte y compita sin cuartel con La Nueva Provincia.

Siempre dije que nos vendría bárbaro a todos que hubiera más de un diario. En lo profesional/personal, soy un convencido de que desafío mayor = periodismo mejor.

Así que ojalá.

martes, 16 de septiembre de 2008

388. Alerta por hipérbole (7)


C
ómo no te iba a hacer el siete, Schmidt. Hoy en TP: "El fin del periodismo: primer borrador, séptima parte". (Las anteriores: 1, 2, 3, 4, 5 y 6.)

De qué va: "nosotros somos los dispuestos a destilar y a ventilar nuestras ideas e impresiones. A no guardarnos nada. Los dispuestos a dar fe de que se extingue lo que tanto amamos. Y nos apena tanto, tanto que se extinga lo que amamos que, como hijos responsables y agradecidos de esta tierra, nos quedaremos hasta cerrar el boliche. Vamos a ser los últimos en irnos del entierro. Daremos, tal vez solitariamente, por finalizada esta epopeya confusa, este intento hermoso de hacer un país y de no haberlo logrado. Somos los que vamos a empujar la tierra con las dos manos para tapar el pozo, partidos en dos del llanto, porque somos la última generación que acá cantó el himno con respeto, sin erutar en el estribillo".

Doy fe en mi caso: incluso me paro y pongo las manitos atrás como me enseñaron en la escuela.

lunes, 15 de septiembre de 2008

387. Finde


V
iernes.

Hugo Carrizo me convenció. Me convenció su amabilidad de gentleman modelo 1950 y me convenció que su programa saliera al aire por LU3: la vieja LU3, la inalcanzable LU3 de mis fantasías cuasiperiodísticas mientras cursaba la primaria en la Escuela 4 de Lamadrid al 100.

Entonces puse el despertador y fui a la radio a las 8:30 de la madrugada, malhumoradamente lagañoso, para charlar sobre el caso de la pibita del Patronato que tiene un retraso mental y fue violada y embarazada.

LU3. Ese edificio antiguo (como a mí me gustan), esa escalera de mármol. El juego de platos de los buenos que la abuela no usa nunca nunca, pero nunca.

El adentro, una sepia tristona. Un estudio demasiado amplio, de una amplitud fría. Paneles de acústica que cualquier avispa desecharía por villa miseria. Un póster de la Generación Dorada de básquetbol, castigado por el polvo. Un televisor con renglones y fantasmas, y clavado en silencio en Crónica TV. Un piano de cola celulítica, los pedales hundidos. Un micrófono amarillento. Una sola compu: una laptop adolescente, de las grandotas y pesadas, y un cartel que dice No descargar audios porque se cierra el Winamp y se cae la transmisión por Internet.

Me dio tanta pena que después no pude dormir otra vez.

Y a la noche me quedé comiendo queso y dulce -de membrillo, ¡batata no existís!- y viendo SWAT (de pibe moría por la serie: yo era el francotirador que se ponía la gorrita al revés).


Sábado.

Claro, porque si me paso tooooooooooda la tarde consumiéndome con la tercera temporada de Six Feet Under, el raro soy yo, ¿no?

Andá.

Pero sí que me estoy sintiendo solo. Se lo dije al Tano esa noche, mientras tomábamos unas Red Lager en Faustino. También le dije:

-No tengo nada que me ate, acá.

El dolor me hizo exagerar un poco. Aunque ya me voy a aburrir del todo y listo, chau.


Domingo.

A tomar un poco de aire y de sol, a putear a un árbitro desconocido. A eso voy a Punta Alta.

Vuelvo. Ya leí Crítica y LNP. En Revoque tienen La Nación y Clarín y me entretengo un poco mientras espero que juegue River.

Qué mal juega River. Por favor, Simeone, tomátelas. Salimos campeones sin jugar un solo partido bien; el peor River campeón que me tocó ver. Y nada cambia. Basta, Simeone. Basta de pelotazos al pedo, basta de no dar dos pases seguidos, basta de gritar como un histérico. Así no. A la mayoría de nosotros no nos conforma sólo ganar, no nos gusta ganar a cualquier precio.

¿Siete pesos un cortadito? ¿Desde cuándo? Moreno, anotate en un concurso de manchas. Forro.

Afuera, en una mesa cuadrada, están dos paquetes de Marlboro, una copa de vino tinto y el Loco Hernán Montenegro. Me dice que acaba de cerrar la transferencia de Guillermo Pereyra (ex River) a un club ruso.

-¿De dónde la sacan?

-Merca, putas, mafia, armas, petróleo, gas, negocios increíbles con el Estado: los rusos la sacan de todos lados.

Siempre interesante, el Loco. Colgamos charlando de Europa y me pierdo el comienzo del segundo tiempo. Qué mal juega River.

Recaliento un cacho de asado de rotisería y me acuesto a leer Viajes con Heródoto.

domingo, 14 de septiembre de 2008

386. DFW: chau, broma infinita


P
ero la puta madre, se mató David Foster Wallace...






You'll worry less about what people think about you when you realize how seldom they do.






[Te vas a preocupar menos sobre lo que la gente piensa de vos cuando te des cuenta de que rara vez la gente piensa algo de vos. Infinite Jest, 1996.]

sábado, 13 de septiembre de 2008

385. Tomá pa'vos


-
Te digo que sí, boludo. Van a estar ahí haciendo el operativo.

-¿Y quién te dijo?

-Un amigo que labura en la Muni.

-Todo bien. Voy en taxi y listo.

-Noooo, boluuuuuudo, qué taxi ni taxi... ¡Eso es para la gilada! Mandá por atriqui, boludo.

-Pero si tomarse un taxi no cuesta nada, loco...

-¿Qué no, boludo? Hasta allá son como 15 mangos, son.

-Yo no me arriesgo ni a palos. Si me agarran y me sacan el auto me pego un tiro en los huevos. Y escabiar, voy a escabiar.

-Mirá que sos boludo, ¿eh? A la salida hacé lo que yo te digo: andá por atrás, por la Carrindanga. Hay pozos pero no hay canas.

-¿Estás seguro, vos?

-Te digo que sí, boludo. Vas a ver.




[Escuché este diálogo hace un ratito. Eran dos pibes de veintipico. En lo que va del año, sólo en el radio urbano de Bahía Blanca ya murieron 29 personas por accidentes de tránsito.]

viernes, 12 de septiembre de 2008

384. Crimen perceptible


E
l matemático y escritor bahiense Guillermo Martínez tiene una incapacidad genética para sonreír en las fotos.

Además:

-Es un alienígena.

-Emplea un léxico tan viejo que ni Mariano Mores podría encontrarlo en su diccionario.

-Escribe como un chimpancé, pero estudió.

-Es una extraña mezcla entre Agatha Christie y Paenza. Un embrión demasiado aterrador para mirarlo a los ojos.


(Todo eso, y mucho más, según el asesino serial Cicco -que también es Emilio Fernández- en Hipercrítico.)

jueves, 11 de septiembre de 2008

383. Alerta por hipérbole (6)


H
ay sexta, como en La guerra de las galaxias y en La Razón (?). Schmidt en TP: "El fin del periodismo: primer borrador", parte seis. (Para seguir la interesantísima serie completa: uno, dos, tres, cuatro, cinco.)

En este daily: "La hemeroteca del Congreso es una fuente periodística. Google es una fuente periodística. [...] Cualquier tumor de bytes que flote en la red y que disponga de un agujerito blanco rectangular delineado predominantemente en negro y que diga en su parte inferior search es una fuente. Se pueden hacer notas sólo disponiendo de ese recurso técnico más un cable de la agencia Télam [...] Y, sin el cable de Télam, también se puede hacer. Esto, obviamente, ha contribuido mucho al abaratamiento, no sólo económico, del producto periodístico, así como también a su multiplicación lumpen en la forma de diarios gratuitos. Todo lo cual ahonda el desprestigio de un oficio que, si bien fue fácil siempre, conservaba hasta la universalización de Internet cierto misterio en su ejecución diaria. Ahora requiere de una muy mínima alfabetización digital. Ahora el recurso humano puede ser más virgen y más barato".

(Las negritas son mías, aclaro. Y también la envidia es mía: qué grosso debe de ser que te resulte fácil hacer periodismo.)

Otro toque: "Escribir mal, así como escribir bien, no son inscripciones en el código genético que distribuyan aleatoriamente la habilidad o la impericia para la escritura en una generación. Es trabajo. Son horas, sentado, y la debida vergüenza que le impida a uno que aquello que se publique sea una porquería. Así, entre la dedicación y la vergüenza se hace un buen redactor".

miércoles, 10 de septiembre de 2008

382. Con un mapache no te hagas el salame


"
Siento que fue un buen experimento pero me quedé con las ganas de que fuera mejor periodísticamente."

Eso me dice Diego Graglia en tiempos de balance, ahora que terminó esa atrapante y multimediática aventura profesional llamada Nueva York a México: un viaje entre ambas ciudades para charlar en el camino con los latinos, que serán clave en las próximas elecciones estadounidenses.

Casi todo agosto le llevó el experimento, riquísimo en términos de uso de las nuevas herramientas que da Internet para contar cosas. Y, hasta donde sé, pionero en América latina.

"Al final -cuenta Diego-, no tuvo el alcance que hubiera querido por las obvias limitaciones humanas: para cuando entramos a Texas, Amy [su acompañante] estaba cansadísima de manejar y yo de trabajar (sin mentirte, de 10 a 14 horas por día los primeros días). Justo ahí... empezaron a fallar las entrevistas y casi no pudimos generar más contenido."


El colmo, dice, fue declinar un reportaje en Austin para hacer otro en San Antonio y que luego se cancelara. "La lección: para un proyecto de esta magnitud no estaría mal tener un productor que se encargara de esas cosas, o más tiempo para armar todo antes. También, si hubiera tenido otro par de manos me habría gustado escribir más sobre lo trivial y paisajístico del viaje."


Varias cosas sí dejaron "muy conforme" a Diego. Enumera: la serie de podcasts, los miniperfiles de gente que encontró al pasar, los videos que él mismo editó en cualquier lugar, los posteos más extensos.

"Las preparaciones técnicas y logísticas funcionaron a la perfección -dice-, incluida la Internet móvil que facilitó todo muchísimo." Así, por ejemplo, contó en tiempo real vía Twitter un pinchazo que sufrió en plena autopista.


-¿Qué más descubriste? -le pregunté.
-Que los mapaches son capaces de cualquier cosa cuando sienten el olor de un salame. Una de las primeras noches de camping se nos venían encima porque olían comida. Voltearon la conservadora, hicieron un desastre. Y a la mañana encontramos la parafina de surfear toda rasguñada y creo que mordida... Están medio locos los animalitos.

martes, 9 de septiembre de 2008

381. Alerta por hipérbole (5)


L
a quinta pata (al gato), de Schmidt en TP. Hoy, "El fin del periodismo: primer borrador", parte cinco. Atrás quedaron las número uno, dos, tres y cuatro.

En esta edición: "¿Por qué doblan las campanas? Porque las van a guardar. Es así. Es un fin de régimen. Lo dice Agulla y Bacceti: Cualquier papá sabe que un chico se pasa prendido a la computadora ocho horas y tiene la tele prendida al lado como si fuera una radio. Y ni siquiera habla de los diarios. Tal vez no crea que existan. El fin de la prensa de papel, por lo demás, es universal aunque la intensidad que le ponemos para tratarlo aquí es argentina".

Los que están en los diarios/ pueden desapareceeeeeer...

lunes, 8 de septiembre de 2008

380. Alerta por hipérbole (3 y 4)


S
igue Esteban Schmidt compartiendo la acidez profesional en TP: "El fin del periodismo: primer borrador", partes tres y cuatro. (Ya hubo una y dos, claro.)

Sic de la tercera entrega: "Es así. Con el diario [se refiere a Crítica de la Argentina], al final, no pasó nada. No vende un pomo, no está en los bares. No se lo espera a ver qué dice, porque nadie sabe bien si le están hablando. Si lo están interpelando, como se dice en la facultad. Y, claro, no se sabe si es en joda o si es en serio lo que se publica, y así: ¿quién compra dólares? Una lástima".

Y un tramito de la cuarta: "Son pocos los casos de jóvenes motivados por la espesura narrativa que puede dar la vida pública. Buena parte de ellos son los así llamados, precisamente, periodistas narrativos o cronistas de indias. En ellos tal vez se encarne la paradoja de la época digital, porque podrían desplegar su vocación, su arte, su vanguardismo, sin entregar libras de carne mental a una máquina vieja, del pasado, como es un diario de papel y prescindir en un solo movimiento de patrones y editores. Vivir afuera. Sin Galtieri [el apodo que algunos le dan en Crítica al jefe de Redacción, Guillermo Alfieri]. Si quieren decir algo, los narrativos podrían mandar mails largos, postearlos en un blog o filmarse leyéndolo y subirlo a YouTube. Se deforesta menos y el impacto cultural será mayor y de más largo alcance. Claro, de qué vivir, es la pregunta inmediata. No tenemos respuesta".

Ah: continuará.

domingo, 7 de septiembre de 2008

379. Fantasmeada


M
e desperté hoy con esto en la cabeza y necesitaba sacármelo; pido perdón:


Vigilando

De tilo para calmar
Me
Parece que no
Hay
Nada por qué preocupar
Se
Te ve como si no extrañaras
Ya
Nada de nada de nada
De
Mi patetismo y está bien
Que
Creas en la felicidad
Si
Existen las hadas y los gnomos y un dios
Yo
Me transformaré en otra superstición burguesa
Más
Ridícula e invadiré tus noches vestido de fantasma
Así
Acaso, tal vez, quizá, por ahí

Te puedo tener un poco otra vez.

viernes, 5 de septiembre de 2008

378. ¡Mamita querida!


A
fines de 2003 me tocó investigar el caso de una pibita de 14 años que había sido abusada varias veces. El padrastro la había preñado y ella amenazaba con suicidarse si la Justicia no autorizaba un aborto. "¡Yo no quiero un bebé! ¡Sáquenmelo o me mato!", gritaba.

El Comité de Bioética del Hospital Penna dijo entonces que pedidos así "no deben ser cuestionados sino rigurosamente atendidos". Y que no existía conflicto ético para interrumpir el embarazo a fin de prevenir mayor deterioro en la salud de la adolescente.

O sea, los miembros del comité recomendaron el aborto. Pero pasaron por alto un pequeño detalle: la chica ya llevaba casi seis meses de embarazo. El feto, escribí en el artículo, "
estaba en condiciones de chuparse el pulgar, escuchar la respiración de la mamá e incluso sobrevivir fuera del útero".

Firmaron ese dictamen el ginecólogo Armando Arroyo, el pediatra Miguel Olivera Souza, la jefa de Enfermería Yamil Partida y la terapista grupal Alicia de Dios. Lo mismo opinó el jefe del Servicio de Tocoginecología Javier Jorge Rizzo.



Otro caso. Acaba de pasar: la chica tiene 18 años en el DNI pero sólo 10 en la cabecita. Vivía en el Patronato de la Infancia de Bahía Blanca. De vez en cuando la dejaban visitar a sus parientes en Punta Alta. Uno de esos días, al volver, dijo que la habían tocado. No dio detalles porque no sabe cómo: no tiene idea de sexo, no puede decir Este hijo de puta me violó. Según denunció su madrina (que es secretaria del Patronato y abogada) nadie le dio bolilla. Ahora la chica está embarazada.

Se descuenta que la semana que viene los integrantes del Comité de Bioética del Penna volverán a pronunciarse a favor de aborto. Pero ahora, tranquilos: la ley los ampara. El Código Penal, en el artículo 86, dice que la práctica no es punible en dos situaciones:

a) si es el único medio para evitar que la vida o la salud de la madre corran peligro y

b) si la mujer violada y embarazada es idiota o demente.

La adolescente sufre un retraso mental. Y además, el feto tiene menos de dos meses.

Supongo que esta vez no se pueden equivocar.

jueves, 4 de septiembre de 2008

377. Alerta por hipérbole (2)


Y
dale, Schmidt, nomás. Después del ruidoso estreno, hoy en TP apareció "El fin del periodismo: primer borrador, segunda parte".

Cobra Jorge Lanata a lo pavo: "Nosotros miramos la hora en el celular. Cuando la miramos. Porque para nosotros el día se fracciona entre el día y la noche, como debió ser siempre, como se estableció en el Génesis. No queremos relojes caros, no queremos pulseritas, anillos, no queremos boludeces. Pero el misterio de salir de pobre y lograrlo, lo que queremos todos, el misterio de hacer un viaje exitoso de Sarandí al Palacio Estrugamou, en una sola generación, bueno, un aplauso, ¿no?, debe venir con un montón de quilombos respecto de lo que falta para la cima, cosas que desde la llanura no se pueden ver bien."

Ajá. Quiénes integran ese nosotros de Schmidt, ni idea.

Yo también tengo un par de amigos que laburan en Crítica. Uno de ellos, con el que NO chateo, me dijo hace un rato: "Un pelotudo, Schmidt. Se arroga una representatividad que nadie le dio, y hace una diatriba llena de odio tomando como información lo que chatea con algun boludo disconforme, alguno que estando en el New Yorker o en la RS igual se quejaría. Poné lo de Lanata en el Maipo como si fuera el beso de Judas, OK, nadie está orgulloso de eso, pero la presencia de Lanata en la redacción es poco más que fantasmal. Las últimas tres veces que lo escuché fue por televisión: le hacían notas".

Digo: estas cosas -estas cosas: acción, reacción, muy Fijate con qué altura estilística te la pongo hasta los huesos- pasan cuando se hace periodismo de periodistas.

Si generan buenos debates (que tanta falta hacen en este gremio), bienvenidísimas. Si degeneran en puros puteríos (como pasa las más de las veces), vayan a jugar a la taba con sus concheros.

Leeremos qué onda.



[Mientras suceden estas abstracciones, en Perfil reclaman dignidad. Aunque sea un poco.]

martes, 2 de septiembre de 2008

376. Alerta por hipérbole


S
e zarpó. Sí, exageró. Bah, eso creo. Eso me pareció en una primera lectura. (Ahora le doy otra.) No importa. No importa si se fue al jocara Esteban Schmidt en el daily de hoy en Los trabajos prácticos, titulado, eeeeepaaa, "El fin del periodismo: primer borrador, primera parte". Digo que no importa porque muchas veces la exageración te alerta: como cuando eras pibe y tu vieja te decía Ojo con el trompo ese, nene, que te vas a sacar un ojo y por ahí como mucho podías ligarte un moretón.

Dice, por ejemplo, el "lúcido y desopilante" Schmidt: "En definitiva, un periodista es un forro casi siempre. En el sentido menos profiláctico del término y, sí, en el sentido más viscoso, en el sentido más use y tire. Y muy, muy pocas veces, no es un forro. Se pueden poner trajes, viajar en avión, dar charlas en Columbia pero sus vidas se resumen a ser mediadores de extorsiones".

Atajate esa.

lunes, 1 de septiembre de 2008

375. Que no se enchastre la pantalla


P
ucha.

Acabo de ver las estadísticas del blog y pensaba Qué bueno, hay más de 200 tipos por día a los que les interesa lo que digo. Y estaba por ponerme contento porque ya superé los 100 amigos en Facebook. Y entonces viene Federico Kukso a decirme que

"el internauta quiere hablar, aunque muchas veces no sabe qué decir. Opina por opinar, sabiendo que en ese ámbito -ese ecosistema informativo- nadie le cree del todo a nadie. Mientras tanto, tiende redes sociales: en vez de coleccionar figuritas para pegar en un álbum que nunca se completa del todo por causa y gracia de la figurita difícil, ahora se coleccionan amigos, conocidos y contactos para demostrar cuán sociable es uno, potenciando aquella idea tan publicitaria de estar conectados".

Me cachoendié, Kukso. Qué necesidad. No hay derecho, mi viejo.

Y sin embargo:

"¿Perdurará algo de esto en dos o a los sumo tres años, o explotará algún día la burbuja enchastrando las pantallas? Nadie lo sabe. Tal vez la Web esté atravesando en estos momentos un proceso de selección artificial, del que saldrán victoriosos aquellos sitios que sean más aptos, o sea que logren adaptarse a la tiranía del mouse".

Ah, pero yo te la voy a dar, tiránico ratón de tirante... Seré apto o no seré nada. I promise.




[El texto de Kukso apareció ayer en la revista C del diario Crítica de la Argentina. Se titula "Cómo sigue la 2.0".]