viernes, 2 de abril de 2010

648. No alucines, esto es periodismo


"
El periodismo –literario o no– es lo opuesto a la objetividad. Es una mirada, una visión del mundo, una subjetividad honesta: 'Fui, vi, y voy a contar lo que honestamente creo que vi'.
Dirán que en ese 'creo' está la trampa. Y no. Porque un periodista evaluará los decibeles de dolor, riqueza y maldad del prójimo según su filosofía y su gastritis, y hasta es posible que un periodista de Londres y otro de Formosa tengan nociones opuestas acerca de cuándo una persona es pelada, una tarde es triste o una ciudad es fea.
Pero lo que no deberían tener son alucinaciones: escuchar lo que la gente no dice, ver niños hambrientos allí donde no los hay, imaginar que son atacados por un comando en plena selva cuando están flotando con un bloody mary en la piscina del hotel."





La gran cronista argentina Leila Guerriero escribió sobre lo que cree en la revista Ñ del 20 de marzo último.




[Agrego, a 28 años de la recuperación
de Malvinas, mi pequeño homenaje a los
periodistas que cubrieron el desembarco.
Especialmente dedicado a la memoria
de Salvador Pichón Fernández.]

6 comentarios:

Ludmila dijo...

A propósito de ficciones, alucinaciones, periodismo y fechas...justo el 2 de abril de 1997 murió José de Zer.

Ayer encontré una nota que le hicieron a "Chango", donde -por ejemplo- contaba los entretelones de las búsquedas de ovnis en el Uritorco. Y de cuánto se divertía como camarógrafo del que lo popularizó gracias al "Seguime, Chando, seguime". No se si se puede, pero dejo el link: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-291-2002-07-28.html

La nota de Leila me viene al pelo. En las dos primeras semanas de clase, no hubo materia donde no se hablara sobre la objetividad o no del periodismo. Gracias!

AEZ dijo...

Ludmila: me alegro que te sirva la nota, pero (estoy seguro) más te va a servir leer lo que ella escribió. Hay un libro bastante nuevo que recopila sus crónicas: se llama Frutos prohibidos. Leí en su momento la entrevista al Chango; lo que hicieron con De Zer me parece nocivo para el buen periodismo.

Ludmila dijo...

Si si, hace un tiempo leí el capítulo que puede bajarse gratarola en Etiqueta Negra. Justo cuando me empezaba a picar el bichito de leer buenas crónicas. Ahora Leila figura al lado de otros grosos, en la lista de los libros que en algún momento espero ocupen mi biblioteca (cuando mi presupuesto repunte...hoy anduve de paseo por las librerías y volví sin nada snif. Es cierto que el periodismo -y menos cuando apenas sos una estudiante- no te enriquece los bolsillos, pero cómo te hace rico en otros aspectos).

Y con respecto a De Zer y Chango, creo que mirándolo a la distancia (temporal), hasta me dan ternura al lado de lo que vemos hoy :-( Pero no lo hace menos nocivo para el buen periodismo.

pd: conocí al gran Sagasti!!

Ludmila

Lelé dijo...

Hace unos días terminé de leer Los suicidas del fin del mundo. Lo dije, lo digo y lo diré: odio a Leila. LA ODIO.

AEZ dijo...

Ludmila: una de las paradojas de esta profesión es que, ejercida con rigor y decencia, te hace una persona pobre y rica al mismo tiempo. Pero es tan linda... y algunos preferimos otras cosas antes que la guita.

Lelé: JEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJE. Mirá que sos, eh... ¿Y no se aplaca ese odio con el instinto maternal?

Diego dijo...

A propósito, la biografía que publican ahora de kapuscinski y que lo tira un poco abajo, al menos para la academia (que no es rasinclú) para mi no hace otra cosa que enaltecerlo.