viernes, 3 de septiembre de 2010

710. Ponele swing, nene, dale

(Desde St. Paul)


Jueves a la noche. Fría noche. Noche tarde.

La entrada vale sólo cinco dólares pero en este subsuelo céntrico llamado Artists' Quarter somos, como mucho, 20 tipos.

Pero lo importante es que está él.


Se llama Dave Karr. Mañana cumple 80 años. Y anoche al saxo tenor le sacó lágrimas, óxido, suspiros, carcajadas, le sacó todo: le hizo el amor a su saxo tenor.

-Señor -lo abordo al terminar el primer set con Duke Ellington-, respetuosamente quiero decirle que usted me acaba de dar, con perdón, una buena patada en el culo. Hace un par de años que tengo abandonado a mi saxo. Pero usted me contagió las ganas y cuando vuelva a la Argentina lo voy a agarrar otra vez. Gracias por eso.

-Es lo más lindo que me podrían haber dicho. Gracias a vos. Y dale, nene. Dale.




[En vivo, en el AQ, tocando Tangerine.]

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese viejito me hace emocionar....

AEZ dijo...

Anónimo: a también, está claro. Tener un abuelo así la rompería.

Lelé dijo...

Los señores como este, de dedos gordos y nariz repingona, son muy buenas personas.

AEZ dijo...

Lelé: jejejejeje, esas caracterizaciones...

Anónimo dijo...

Escuchando al SR. que produce (realmente) cosquilleos a nuestros sentidos, siguiendo la línea de tu post, je...
se me cruzan dos cosas...que hermoso a sus años que la vida te pase por la piel y el cuerpo de esa manera, y al mismo tiempo, seas tan generoso de darte el gusto de provocar sensaciones tan plenas...
como la que provocó en vos. Que lindo te pegara por ahí...poner el cuerpo en una expresión es balsámico y al mismo tiempo orgásmico. No hay palabra que se acerque más en un sentido trascendental, refiero, (aclaro, que excede a lo físico) a vivencias que nos transportan a esos lugares tan adorables donde, esencialmente, Somos.

No te olvides a tu vuelta, de Ese momento. Las experiencias donde comprobamos que el cuerpo tiene memoria, son inenarrables.

Bueno domingo,

Abrazo,
G.