sábado, 25 de septiembre de 2010

715. Cinco cosas que me pasaron en Washington y jamás olvidaré

(Desde Washington)


1)
Volver al admirable Post y compartir más ratos con el admirable John y Su Adorable Esposa y admirar, cómo no, la Primera Enmienda -aguante- pero entender que si yo laburara ahí no podría tuitear lo que tuiteo ni bloguear lo que blogueo. Y no es joda.


2)
Perderme en el Newseum, el museo periodístico ubicado a medio camino entre el Capitolio y la Casa Blanca; pagar 15 dólares por un vaso que dice "Trust me, I'm a reporter" y por una remera que dice "Not tonight, darling... I'm on deadline"; creer con ejemplos y con ganas que los periodistas somos clave en una democracia hecha y derecha -y que damos la primera versión de la historia.



3)
Estar en el "Post Pub" tomando otra ale que me sirve Kathy (te quiero, aunque me digas Abdul) y leyendo el especial de Newsweek sobre Teddy Kennedy, pero no recordar el segundo nombre de su hermano Bobby, preguntarle al canoso que empina su sexto gin tonic y oír:

-No me acuerdo. Y eso que le cuidé la vida.

-¿¡Qué!?

-Así es. Soy un ex servicio secreto.

-No me jodas.

-No te jodo.

-Y cuando asesinaron a Bobby...

-... yo no estaba ahí.

-Que si no...

-¡Si no, no estaría acá charlando con vos!

-Bueno: la cuestión es que, según decís, le cuidaste la vida a Bobby Kennedy. Pero no sabés el segundo nombre, que empieza con "F".

-¿Qué te parece?

-¡Lamentable!

-Probablemente.

-¿No era "Francis" el segundo nombre?

-Creo que sí.

-¡¡Kathy!! -grito-. Este tipo está lleno de mierda, ¿no?

-Creo que sí.

-OK. Yo le pago el próximo gin tonic.


4)
Presenciar cómo 13 editores del USA Today se matan a piñas por colar sus historias en la tapa del día siguiente. Y pensar que nosotros a veces peleamos por TENER historias.


5)
Dialogar con Thomas Friedman, gran columnista de The New York Times y ganador de tres premios Pulitzer...


... y escuchar que te diga:

-El Times nunca me dijo que no, me paga bastante por lo que hago y nadie me toca una línea. Yo tengo el mejor laburo del mundo, y vos no.

-En este país de 300 millones de personas somos menos de 10 tipos tratando de entender y explicar el planeta: eso da miedo.

-No blogueo ni tuiteo. Twitter es un signo del Apocalipsis: no se puede explicar el mundo en 140 caracteres.

-Tampoco me googleo o veo qué dicen de mí. Me volvería loco si lo hiciera; me sacaría de juego.

-Frente a tu texto, hay cinco reacciones posibles de la gente que valen la pena y legitiman el trabajo:

1) "No lo sabía".

2) "Nunca lo había visto de esa manera".

3) "Te quiero matar a vos y a toda tu familia".

4) "Dijiste lo que yo sentía pero no sabía cómo expresar".

5) "Me hacés reír y/o llorar".

7 comentarios:

Jose dijo...

Agrego un par mas...

Cantar..."vamo vamo vamo river plei" por DC.

ver a los "camba" tocando jazz en 18Th St Lounge.

Aprender swahili en la terraza...BUMA PENDESA!! y anda a la CDTM!

Que bueno haberte visto. Un abrazo!
J.

diego dijo...

El top five de Friedman es excelente y me da mucho orgullo haber logrado despertar esas reacciones al menos una vez.

AEZ dijo...

José: jejeje, ¡qué top 3 me tiraste! Gran noche. Ojalá se repita. Abrazo grande.

Diego: uh, la puta que te parió, dije EXACTAMENTE lo mismo después de que Friedman hablara... Él agregó que los periodistas morimos por el punto 4). A mí me gustan más el 2) y el 5).

Lelé dijo...

Así que la pasaron bien con José. Mirá la vida. Es de rara, che. El punto 4 me dio dolor de estómago. Mataría por vivir algo así alguna vez. Lo de pelearme a las piñas con alguien porque salga algo mío. En fin, hoy ando de bajón periodístico. Vino una chiquita de 16 de Huanguelén y me pregunto: ¿Por qué estudiaste periodismo? Me reventó el páncreas, te juro. Me alegra que este viaje tenga tanto jugo. Beso.

AEZ dijo...

Lelé: tremendamente rara es la vida -sobran ejemplos muy cercanos-, pero a la frase no le encuentro conexión en este caso: hace muchos años que conozco a José, ¿dónde está lo raro? Puf, me imagino la escena con la pibita: ¿qué le contestaste? Y en fin, yo quiero creer que algún día vas a cruzar la vereda otra vez. Gracias. Beso.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, adhiero al 2 y al 5.
Ciertamente me erizo por un cataclismo neuronal, acompañado de un síndrome emocional agudo, diría sutil...jajaja.
Me animaría a decir que por la 5, vale la pena jugarse. Porque algo que no toca nuestra visceralidad afectiva, por el rincón donde se lo mire, no cobra sentido. Quizás es ambicioso, pero me gustan las revoluciones celulares o ...una siestita hasta que madure la cosa y parirla. Ja.

Podrías romper la regla del top five, no?.

Abrazo,
G.

AEZ dijo...

Gurisa: ¡sintonía! Pero, ¿a qué te referís con "romper la regla del top five"?