miércoles, 9 de abril de 2008

289. BelFAST FOOD (1)

(Desde Oxford)


Estaba en el baño del pub The Crown de Belfast, el único pub del Reino Unido que no tiene instalación eléctrica: es todo a gas y de pronto una lamparita echa fuego y aquella turista francesa pega un grito y le avisa al barman que el lugar se estaba incendiando y el barman se le ríe;

estaba en el baño del pub The Crown de Belfast, uno de los 49 pubs del Reino Unido al cuidado del National Trust, una entidad independiente del gobierno británico que se dedica a conservar patrimonio en Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte y se sustenta gracias a donaciones y a sus tres millones y medio de miembros y cuenta con más de 300 propiedades visitadas por 62 millones de personas en 2007;

estaba en el baño del pub The Crown de Belfast, ubicado en la calle Great Victoria, frente al Hotel Europa, un hotel que se promociona como "el hotel más bombardeado de Europa": soportó decenas de explosiones del IRA (Ejército Republicano Irlandés) desde 1971 hasta el cese al fuego del 94, especialmente porque ahí se alojaba la prensa internacional;

estaba en el baño del pub The Crown de Belfast, todavía aturdido por el derroche de estilo victoriano, por los barriles de roble empotrados, por las pinturas en los vidrios, por la metalería preciosista, por los relieves en los techos de madera y por las cuatro ales que me había empinado;

estaba en el baño del pub The Crown de Belfast pensando si tenía cara de puto o si solo tenía mala suerte por haberme puesto a escabiar con dos locales abogados de 39 años compañeritos desde la primaria y que en un momento uno de ellos me dijera que el otro me deseaba: He fancies you!, me dijo, divertido por la indiscreción como puto de manual, y me dejó a solas con el puto deseoso;

estaba en el baño del pub The Crown de Belfast, entonces, tratando desligarme de tanta carga (la hermosura del lugar, la cerveza, el puto deseoso), cuando me quedé mirando fijo al viejito de 70 y pico que meaba a mi lado y no, no es que me transformé de golpe en un puto deseoso de viejitos, ni siquiera le estaba mirando eso al viejito, no, no soy de los que relojean y comparan y se amargan/se ponen contentos: vi que el viejito tenía un bolso del gremio nacional de periodistas británicos, el NUJ.

Le pregunté y me contó que justo ese finde, justo en el Hotel Europa, se producía la reunión anual de delegados. Y me invitó a presenciar la jornada final, el domingo a la mañana.

Después charlé un rato con el viejito, sobre todo para zafar del puto deseoso. El viejito era un periodista retirado, uno de esos estereotipos de película, con sombrero y todo.

En los 70 estaba escribiendo en su habitación cuando detonó una de las bombas y recordaba claramente la vez en que dos jóvenes con pasamontañas negros depositaron en la puerta del ascensor una caja que decía "IRA" y recomendaron a los que estaban en el lobby que no se movieran hasta que explotara.


El domingo me levanté a las 8 de la mañana (!) y fui. Estuvo bastante aburrido, porque el día se consagró a plantear mociones y votarlas. Igual hubo un par de excepciones.

La primera fue cuando uno propuso solidarizarse con los colegas cubanos que padecen el régimen castrista y al toque le saltaron al cuello dos chabones con remeras del Che Guevara. Surrealismo puro: fijate vos las cosas que discuten estos tipos.

La otra, en clave de cretina ironía inglesa, fue la declaración de los representantes de Bristol: "Congratulamos a Lord Rothermere, presidente de Diarios Asociados y dueño de un patrimonio personal de un billón de libras esterlinas, por el aumento del 28% que se adjudicó, al tiempo que les otorgó a los periodistas sólo el 2,5%".

Conocí unos colegas interesantes, tomé unos cafés, fumé unos puchos y me fui a la calle. Moría del hambre, al punto de fastfoodear. Y además había ahí afuera una Belfast por descubrir, la Belfast más interesante quizá: la Belfast histórico-político-cultural.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me hiciste cagar de risa DE NUEVO. Huiste del deseoso? ajajajajaaa!!

El coso.