jueves, 10 de enero de 2008

227. Las paradas del viaje (4)

(Desde Oxford)


Uh, me iba a poner a contar algo del viaje a Escocia que acabamos de hacer con My friend Yao cuando me di cuenta de que me quedaba pendiente una parada del recorrido cumpleañero por Eslovenia, Croacia e Italia.

Excusa: ocurrió el año pasado.

Realidad: es una deuda (se la anuncié al lector Juan Cruz).

Premisa: ordenémonos antes de que nos morfen los piojos.

4.
Los escritores más renombrados no fueron/son boludos para elegir dónde inspirarse. Qué sé yo, hasta la buhardilla de Balzac en París tiene onda y una vista del carajo. Repasen biografías y van a ver que relativamente pocos recibieron la visita de la musa en un albergue mugroso sin ventilación. (Pienso en excepciones rápidas; pienso en Kafka y en su escritorio burocrático -aunque era en Praga, pienso: ¡Praga!, y no, sin ofender, Coronel Dorrego- y pienso en Borges y en Adrogué -pero pienso que la genialidad y sobre todo la ceguera te deben conducir al estado en el que un paisaje te importa un pito.)

Tal vez debería seguirla por el lado de la belleza natural como fuente inspiradora y entonces caería en que también una mina te la puede dar y agregaría que seguro, pero segurísimo, la Beatrice que Dante vio una sola vez en su vida y que en la Divina comedia lo lleva de la manito al cielo era un avión a chorro, una diosa, una bestia total: no queda otra.

Tal vez.

Pero no es lo que pensé cuando vi las dos estatuas de Joyce, una en Pula y otra en Trieste. Pensé: "Che, Jaimito, no fuiste ningún boludo para elegir, ¿eh?".

[En Pula, tomándose un cafecito.]

[En Trieste, cruzando el puente.]


Ojo, de ninguna manera quiero postular que un gran paisaje le puede dictar un Ulises a cualquier marmota. Me mandás a mí seis meses a una casa frente al Mediterráneo con todos los gastos pagos y posiblemente no me salga ni una frase más o menos decente (aunque la pasaría de bien...).

Y sigo rameando, lo cual me lleva derechito a esta foto:


Enmarcados por esas ramas (¿enramados, sería?) aparecen el Adriático y un castillo en un acantilado. Y es apenas una de las postales que te llevás cuando te vas de Trieste a Duino y desde ahí desandás un camino estrecho, costero, impagable, divino hasta Sistiana.

¿Y cómo se llama la obra?

Se llama "El sendero de Rilke", porque por ahí se extasió circa 1911-12 uno de los poetas más relevantes del siglo XX y luego redondeó sus gloriosas Elegías de Duino.


Primero, buscando inspiración en el mar azul (cazá la pose de hiperconcentración), quise reflexionar profundamente. Y me salió: "René, vos tampoco fuiste boludo para elegir". Después, ya desbordado por la energía creativa, me puse a analizar si algún día podría pegar un par de líneas como estas:

Si yo gritara,
¿quién me escucharía ahí arriba
en las órdenes angelicales?

Y si uno de repente
me llevara a su corazón,
yo me desplomaría
no podría sobrevivir
al lado de su
existencia superior.

La belleza es sólo
el primer toque del terror

[Comienzo de la "Elegía 1", en traducción libre y gratuita.]


Y claramente, la conclusión de aquel planteo es que no. Que no podría escribir algo así ni viendo vistas inconcebibles, ni caminando los caminos divinos, ni fumándome un Monte Cristo en la playa, ni abusando de las pastillas de LSD. De ninguna manera.

La realidad de la incapacidad me deprimió. Tanto, que no me quedó otra que ahogar trabajosamente la tristeza en Trieste con tres tropelías para tragar.


[Cabernet Sauvignon de la zona -Friuli-Venezia Giulia-, jamón de San Daniele -para mí, mejor que el famoso parmesano- y mortadela con trufas.]

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y Narosky mirando la laguna de Puan?
¡Qué poeta!

Anónimo dijo...

HOLA HERMANO!!! TODO BIEN? YO BIEN, ESTOY ESCRIBIENDOTE DESDE EL TRABAJO...CÓMO ESTÁN TUS COSAS? PASÉ A 3ª AÑO, ES EL ÚLTIMO!!! ESTOY RE CONTENTA! SABÉS A VECES CUANDO PUEDO LEO TUS COMENTARIOS DEL BLOG Y ME MUERO DE RISA.Y LE IMPRIMO A MAMÁ LAS FOTOS QUE ESTÁS VOS. TE KIERO MUCHISIMO! MUCHA SUERTE!

AEZ dijo...

Boya: jejejeje, esa imagen te enamoró, ¿no? Dale, confesá, ya todos sabemos que sos el fan number one de don José.

Vane: ¿Vane? ¿No eras Andrea vos, che? En fin. Felicitaciones por pasar al último año. (¡ERA HORA!) Cuidate. Beso grande.