viernes, 2 de noviembre de 2012

794. Serie "Querido diario": Día 9: POTUS

(Desde Las Vegas)

Estados Unidos vota 2012(Foto: Reuters)
 
"White House Press Pool. Name: Abel Escudero Zadrayec. Affiliation: La Nueva Provincia. Date: 1/11/2012. Property of U.S. Government."

Yo fui testigo: al show de una banda de rock consagrada le sacás los bises y le agregás el Servicio Secreto y ahí tenés una imagen bastante certera sobre lo que fue la décima visita que hizo este año el presidente Barack Obama al estado de Nevada.

Lo demás estuvo: prensa nacional e internacional, miles de fanáticos, policías, merchandising, incluso desmayos.

El espectáculo se desarrolló bajo un sol desértico, otoñal pero aun brutal, en el complejo deportivo Cheyenne, ubicado en North Las Vegas, justo donde la burbuja inmobiliaria explotó como en ningún otro lado de los Estados Unidos. En esa zona da lástima la cantidad de casas vacías; algunas de ellas perdieron hasta el 80% de su valor de mercado.

"Forward!" fue la consigna. O sea: "¡Adelante!". Igual a la que enarbolaba el radicalismo cuando era un partido con posibilidades reales de ganar una elección.

El principal motivo del show fue arengar a la gente para que vaya a las urnas. Ya sea hoy mismo (porque termina el plazo para emitir el voto anticipado) o el próximo martes. Hasta ahora, el 46% de los nevadenses registrados ya eligió y Obama tiene 8 puntos de ventaja sobre el republicano Mitt Romney, de acuerdo con la última encuesta de NBC y The Wall Street Journal

Cuando el POTUS decoró el escenario hubo un estallido: 4.500 personas (según Al Nayola, director de Administración de North Las Vegas) se entregaron a una histeria colectiva tipo la que genera en las adolescentes el pibito ese Justin Bieber.

—Hoy sí —me dijo entonces José Antonio, un mexicano que es ayudante de cocina en uno de los principales casinos de Las Vegas.— Ya verás que hoy sí.

Pero no: no hay caso.

La comunidad latina representa un 25% de la población de Nevada, en las escuelas públicas es latino uno de cada tres chicos y la Evita demócrata, Longoria, dio un discurso previo resaltando su origen latino, pero no hay caso: ni ella ni Obama dijeron una sola palabra en castellano.

¿Tanto costaba darles una alegría a José Antonio y los demás hispanoparlantes? Tenían que verle la cara, pobre José Antonio, sudando la gota obesa, gritando "¡Cuatro años más!" mientras la multitud aullaba "Four more years!"...

Obama cautivó igual, con su presencia superestelar y su manejo de la oratoria: a lo predicador de TV por momentos, a lo amigote del barrio en otros, a lo estadista creíble casi siempre.

Yo fui testigo.


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