viernes, 14 de noviembre de 2008

424. Franquito


E
sta madrugada, cuando terminamos la tercera pinta de ale y nos despedimos, mientras atravesaba el calor y la avenida Alem pensé que Franquito no es más Franquito.

O sea: SIEMPRE será Franquito en algún ámbito y en alguna memoria, como yo sigo siendo Abelito y vos seguirás siendo algo-ito o algo-ita.

Lo que quiero decir es que Franquito no es más aquel pibe de 10-11 años y corte de pelo tazonado que llevaba la base de los Mini B de Liniers circa 1991 y al que yo desde el banco procuraba enfermar lo justo y necesario para que él saliera a la cancha a desayunarse los intestinos de los rivales.

Ahora Franquito es un chabón de 28, un graduado en Ciencias Políticas que te cita Weber de una, te sacude planteos muy piolas y te dice, por ejemplo, que en 2001 él era un ingenuo: que por eso estaba tomándose una cerveza muy tranquilo mientras el país se hacía mierda, se cargaba otra generación, se desvanecía un futuro imperfecto -pero futuro al fin.

Entonces: Franquito no es más Franquito y está muy bien, cero decepción; todo lo contrario.

Por fin una baldosa floja que no te deja puteando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se necesita:
1) Noche de luna llena.
2) Clima ideal.
3) Buena cerveza.
4) Conseguir a alguien que te brinde sus historias.
5) No interrumpir tanto.

Resultado:

Yo no más Franquito. Baldosafloja será entonces.

AEZ dijo...

Baldosafloja: jejejejejeje, el punto cinco me matóoooooooooo... Hay que repetir, ¿eh? Abrazo grande.