155. Lo invitás a un asado y te lo escupe
(Desde Oxford)
-No, no. Oiga: yo no le interrumpí su perorata, y créame que resultó difícil de seguir. Ahora, por favor, déjeme terminar.
El señor de la foto se llama Ilan Pappé, es israelí por nacimiento y es antiisraelí por convencimiento. Doctor en Historia graduado en Oxford, acaba de dejar la Universidad de Haifa para instalarse en la británica de Exeter, y hoy inauguró el ciclo de seminarios del Instituto Reuters con una charla bravísima titulada "El perro guardián autocensurado: los medios israelíes y el conflicto palestino".
Pappé es claramente un provocador. Un polemista doctorado y profesional. Pero de esos que parecen sólidos, de esos que te derriban con los elementos contundentes denominados argumentos.
No le paró el carro con la frase de arriba a un estudiante novato: se la zampó, muy tranquilo, a John Lloyd, el director de Periodismo del Instituto Reuters, o sea al anfitrión, porque había atacado su visión de que los medios israelíes son funcionales ("y por inercia", sin que nadie se los pida o exija) al discurso propagandístico del Estado de Israel que, con ayuda de los Estados Unidos, quiere hacerle creer al mundo que se trata de una nación civilizada, cuando en realidad se trata de un régimen violento que inició por la fuerza el conflicto en la región.
Así habló Pappé, un tipo que al principio de su exposición comparó al pasar esa actitud de enrolamiento voluntario de la prensa de su país con la que tuvo la británica durante la guerra de Malvinas, y después me amplió: "Los medios no necesitaron que los censuraran: no esperaron, y se censuraron ellos mismos. Y con la pérdida del espíritu crítico también perdieron su esencia y su dignidad profesional".
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