162. Aprendé a seeeeeer/ formal y cortéeees
(Desde Oxford)
Resulta que todos los fellows de Reuters nos anotamos la semana pasada para la cena formal de esta noche en el Green College.
Pero anteayer martes la canadiense-china Joyce Hor-Chung Lau, que trabaja en Hong Kong para el International Herald Tribune, descubrió que la jodita costaba 25 libras (más de 150 pesos) y ella y la rusa Maria Semenova se borraron.
Joyce mandó un correo para avisar al resto del grupo, que siguió el mismo camino: por los tirantes.
Como todavía no tengo celular, el miércoles temprano le rogué a Tori, la asistente administrativa del Instituto Reuters, que llamara al college para cancelar mi reserva. Y le dijeron que ya era tarde, que sólo se podía anular hasta las 10 del día de la cena.
Al mediodía fui al Green por un seminario titulado "¿Qué es el periodismo en la era de la innovación?", del que justo me tocaba hacer el reporte oficial y estaba a cargo del mismísimo capo de Reuters, David Schlesinger. Y antes de entrar en el salón hablé con el portero para cancelar la reserva y me dijo: "Imposible. Lo lamento".
Algo andaba mal: en principio yo sabía que la cena era el jueves. Por lo tanto, técnicamente podía cancelar porque era miércoles. Estaba demasiado confuso.
Tori me recomendó preguntarle a Richard Danbury, mi compañero de la BBC. Me contestó: "Ni idea. ¿Por qué no consultás con Trevor?". Trevor es el consejero del instituto. Me dijo: "No sé. ¿Y si le preguntás a Richard?". Así, telefonodescompuestamente, se pasó el día y yo puteando mucho por las 25 libras que me iba a costar un morfi. Me daba vueltas por la cabeza que al llegar había gastado casi 32 libras en el supermercado, y todavía me quedan cosas...
Uno de los últimos libros que leí es Todas las almas, del español Javier Marías. Él pasó un par de años en Oxford y de esa experiencia surgió la novela. En uno de los capítulos me habla: "Son cenas de etiqueta (oxoniense), y para los miembros de la congregación es obligatorio asistir a ellas con la toga puesta".
Pensé que era el único boludo del grupo que no había cancelado la reserva, pero me enteré hace un rato de que hay otro: el chino Yao Wang, un tipo que escupe simpáticamente un inglés cavernícola y se ríe de todo como quien no entiende nada y es miembro del Partido Comunista y ganó un premio como periodista-héroe-nacional por su cobertura de la epidemia de SARS y tiene un blog personal que me encantaría poder leer como las ¡¡200.000!! personas que lo visitan cada día.
Yo le digo My friend Yao y él me responde, siempre, riendo, My lucky Abel. Esta tarde, cuando estábamos arreglando por el MSN para encontrarnos antes de la maldita cena, le pregunté otra vez por qué carajo me decía lucky: "No creo en la suerte y no creo que tenga mucha", le dije. Me contestó: My lucky Abel. Funny for me. Hahahahaha!
Algún día espero entender a my friend Yao.
Hoy pasé por el instituto (no sé por qué: quizá esperando una salvación mágica que nunca llegó) y ya que estaba le pregunté a Tori si en la cena habría canilla libre:
-Sí, supongo que sí -me dijo-. Deberían.
Y yo, con mis refinados modales bahienses, exaltados por la bronca, le tiré:
-Con lo que cobran, deberían incluir hasta una puta.
Entonces, la situación a las 18:30 de este jueves es esta: en media hora me pongo el saco y la corbata y voy a una comida etiquetísimamente British con my friend Yao.
No me va a quedar otra que emborracharme para pasar el mal trago.
Aunque Marías me da una esperanza: "En principio [las cenas] son también muy formales, pero su larguísima duración permite la aparición y desarrollo de un grave deterioro en los modales, vocabulario, dicción, fluidez expositiva, compostura, sobriedad, atuendo, comedimiento y general comportamiento de los comensales".
Reformulo la estrategia:
1) quedarse un rato en el molde para no desentonar,
2) sumarse galopando al grave deterioro general y
3) examinar tanta toga suelta para ver si se puede atrapar algún toga de costumbres elásticas.
1 comentario:
jaja...quiero foto de esa "velada", please! imperdible...y,
por lo de "lucky", no pretendas entender, no hay "razones"...Abrazo
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