martes, 6 de noviembre de 2007

175. Una de dos


"¡Qué país! ¡Qué país! ¡No me explico por qué nos despelotamos tanto! ¡Si éramos multimillonarios! Usted iba y tiraba un granito de maíz y ¡paf !, le crecían diez hectáreas... Sembraba una semillita de trigo y ¡ñácate!, una cosecha que había que tirar la mitad al río porque no teníamos dónde meterla... Compraba una vaquita, la dejaba sola en el medio del campo y al año se le formaba un harén de vacas... Créame: lo malo de esta fertilidad es que una vez, hace años, un hijo de puta sembró un almácigo de boludos y no pudimos parar la plaga ni con DDT. Aunque la verdad es que no me acuerdo si fue un hijo de puta que sembró un almácigo de boludos o un boludo que sembró un almácigo de hijos de puta."


Tramo de uno de los famosos monólogos televisivos de Tato Bores, humorista agentino (1927-1996).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hace pensar que hubo una época en que sin esfuerzo conseguimos de todo, mayormente boludos y cientos de hijos de puta. Y no paramos de procrear! La verdad es que de a ratos dan ganas de arrancarse los huevos. Por las dudas.

Spyderpac

AEZ dijo...

Sí, aparentemente hubo un tiempo que fue hermoso. Pero tranquilo, Spyderpac, que siempre se puede estar peor.

Anónimo dijo...

ufff.."ese tiempo que fue hermoso", puede ser, seguramente, muchos..je pero a lo "peor" que mencionas, le sumo algo, se puede estar mejor, TAMBIEN, ciertamente y depende de como miremos el vaso...si me quedo con 'eso', es una existencia algo vacia.ni idealismo ni apocalipsis. Abrazo.