miércoles, 30 de mayo de 2007

34. Capital del Básquetbol (parte 1)


Bahía Blanca es la Capital del Básquetbol en la Argentina, el país de los campeones olímpicos. Y por algo es, aunque jamás falta un necio con energía para discutirlo: ya se sabe que una de las características principales de la necedad es la persistencia.

En realidad, Bahía no es la Capital del Básquetbol por algo sino por MUCHO. Empezando por el riquísimo pasado, claro, pero con una continuidad rotunda en el presente que habilita la proyección de un futuro seguro.


Jugué, dirigí, hice planilla, manejé reloj y hasta arbitré antes de ingresar en 1991 en La Nueva Provincia para cubrir básquetbol. Desde entonces, en casi 16 años, me crucé por todo el país con docenas de periodistas y otros necios de distintos lugares que alternativamente se animaban a discutir el asuntito de la capital, siempre en función de un éxito deportivo tan valioso como circunstancial: salir campeón de la Liga Nacional.

Marplatenses MUY persistentes, cordobeses más ubicaditos, olavarrienses con cara de cemento, algún porteño en evidente estado de dóping positivo, unos puntanos en situación terminal de pavada que habían visto la luz mala y, ¡horror! incluso más de un juninense virgen. "Ahora somos nosotros", los oí pontificar, "ustedes ya fueron."


Siempre sostuve, como motivo básico, que ganar un título liguero es una cuestión de pesos. $$$$$$$$$$$$$$$$$
Esos pesos. Con esos en mayor cantidad que el resto, tenés altas probabilidades de dar la vuelta. Y Bahía nunca se coronó porque nunca la pusieron, básicamente. Veamos los demás, según datos oficiales de la Asociación de Clubes:


* Mar del Plata. Un título: Peñarol, 1993-94.

Director técnico: Néstor García (bahiense).
Cerebro del equipo: Marcelo Richotti (bahiense).
Jugador más valioso (MVP): Esteban De la Fuente (porteño).
Jugadores marplatenses: Gustavo Nóbile (nueve partidos jugados, 0,7 puntos de promedio).


* Córdoba. Ocho campeonatos: Atenas, 1987, 1988, 1990, 1991-92, 1997-98, 1998-99, 2001-02, 2002-03.

Directores técnicos: Walter Garrone (cordobés de Leones: tres títulos), Rubén Magnano (cordobés de Villa María: tres), Horacio Seguí (santafesino de Firmat: uno) y Oscar Sánchez (bahiense: uno).
Jugadores más valiosos (MVP): Marcelo Milanesio (cordobés de Hernando), Héctor Campana (cordobés de la capital), Diego Osella (cordobés de Oncativo), Fabricio Oberto (cordobés de Las Varillas), Carlos Cerutti (cordobés de Morteros), Walter Herrmann (santafesino de Venado Tuerto), Diego Lo Grippo (santafesino de Rosario).
Otros jugadores de Córdoba capital: Germán Filloy, Fernando Prato, Walter Guiñazú, Marcos Nóbile, Bruno Lábaque, Gabriel Riofrío.


* Olavarría. Dos títulos: Estudiantes, 1999-00 y 2000-01.

Director técnico: Sergio Hernández (bahiense).
Jugadores más valiosos (MVP): Rubén Wolkowyski (chaqueño de Juan José Castelli) y Byron Wilson (estadounidense).
Jugadores olavarrienses: algún juvenil hubo, sí.


* Buenos Aires. Seis torneos: Ferro, 1985, 1986 y 1989 y Boca, 1995-96, 2003-04 y el flamante 2006-07.

Directores técnicos: León Najnudel (porteño: los tres de Ferro), Julio Lamas (porteño: el primero de Boca), Sergio Hernández (bahiense) y Gabriel Piccato (porteño).
Jugadores más valiosos (MVP): en Ferro, Sebastián Uranga (entrerriano de Paraná), Michael Schlegel y James Thomas (norteamericanos); no figura, pero debería, el cerebro del equipo Miguel Cortijo (santiagueño). En Boca, Byron Wilson (dos veces) y Leonardo Gutiérrez (cordobés de Marcos Juárez).
Jugadores porteños: Sebastián Festa, Martín Leiva.


* San Luis. Dos títulos: Gimnasia y Esgrima Pedernera Unidos (GEPU), 1990-91 y 1992-93.

Directores técnicos: Daniel Rodríguez (cordobés de Río Tercero) y Antonio Manno/Orlando Ferratto (cordobés de San Francisco/santafesino de Ceres).
Jugadores más valiosos (MVP): Héctor Campana y Juan Alberto Espil (bahiense).
Jugadores puntanos: ¿eh?


* Junín. No, me resisto al análisis porque su postulación no resiste el menor análisis.


Es decir que hubo un protagonista bahiense en algún momento en cualquiera de los sitios que, con más o menos sentido de la vergüenza, han aspirado a que los consideraran Capital del Básquetbol gracias al argumento central de haber obtenido aunque sea una Liga Nacional. Hasta en Córdoba, que domina la gloria con Atenas y la mayoría de sus campeones pertenece a la provincia.

El caso que constituye el mayor atentado terrorista a la inteligencia es el de San Luis. Y no (sólo) porque el club se llame realmente Gimnasia y Esgrima Pedernera Unidos, sino porque llegó a la élite del básquetbol argentino con plata de los impuestos de los puntanos y porque desapareció tan rápido como saboreó el triunfo.

Pero este panorama fáctico es apenas una ínfima parte de lo MUCHO que respalda a Bahía Blanca como Capital del Básquetbol y desactiva pretensiones menos serias que las promesas de políticos.

Continuará.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te doy otro datito ridículo: una vez Cadillac dijo que Bs.As era la capital del básquet porque era donde más jugadores había. Seguramente también debe tener más alpinistas que Mendoza, más buzos que Puerto Madryn, más nadadores que Paraná y más pelotudos que el resto del país.

AEZ dijo...

Boya: 100% de acuerdo.