domingo, 9 de diciembre de 2007

196. De la cabeza

(Desde Oxford)

Justo este año el condado de Oxfordshire cumple un milenio, así que ha habido hasta ahora un montón de actividades para festejarlo. Una de ellas se llamó "La noche blanca", incluyó la apertura casi totalmente gratuita del circuito cultural oxoniense y la aprovechamos unos cuantos el último viernes, pese al frío.

Los norteamericanos John y Ruth (aka "Su Adorable Esposa"), los chinos My Friend Yao y su hermana Ning, la india Pallavi y un servidor argentino mandamos primero al Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, donde, bajo el esqueleto del Tiranosaurio Rex de la foto, cantó la señorita K como parte de un coro comunitario. Lovely AND surrealistic.

Después nos clavamos unas birras ahí mismo (sí, venden cerveza hasta en los museos) y rumbeamos al Pitt Rivers, que dispone de una fabulosa colección arqueológico-etnográfica iniciada en 1884 por el curioso general homónimo tras haber encontrado alrededor de 18.000 objetos en sus viajes por el mundo.

Lo más grosso -e insólito, al menos para mí- es que las salas estaban a oscuras y en la entrada te daban una linterna que se recargaba a cuerda (!) para que exploraras a tu gusto. Siempre y cuando te pudieras recuperar a tiempo de la ceguera ocasionada por algún pibito incordioso que te apuntaba a la cara, se reía y luego, obvio, te decía I'm so sorry.

Las vedettes, las verdaderas reinas del museo, son las cabezas reducidas de alguna gente que osó meterse con ciertas tribus sudamericanas: ahora, en tamaño pelota de sóftbol, cuelgan de una vitrina con el aclaratorio letrero: "Tratamiento de enemigos muertos". Acá hay una:


Ah, no, ese soy yo paveando con la linterna como un pibitoincordioso-jejeje-I'msosorry. Ahora sí (y me debés una por el loguito, Motorola):


Abandonamos la subyugante cultura por elementales razones humanitarias: estábamos cagados de hambre.

Por sugerencia de My Friend Yao entramos en un restorán chino de nombre francés y precios terrenales: cuatro tipos -él, su hermana, Pallavi y yo- comimos cordero, pato, cerdo e inexorable arroz con un Cabernet Sauvignon australiano correctísimo y pagamos 14 libras cada uno (89 pesos...).

Y después, por imposición mía, para hacer la digestión nos fuimos a pintear un poco al adorable pub Rose and Crown. Ahí charlamos con My Friend Yao sobre la posibilidad de que ambos aprovechemos unos vuelos a 10 libras ida y vuelta para empezar 2008 en Palma de Mallorca.

ESO sería divertido. ¿Eh, amigo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mr.,la primera asusta un poquito, la segunda es más 'amigable',de cualquier manera rescato sonrisa, no cambia a pesar de los aires...afortunadamente, deliciosa. No le cae mal el mimo a su ego, no?.Je.Cariños de argenta.

AEZ dijo...

Anónima: NUNCA cae mal un mimo. Y mucho menos si es argento. Agradezco.