123. Ma'qué Internet: navegá en serio
Hace un año le tiré la idea a Andrés. Le dije: Dale, vamos a aprender a navegar y en el verano nos rajamos por ahí en un velero. Y como el tipo (paco al fin) va para adelante cual cachiporrazo cuando algo le cabe, nos anotamos para hacer el curso de timonel de yate a vela en el Club Náutico Bahía Blanca.
Con frío y calor. Con lluvia y sol. Con viento y viento (Bahía al fin). Con sueño y resaca. Con lo que fuera, durante cuatro meses cada fin de semana estuvimos en el puerto aprendiendo a ver las ráfagas, a adujar los cabos, a filar y cazar las escotas, a prestarle atención a la marea, a querer la ría, a disfrutar una cerveza en tardes como esta:
En diciembre terminamos el curso, rendimos, aprobamos, conseguimos la habilitación de Prefectura, lo sumamos al Tano, nos subimos al auto, fuimos al Brasil, vivimos una semana en un velero que alquilamos en Angra dos Reis y terminamos así:
Parece un aviso clasificado, pero es una invitación a vivir algo distinto.
Buenos vientos.
3 comentarios:
El tano en sunga, que maestro!
Por lo que se ve fue muy lindo viaje, me alegro que asi haya sido.
Abrazo
Jejeje, anoche nos juntamos a comer unas pizzas y ver el partido de básquet y el Tano jodía con que lo había quemado ante el mundo... Y sí, la verdad es que fue un viaje del recontracarajo.
Abrazo.
Parece que aprendiste, por lo menos algunas palabras nauticas ( con el trabajo que me costaron uds dos )muy buena la publicacion, recien la veo, te mando un abrazo y espero verte en el club, sigue en el mismo lugar ( por ahora ) con las mismas rachas, borneos y tardes como la de la foto.Claudio
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