41. Capital del Básquetbol (parte 5)

La radio, y la tele después, suman sus potentes aportes para la importancia decisiva del periodismo en esto de Bahía Blanca=Capital del Básquetbol.

-Sin dudas es clave -me dijo Juan Carlos Meschini esta mañana, en un tiempo muerto del programa Bienvenidos de LU2-. Y no sólo por el acompañamiento histórico en las buenas y en las malas, sino también, y sobre todo, por mantener viva la llama en épocas de decaimientos y aun frente a la penetración del fútbol con Olimpo en Primera. Diría que la estructura del básquetbol bahiense fue moldeada por el periodismo.

Juan Carlos, que este sábado partirá hacia Cleveland para cubrir las finales de la NBA con nuestro Manu Ginóbili de actor principal, lleva 29 años ligado a este deporte como periodista en la radio y 12 temporadas ininterrumpidas como comentarista en las transmisiones de Liga Nacional que hace el canal TyC Sports.

Y es uno de los herederos de una riquísima tradición que se remonta a la época de oro bahiense (el amateurismo de los 60 y 70), cuando hasta tres emisoras seguían a las selecciones locales y provinciales por todo el país: además de LU2, estaban LU3 y LU7. Si algún día se hiciera un Salón de la Fama, no podrían faltar los Coleffi (el Conde Rubén y el Bibi Oscar), Néstor Sendra, Carlos Almirón, Néstor Radivoy, Mariano Labrocca, Pablo Serrat, Oscar Enrique Castro y, por supuesto, el Negro Rafael Emilio Santiago quien, dice Quique Nocent, "le prestó su prestigio al básquetbol" y quien, digo yo, a esta altura asume la entidad de una celebridad y tiene, más que oyentes fieles, groupies enfervorizados que toman sus mensajes como los seguidores indetenibles del Pare de sufrir degluten fórmulas de la felicidad televisadas.

Y hablando de la pantalla: el propio Meschini y Almirón, con sus recordados programas especializados en el cable, se visten de pioneros en una onda a la que ahora hay quien le sube el volumen.

Pero eso ya forma parte de la plantilla joven, cuyos integrantes saltarán a la cancha en la siguiente nota.