No me interesa tu religión, no quiero afilar cuchillos, no uso bolsas de consorcio, no compro rifas, no creo en la salvación y no tengo ganas de escuchar ninguna promoción: por favor, no me toquen más el timbre a la mañana, la puta madre que los parió.
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AEZ
a las
12:34 p.m.
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Periodista. Bahiense.
Dirigí lanueva.com más de una década y fui jefe de Calidad Digital en "Clarín". Ahora colaboro con el "Washington Post" y soy docente universitario.
Hincha de River. Buzo. Timonel.
Magíster en Periodismo, 2001.
Reuters fellow, University of Oxford, 2007-08.
World Press Institute fellow, 2010.
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8 comentarios:
¿Y si es la felicidad?
Que pase sin tocar. Total, no existe.
Mi vieja tenia una tecnica, les preguntaba si tenian un lapicera, como el "tocatimbrero" creia que habia un interes por parte de mi vieja, respondia inmediatamente que si, a lo que ella retrucaba con un "bueno, anote la direccion de mi casa y no regrese mas".
Y si existe, con ese escepticismo no la vas a ver, ni percibir, ni nada...no atiendas, pero no la subestimes, ja. Quien te dice, y aunque sea efímera, no te pida permiso.Y te sorprenda,ja. Beso.
Después de soportar estoicamente un año como el cartero todas las mañanas a eso de poco más de las 10 le daba por llamar siempre a mi casa para repartir el correo de todo el edifico llegué a la conclusión de que el cartero era como un perrito, yo le acostumbré a que por no oir el tiembre me levantaba y abría (y a lo mejor ese día ni la factura del banco tenía yo en mi buzón). Conclusión, dejé de levantarme y a la semana ya encontró otro vecino al que martirizar.....ah! dudo que la felicidad se vista de amarillo y reparta cartas todas las mañanas a la misma hora
Kiuman: jejejejeje, buenísima... ¡Y me imagino lo que la deben haber puteado!
Anónimo: ojalá sea como vos decís, pero yo sólo creo en algún toque de felicidad de vez en cuando.
Pilar: ¿o sea que si un día de estos me doy una vuelta por tu casa no me vas a atender?
Desenchufa el timbre por las mañanas y listo.
Hematites: lindo nombre, aunque quizá un poco duro, ¿no? Desenchufar el timbre no se puede; puedo descolgarlo y soportar el ruido de la calle. Prometo intentarlo.
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