56. Inflado como un globo

Lo primero que me produjo esta tarde el regreso de Huracán de Parque Patricios a la primera división del fútbol argentino fue un recuerdo: me acordé de Gustavo Mandará, ex compañero de La Nueva Provincia.

Porque es el único hincha del Globo que conozco.

Y cómo debe estar, supongo, porque también es fanático de Olimpo. Así que disfrutó dos ascensos en un par de meses.

Hace tiempo que no lo veo: desde que abandonó el periodismo (se fue a trabajar en política con su amigo Marcelo Feliú, diputado provincial por el Frente para la Victoria) apenas me lo crucé una vez en el gimnasio Uno y otra en la cancha de Estudiantes.

Antes de dejar el diario, porque estaba literalmente podrido de todo, se ganó un premio de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) en la categoría Derechos Humanos por una serie de artículos, entre los que se destaca este sobre un rumano llamado Florín Manoliú que, según escribió Gustavo, "vivió en Bahía Blanca y durante la Segunda Guerra Mundial salvó de los nazis a unos cuatro mil judíos".

Cómo debe estar.